Verificación bajo hostigamiento, cambios en centros de votación y nutrida asistencia

“Cambios en el padrón y la cartografía electoral oficializan el ratón loco”, alerta experto electoral. La afluencia ciudadana en medio de un proceso electoral con poca credibilidad es un acto de resistencia, una presión social por elecciones legítimas. “Ir a verificarse es parte de una forma de protesta”, dice Eliseo Núñez. Los trabajadores del Estado fueron obligados a asistir al ejercicio cívico.

Verificación
Miguel Andrés | Divergentes

Son las diez de la mañana y Jeffry Castro estaba en las afueras del Centro de Votación del Colegio Público Salvador Mendieta, en Managua. Es la jornada de Verificación Ciudadana en Nicaragua convocada por el cuestionado Consejo Supremo Electoral (CSE) del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Es la primera vez que el joven se verifica. Tiene 16 años y llegó hasta ese punto acompañado de su mamá. Estaba ansioso por ver si su nombre aparecía en el Padrón Electoral. Se encontraba en una fila en la que había unas 80 personas esperando. “La gente tiene mucho ánimo de venir a verificarse”, dice. 

Castro ejercerá su derecho al voto por primera vez en unas elecciones generales este 2021. A pesar que el proceso electoral carece de condiciones mínimas de competencia y transparencia, según denuncian líderes políticos, el joven tiene esperanzas para los comicios del próximo siete de noviembre. “Realmente espero que todo vaya bien y que sean correctamente las elecciones”, sostiene. 

La verificación es el primer ejercicio que implica participación ciudadana en este año electoral, marcado por la represión del régimen Ortega-Murillo. Pese al encarcelamiento de los principales líderes opositores, entre ellos siete precandidatos presidenciales, la jornada de verificación tuvo una afluencia considerable de personas. 

Fuentes del Frente Sandinista dijeron a DIVERGENTES que hasta ellos quedaron sorprendidos con la cantidad de participantes. “En los pueblos todos nos conocemos y la gente que ha venido a verificarse, aparte de los militantes, son votos en contra del gobierno, porque participaron en las marchas en 2018”, dijo un miembro de una mesa de verificación en el municipio de Diriomo. 

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El analista político Eliseo Núñez cree que este domingo “va haber más gente” en los Centros de Votación. Él considera que “el principal miedo que tiene Ortega es a una votación masiva”, de modo que la verificación ha sido “una forma de protesta”. Un mensaje ciudadano de que están dispuestos a votar (65% según la firma encuestadora CID-Gallup), teniendo como motivación unas elecciones transparentes. 

En un recorrido realizado por DIVERGENTES por doce centros de votación en Managua se constató presencia variada de asistentes. Los centros visitados fueron: Colegio Público 14 de Septiembre, Colegio Público Salvador Mendieta, Colegio Público Primero de Mayo, Colegio Villa Venezuela, Colegio Cristo Rey, Colegio Santa Luisa de Marillac, Colegio Público Experimental México, Colegio Julia Herrera de Pomares, Colegio Hugo Chávez, Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), Colegio Público Rubén Darío y el Colegio Público Bella Cruz. La afluencia fue diferente por zonas. En la mayoría hubo filas, en otros la participación fue casi nula. No obstante, la asistencia de la población tomó “por sorpresa” a militantes sandinistas porque no esperaban tanta participación.   

En la fila del Colegio Público Salvador Mendieta estaba Tania Cruz, quien esperaba junto a su esposo y su mamá en las afueras de este Centro de Votación ubicado en la Colonia Centroamérica. “Veo que hay mucha afluencia. En otros años no ha habido tanta”, reconoce. Este es uno de los Centros de Votación más concurridos durante la verificación ciudadana de 2021. A este punto, los ciudadanos llegaban, se ubicaban uno tras otro para esperar a ser atendidos por los funcionarios electorales que estaban situados en un salón de clases. Presentaron su cédula para corroborar si se encontraban o no. Firmaron y se retiraron. La fila en la que se encontraba Jeffry Castro y Tania estaba conformada por unas 120 personas y apenas habían nueve delegados electorales recepcionando a los electores que llegaban a verificarse. Había una sola aula habilitada en este Centro de Votación. 

Pese a la afluencia observada, el analista político Eliseo Núñez todavía no canta victoria con la verificación ciudadana. “No creo que se traduzca en el ánimo del voto”, afirma. Él considera que “la población tiene una gran voluntad de que la salida a esta crisis sociopolítica es la elección”. Insiste al decir que “de esta crisis no vamos a salir en guerra, sino que vamos a salir con una elección”. 

