Alertas de huracán en Honduras y Nicaragua ante formación de tormenta Sara

Se espera que Sara se convierta en tormenta tropical este jueves y continúe fortaleciéndose a medida que se mueva cerca de la costa de Centroamérica

Huracán Nicaragua
Captura de imagen del recorrido del sistema meteorológico proyectado a convertirse en la tormenta tropical Sara. Divergentes | Tomada de El New York Times.

Partes de Honduras y Nicaragua se encuentran este miércoles bajo alerta de huracán ante la probable formación de Sara, que sería la décimo novena tormenta con nombre en la temporada ciclónica del Atlántico, que concluye oficialmente el próximo 30 de noviembre.

Los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, en inglés), con sede en Miami (Florida), prevén que el sistema mantenga un movimiento hacia el oeste durante los próximos días.

Según la trayectoria pronosticada, el centro del sistema se desplazará a través del Mar Caribe y reducirá su velocidad a medida que se acerca a la costa de Centroamérica.

El potencial ciclón tropical número 19 se encuentra a unos 735 kilómetros (460 millas) al este de Isla Guanaja (Honduras) y a 470 kilómetros (290 millas) de Cabo Gracias a Dios, en la frontera entre este país y Nicaragua.

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Presenta vientos máximos sostenidos de 45 kilómetros por hora (30 millas) y se desplaza hacia el oeste con una velocidad de traslación de 9 kilómetros por hora (6 millas).}

El Gobierno de Honduras emitió una alerta de huracán desde Punta Castilla hacia el este hasta la frontera con Nicaragua, mientras que este segundo puso bajo vigilancia una zona que va desde la frontera con Honduras hacia el sur hasta Puerto Cabezas.

Se espera que el sistema se convierta en la tormenta tropical Sara este jueves y continúe fortaleciéndose a medida que se mueva cerca de la costa de Centroamérica, señaló el NHC en su boletín más reciente.

Huracán Nicaragua
Captura de imagen sobre la proyección de la ruta del sistema previsto para la formación de la tormenta tropical Sara. Divergentes | Tomada de El New York Times.

Hasta principios de la próxima semana se esperan fuertes precipitaciones sobre el norte de Honduras que pueden causar “inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y ser potencialmente catastróficas”, especialmente a lo largo de la Sierra La Esperanza y cerca de ella.

Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, en inglés), la temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó oficialmente el 1 de junio y finaliza el próximo 30 de noviembre, tendrá una actividad “por encima” del promedio, con entre 8 y 13 huracanes, de los cuales entre 4 y 7 serían de categoría mayor.

Desde que comenzó la temporada de este año se han formado once huracanes: Beryl, Debby, Ernesto, Francine, Helene, Isaac, Kirk, Lesley, Milton, Óscar y Rafael, de los cuales Beryl y Milton alcanzaron la categoría 5, la máxima en la escala de intensidad Saffir-Simpson. 

La región del Caribe Norte de Nicaragua ha sido históricamente vulnerable a los huracanes debido a su ubicación geográfica, en la franja tropical donde se desarrollan sistemas meteorológicos intensos.

Esta región, que incluye los departamentos de Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) y la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS), enfrenta frecuentes impactos de fenómenos climáticos extremos que generan lluvias torrenciales, inundaciones y vientos destructivos.

En noviembre de 2020, los huracanes Eta e Iota golpearon con especial dureza la Costa Caribe de Nicaragua, causando uno de los desastres naturales más devastadores en la historia reciente del país.

Los huracanes Eta e Iota llegaron con menos de dos semanas de diferencia, lo que agravó aún más las afectaciones.

Eta, de categoría 4, dejó a su paso miles de viviendas destruidas y de personas desplazadas y una crisis humanitaria debido a las dificultades en el acceso a alimentos, agua potable y atención médica. Iota, que siguió una trayectoria similar, impactó zonas ya gravemente afectadas, con inundaciones que arrasaron comunidades enteras y empeoraron la situación de infraestructura.


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