El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, “ha hecho volar el sistema democrático de un plumazo” y ha provocado “un retroceso en la libertad de expresión nunca visto desde el inicio de la democracia” en el país, afirma en una entrevista Carlos Dada, fundador del periódico El Faro.
Este medio de comunicación digital corre en estos momentos “un grave peligro” y podría llegar a desaparecer, ahogado por la campaña de acoso y derribo impulsada desde el Gobierno salvadoreño, según denuncia Dada. El periodista visitó esta semana la ciudad española de Barcelona (noreste) para recoger el XIV Premio Antoni Traveria a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, que otorga la Fundación Casa América de la región de Cataluña.
El periódico que cofundó hace 23 años “siempre ha ejercido una posición crítica -defiende- y ha tenido problemas con el poder por denunciar casos de corrupción y abusos”. Pero “nunca como ahora el Gobierno había conseguido el control de los tres poderes del Estado y los había utilizado para acallar a los críticos”, según Dada.
“Pretenden imponer el silencio y, de hecho, El Salvador ya ha entrado en un exilio silencioso, pero nosotros vamos a seguir utilizando la palabra porque es resistencia”, asegura.
Una palabra que cada vez tiene más dificultades para ser expresada, según el director de El Faro, quien recuerda que pesan sobre el periódico varias demandas judiciales y auditorías “que no tienen ninguna base real y sólo buscan” silenciarles. Además, los periodistas de ese medio han sido objeto en los últimos tiempos de “amenazas, agresiones, seguimientos y espionaje” por parte del Gobierno, dice.
“Estoy preocupado por la seguridad del equipo -reconoce Dada-, pero si nos tocan a nosotros, que no es improbable, sería más escandaloso, por eso estoy más preocupado por nuestras fuentes. Con tanto espionaje es difícil proteger a las fuentes y hay que tener en cuenta que el presidente ha prohibido hablar con nosotros a todos los empleados del Gobierno y a su gabinete”.
“No hay garantías constitucionales”
“Apoyado por su popularidad, Bukele ha impuesto un autoritarismo que amaga con convertirse en una dictadura y, lamentablemente, no soy optimista respecto al futuro inmediato”, añade el periodista.
La reciente reforma legal en la que se ha apoyado el presidente para cesar a un tercio de los jueces del país “ha puesto el poder judicial en sus manos”, según Dada. “Ahora él controla la Fiscalía, la policía, los jueces y la Corte Suprema, por lo tanto, no hay garantías constitucionales ni es necesario probar el delito para detener y encarcelar”, sostiene.
El presidente de El Salvador “ha desmantelado el sistema judicial y no ha habido consecuencias -insiste- y ahora no hay quien le pare”. En su opinión, Bukele dispone de “una maquinaria de propaganda” que es una de las razones, “no la única”, de sus altos índices de popularidad. Un ejemplo de la manera como el Gobierno salvadoreño maneja la información es el caso de las maras (bandas criminales).
Desde el inicio de su mandato “efectivamente el porcentaje de muertes ha bajado mucho. El Gobierno dice que es debido al incremento de patrullas policiales, pero nosotros hemos publicado -comenta el director- que se está negociando con las maras de espaldas a la ciudadanía”.
La publicación de esta información, “que no es una investigación periodística de ‘El Faro’, sino del fiscal que fue destituido”, tal como aclara Dada, es una de las causas de la persecución que sufre el periódico, según la directora adjunta del medio español elDiario.es, Neus Tomàs, encargada de presentarlo en la entrega del premio.
Una persecución difícil de sobrellevar, según el director de El Faro, pero a la que el periódico está haciendo frente “con rigurosidad informativa”, que es lo que les da “credibilidad y la visibilidad internacional” que les protege.