Además sostiene que, a pesar que existe la impresión que “Ortega colapsó la posibilidad de noviembre”, “esta verificación puede traducirse en una presión popular,  porque la represión no ha doblegado la voluntad de los nicaragüenses”, finaliza Núñez.

Anomalías: 25% de Centros de Votación cambiados 

Verificación bajo hostigamiento, cambios en centros de votación y nutrida asistencia
Miguel Andrés | Divergentes

En los doce centros de votación visitados por DIVERGENTES no estaba expuesto el padrón electoral impreso. El exdiputado Núñez aclara que, de acuerdo a la Ley Electoral, la publicación física del padrón no es obligatoria para la jornada de verificación de este 24 y 25 de julio. Según cita el artículo 35, el padrón debe divulgarse “al menos noventa días antes de la fecha de votación”, es decir, el nueve de agosto. Sin embargo, la no divulgación del padrón electoral perjudica la fiscalización ciudadana. “Debe ser de dominio público por transparencia y para generar confianza en el electorado y en los partidos”, aseguró Núñez. 

Catalina, a quien llamaremos así para referirnos a una mujer de 40 años habitante de Managua, acudió a su antiguo Centro de Votación en el Colegio Edgar Arbizú con la intención de verificarse. Estaba cerrado. En el portón de ese colegio “no hay papel” que hiciera referencia al cierre de este espacio. “Voy a buscar como irme para la Upoli porque es lo más cerca que tengo”, dijo. Pero ella no es la única: por lo menos a 1,317,085 personas se les modificó su Centro de Votación, lo que representa más del 25% de las y los electores, de acuerdo al informe preliminar del observatorio ciudadano Urnas Abiertas. 

“Este centro de verificación ciudadana se trasladó al Colegio Rubén Darío contiguo al parque San Luis”. Ese era el mensaje de un cartel colocado en el Colegio Maestro Gabriel, ubicado al otro extremo de Managua. Este es uno de los más de 1,100 centros eliminados por el Consejo Supremo Electoral (CSE), según denunció el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). Brenda Rocha, presidenta del Poder Electoral, dijo días atrás que el padrón electoral para este 2021 aglutina 3,106 Centros de Votación y no 4,329 como en 2017. 

Hasta ahora, el Poder Electoral no ha informado detalles sobre la eliminación de estos Centros de Votación. Un experto electoral nicaragüense y quien pide no revelar su nombre, señala que hay discrepancias entre los datos sobre la cartografía y Centros de Votación. “No explican cuántas Juntas Receptoras de Votos y electores integraban estos Centros de Votación, y no dan a conocer qué circunscripción electoral son esos centros”, explicó el experto. 

La reducción de estos Centros de Votación se dio principalmente en “Jinotega, Matagalpa y Managua, tres de las principales plazas electorales del país”, según recoge el informe del observatorio ciudadano electoral. 

Al experto le llama la atención que de un padrón de 5,095,747 en las elecciones de 2017, cuatro años después se pase a uno de 4,347,340 sin explicar claramente las causas. “Es más, supone que el padrón crece cada año en al menos 100,000 nuevos electores, y deberíamos tener un padrón de al menos de 5,5 millones de electores”, resalta el experto electoral. Para él, los 748,407 electores desaparecidos implican dos cosas: “primero pasaron al padrón pasivo, pero según los datos del CSE no cuadran, ya que el padrón de 2021 está integrado por un padrón activo de 2,121,894 hombres y 2,225,446 mujeres para un total de 4,347,340”.

“¿Dónde están los 748,407?”, se pregunta.   

El experto sostiene que, por elemental obligación y transparencia, las autoridades del poder electoral “deben explicar si estos 748,407 electores son personas fallecidas, personas que emigraron y no votan desde hace más de diez años… o si es población penal con sentencia firme y están privados de su derecho al voto. Y si se incluye toda la gente que se exilió del 2018 a la fecha, debe explicar las razones técnicas de depuración del padrón, si le podemos llamar depuración a esta medida que no ha sido explicada”.  

A juicio del experto electoral, ante la ausencia de explicaciones técnicas y datos creíbles del poder electoral, y luego de los fraudes realizados del 2008 a la fecha, “podemos sospechar que estos cambios en el padrón y la cartografía electoral oficializan el ratón loco y desaparecen sin explicación 748,407 electores modificando los CV y JRV del país donde siempre han perdido”. 

