Mientras Washington no termina de sacudirse del terremoto político que ha causado la filtración masiva de datos secretos del Pentágono, en Centroamérica la influencia de China crece cada día más. De hecho, en uno de los documentos filtrados en Discord —una plataforma de grupos de videojugadores—, se aborda la preocupación de la administración estadounidense ante las “conversaciones” sostenidas en 2022 por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo con una empresa de ingeniería china, que plantea “ofrecer acceso naval a Beijing a cambio de inversión económica”.
La fuga de información, que todavía sigue siendo materia de investigación penal y militar en Estados Unidos, arrojó datos que demuestran la creciente influencia de China en Centroamérica. The Washington Post, quien tuvo acceso a los documentos, sostiene que el país asiático y Nicaragua sostuvieron conversaciones secretas para construir un puerto de aguas profundas en el Caribe. Esto le daría una presencia única a la potencia mundial asiática en América.
El 15 de marzo, un mes antes, Honduras se sumaba a la lista de países que rompieron relaciones diplomáticas con Taiwán, reconociendo la existencia de “una sola China”. De esta forma, únicamente Guatemala y Belice son los únicos países centroamericanos que mantienen un vínculo diplomático con Taiwán.
Este sábado, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se reunieron con el titular de la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Cidca), Luo Zhaochi. “El encuentro reafirma la hermandad entre el Gobierno de la República Popular China y el Gobierno de Nicaragua”, destacó la dictadura sandinista. La reunión se celebró en Managua a puerta cerrada después de que Nicaragua firmará acuerdos con China para la generación de energía térmica y para la construcción de viviendas de interés social.
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¿En qué se basa el interés de China?
Para Margaret Myers, directora del Programa de Asia y América Latina del Inter-American Dialogue, los intereses en Centroamérica varían “considerablemente” según el país. “China tiene un interés genuino (y estratégico) en invertir en países como Panamá”, dijo la experta. “En otros casos, los intereses de China se basan en gran medida en reducir la presencia diplomática de Taiwán, pero las empresas chinas no siempre están entusiasmadas por invertir en las economías de algunos de estos nuevos aliados diplomáticos”, agregó.
En Centroamérica existe la percepción de que estos nuevos lazos podrían generar nuevas oportunidades económicas. Sin embargo, este no ha sido el caso para el resto de aliados —a excepción de Panamá y Costa Rica—. “Se firmaron más de dieciséis acuerdos con Panamá cuando ese país rompió relaciones con Taiwán hace algunos años, pero las empresas chinas mostraron interés allí hace dos décadas”, reafirmó Myers.
En el caso de Honduras, las relaciones son motivadas por la esperanza de que el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro podría recibir financiamiento para un nuevo proyecto de represa. “El grado en que estos beneficios se materialicen realmente varía considerablemente caso por caso”, señaló Myers. Nicaragua atraviesa otro tipo de contexto en el que las “bonanzas” económicas con China todavía no son visibles. Más bien, el régimen de Ortega y Murillo ha recibido un fuerte apoyo político en escenarios internacionales.
Un ejemplo de ello fue la intervención de China, que abogó por Nicaragua en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el 4 de abril. El representante de dicho país rechazó la renovación del mandato del Grupo de Experto en Derechos Humanos sobre Nicaragua (Group of Human Rights Experts on Nicaragua, Ghren por sus siglas en inglés) por dos años. “Con un ánimo constructivo (China) se opone a la politización de los asuntos de derechos humanos, a la injerencia de otros bajo el pretexto de los derechos humanos y a la creación de mecanismos específicos. Pedimos que se respete la integridad política y territorial del país y que se le permita juzgar por sí mismo su destino”, aseveró.
Ambas naciones reanudaron relaciones el 10 de diciembre de 2021, rompiendo de esta forma los vínculos diplomáticos con Taiwán, quien anteriormente se perfiló como uno de los principales benefactores del régimen de Ortega y Murillo. En 2020, aportó 27,9 millones de dólares en donaciones bilaterales.
Lo cierto es que la presencia de China en la región tiene una repercusión para los intereses estadounidenses. “La influencia de Estados Unidos se ve profundamente afectada por el compromiso de China con América Latina. Aquellos países de Suramérica que mantienen relaciones económicas extensas con China están muy inclinados a tomar decisiones teniendo en cuenta los intereses de China. En otros casos, China es una alternativa lo suficientemente fuerte como para hacer que las sanciones y otras políticas de Estados Unidos sean en gran parte ineficaces”, remarcó Myers.
Sin embargo, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de países como Nicaragua. El 60% de sus exportaciones van hacia dicho país, según difundió la Embajada de Estados Unidos en Managua en enero de 2023. China y Rusia están en el penúltimo y último lugar, respectivamente, lo cual podría ser un indicador de que las nuevas alianzas del régimen no han generado suficientes frutos como para desplazar la presencia de Estados Unidos en la economía nicaragüense.
Centroamérica, ¿prioridad estratégica para China?
Para Tiziano Breda, investigador experto en Latinoamérica para el Instituto de Asuntos Internacionales (Istituto Affari Internazionali, IAI por sus siglas en italiano), Centroamérica no representa una prioridad para China en lo que concierne al comercio. “China tiene todo el interés en desarrollar puertos y facilitar la creación de rutas de comercio interoceánicas, aunque sean por tierra, para agilizar la posibilidad de llegar a sus productos”, explicó el experto.
Breda también cree que el principal objetivo del presidente chino Xi Jinping es consolidar su influencia en la región y aislar a Taiwán. Básicamente, el apoyo de China hacia sus nuevos aliados centroamericanos se enmarca en lo político. “Hay un soporte frente a esas crecientes tensiones con Estados Unidos. Hemos visto en El Salvador, en un momento en que las relaciones con Washington están muy afectadas, la embajadora Ou Jianhong ha tenido un papel destacado en la inauguración de obras, entre otros”, reiteró.