En las filas de verificación

Verificación bajo hostigamiento, cambios en centros de votación y nutrida asistencia
Miguel Andrés | Divergentes

En el Colegio Público Experimental México, Marina, una mujer de 57 años que pide ser identificada así por temor a los miembros del Frente Sandinista de su barrio, manifestó su insatisfacción por la dinámica de las filas. En este Centro de Votación ubicado en el distrito VI de Managua había unas 70 personas cuando lo visitamos.

“Yo vengo a ver si estoy”, dijo Marina. Estaba incómoda, molesta… se quejó del régimen Ortega-Murillo y el control que ejerce sobre el poder electoral. “Estoy segura que, después que me muera, voy a estar en el padrón todavía dos elecciones más y alguien va a votar por mí”, criticó Marina.

Mientras esperaba su turno para ser verificada, Marina expresó su simpatía por Cristiana Chamorro, la precandidata presidencial detenida por el gobierno. “Como no ha empezado el silencio electoral, pues vamos con Cristiana”, dijo la mujer. “Quien sabe si la liberen, ojalá”, le dice otra señora de la fila. Chamorro es parte de los aspirantes a la presidencia de oposición que permanecen privados de libertad. De hecho, las capturas de opositores no cesan ni durante la jornada de verificación ciudadana. El sábado 25 de julio al veterano político y también precandidato presidencial de la oposición, Noel Vidaurre, fue indiciado por “traición a la patria”. 

Llaman por alfabeto

En otro punto de Managua, en el Colegio Julia Herrera de Pomares había electores alborotados. No se vieron filas, aparte de las de adultos mayores y embarazadas. “Aquí hay mayores de edad esperando”, reclamó una mujer. Un funcionario del poder electoral llamó a personas con apellidos de la A a la F y una parte de los que esperaban se quejaron por el descontrol ocasionado por este funcionario. “Háganlo por la fila, respeten”, gritó una mujer. “Ideay pero no respetan la fila”, demandó otra persona.  

Carlos, un ciudadano de 21 años que prefirió identificarse así, también se encontraba a la expectativa en su Centro de Votación en el Colegio Cristo Rey. La poca afluencia de personas en este punto era notoria, apenas había seis personas en la fila. Un aula accesible para los electores visitantes. En los colegios Primero de Mayo y Rubén Darío los visitantes eran casi nulos. 

Carlos critica que el padrón electoral “se ha convertido en un documento casi secreto por disposición del Consejo Supremo Electoral” y que solamente los partidos políticos tengan acceso a la misma “es un elemento de opacidad que solamente alimenta la desconfianza”.  

Trabajadores del Estado obligados

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Miguel Andrés | Divergentes

El control partidario sandinista de los Centros de Votación ha sido excesivamente notorio durante la jornada de verificación ciudadana. En la entrada principal del Colegio Público 14 de Septiembre se vieron motorizados identificados por pobladores de la zona como “paramilitares”. Estaban apostados y atentos a lo que sucedía a su alrededor. Observaban a quienes iban llegando al Centro de Votación. 

En el portón de la escuela, una mujer preguntó al equipo de DIVERGENTES a qué medio pertenecían y sus nombres. Inmediatamente hizo una seña a otra mujer que se encargó de perseguir al periodista y fotógrafo. Mientras el fotoreportero captaba a ciudadanos verificándose, la mujer fotografió al equipo con su celular.

Minutos más tarde el equipo salió del aula. Otra mujer, visiblemente menor de edad que la otra, ordenó al fotoreportero de DIVERGENTES eliminar las fotografías que había tomado. “Si querés hacer fotos aquí donde hay gente”, dijo en tono fuerte. 

El escenario fue similar en la mayoría de Centros de Votación visitados por este equipo. Personas identificadas como simpatizantes del sandinismo hacen presencia, no hacen filas, observan a quienes llegan y toman fotos. 

Una denuncia anónima a este medio de comunicación por parte de un militante del partido sandinista revela que los trabajadores del Estado están siendo obligados a acudir a la verificación ciudadana.“Una vez verificado reportar por SMS”, es parte de la orientación que les trasladaron. En el reporte que deben enviar les solicitan nombre, cédula y Centro de Votación al que asistieron. 

En el Colegio Público Salvador Mendieta llegó una camioneta Hilux. Llevaba puesta una bandera del FSLN en el techo. El hombre que conducía bajó a una anciana. Una mujer la llevó hacia el interior de este Centro de Votación.


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