“CxL decidió todo de forma unilateral”, incluida la fórmula presidencial

Desde su exilio impuesto por el régimen, la abogada constitucionalista María Asunción Moreno dice que Ciudadanos por la Libertad no cumplió los acuerdos y dejó por un lado a la Alianza Cívica para elegir la fórmula presidencial (Óscar Sobalvarro-Berenice Quezada) y los candidatos a diputados.“Las listas (de candidatos) empezaron a cambiar y por eso pedimos reuniones para saber por qué. Pero solo nos respondieron con reprogramaciones. A partir de ahí, CxL había decidido todo de forma unilateral”, insiste la abogada.


El Partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) ha oficializado su fórmula presidencial este miércoles en una convención nacional de esa agrupación: se trata de un comandante de la Contra, Óscar Sobalvarro, y la ex miss Nicaragua Berenice Quezada, una outsider del espectro político sin preparación clara para ocupar ese espacio, en un momento determinante para Nicaragua y la continuación de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

Desde su exilio forzado ante las constantes amenazas y persecución del régimen, María Asunción Moreno, precandidata presidencial y miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, rompió el silencio sobre cómo el partido político Ciudadanos por la Libertad (CxL) incumplió los acuerdos consensuados para la selección de un candidato presidencial y su fórmula, así como la lista de diputados nacionales, departamentales y al Parlamento Centroamericano (Parlacen) a ser electos en los comicios generales del próximo siete de noviembre en Nicaragua, un proceso que hasta ahora carece de condiciones de transparencia y competitividad.  

En esta entrevista en exclusiva a DIVERGENTES también reveló los pormenores de su renuncia al Comité Nacional de Enlace entre la Alianza Cívica y el partido CxL. “Las listas (de candidatos) empezaron a cambiar y por eso empezamos a pedir reunión para saber por qué. Pero solo nos respondieron con reprogramaciones. A partir de ahí, CxL había decidido todo de forma unilateral”, dice la abogada.

En su renuncia menciona que CxL trata de imponer “viejas prácticas antidemocráticas”, ¿a qué se refiere puntualmente? ¿Tiene que ver con la selección de Óscar Sovalbarro?

Yo no he dicho, y quiero aclararlo, que no hay dedazos ni prácticas antidemocráticas. Lo que sí dije es sobre las últimas decisiones. A ver, la Alianza Cívica tiene una posición política clara: hay que buscar una salida cívica y pacífica en la que no haya más presos políticos y más muertos a través de las elecciones. Por eso decidimos hacer con CxL una alianza para participar en esa elección.

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A partir de ahí, se acordó que la Alianza Cívica y CxL iban a conformar un Comité Nacional de Enlace que iba a tener como objetivo el diálogo entre la sociedad civil, que es la Alianza Cívica, una organización en la que habemos ocho sectores representando distintas áreas y un partido político que tiene sus estatutos y funciona como partido. Entonces dijimos bien, vamos a abrir una mesa de diálogo y a eso lo llamamos un Comité Nacional de Enlace para ir construyendo juntos consenso sobre esa salida cívica y pacífica de tal forma que empezamos. 

Efectivamente, nosotros como Comité Nacional de Enlace y CxL trabajamos en establecer un mecanismo de selección de candidato que fuese participativo, incluyente, democrático y obviamente se escuchara a la gente. De hecho, el partido CxL dijo “no vamos a tener candidatos del partido”, te estoy hablando allá por febrero o marzo. Y en la Alianza Cívica, nosotros dijimos que queríamos un mecanismo democrático y de participación ciudadana. 

Ese mecanismo estaba estructurado para inscribir a un ciudadano de a pie como Américo Treminio, que sabemos no es parte de la clase política tradicional, hasta la inscripción de Arturo Cruz. ¿Qué pasó en junio? El dos de junio detienen a Cristiana Chamorro, después detienen a Arturo, a Juan Sebastián Chamorro y, efectivamente, viene toda esta ola de criminalización. A partir de ello empezó un problema de comunicación. Ha sido difícil que la Alianza Cívica y CxL nos reunamos para consensuar, como era el acuerdo. Es decir, elegir quiénes iban a ser los candidatos de la fórmula presidencial y los candidatos a diputados. 

Establecimos un mecanismo, pero el mecanismo ya no se puede aplicar porque las condiciones de represión se han endurecido. Ante ese escenario represivo pensamos en un mecanismo que sería de consenso, pero no pudimos lograrlo. ¿Por qué? Porque la Alianza Cívica, como lo digo en mi carta de una forma muy fiel, no ha atendido nuestros pedidos de reunión. Las respuestas han sido reprogramación, cancelaciones y algunas declaraciones públicas de miembros de CxL que dijeron vamos con los que se inscribieron, pero después han cambiado las versiones. Todas esas decisiones han sido realmente decisiones del partido. Y esa es la razón por la cual, como miembro del Comité Nacional de Enlace, he declinado mi participación. 

¿En qué consisten los acuerdos alcanzados entre la Alianza Cívica y CxL?

Nosotros habíamos llegado a un consenso con CxL, antes de que hubiera estos problemas de comunicación. Quedamos que los candidatos a diputados debían ser electos democráticamente en los territorios, por los liderazgos territoriales, la ciudadanía. En cada uno de los departamentos se hicieron consensos para elegir. Si el mejor liderazgo lo tenía la Alianza Cívica, el candidato tenía que ser de la Alianza. Si el mejor liderazgo de un lugar lo tenía Ciudadanos por la Libertad, se le iba a dar a Ciudadanos por la Libertad. Y si no había un liderazgo en ninguna de las dos organizaciones y había otro, un liderazgo que la Alianza Cívica detectara en la sociedad civil, y dijera “miren él no es de la Alianza Cívica, pero él es la persona que más jala voto en este territorio”, nosotros lo proponíamos y se hicieron unos acuerdos. Todos los acuerdos que se hicieron a nivel nacional al llegar al partido no se cumplieron. Las listas empezaron a cambiar y por eso empezamos a pedir reunión para saber por qué. A partir de ahí, CxL había decidido todo de forma unilateral.

Hablemos sobre su renuncia al Comité…

La razón por la cual me retiro del Comité es porque no se respetan los consensos, no se terminaron de construir tal y como habíamos acordado. Yo no pertenezco ni soy militante de ningún partido político. Yo soy miembro de la Alianza Cívica y por lo tanto, si a la Alianza Cívica no se le ha tomado en cuenta para las listas definitivas, evidentemente yo no puedo avalar esas decisiones que para mí son trascendentales para el futuro de Nicaragua, porque en este caso yo sí creo que los candidatos sí importan, no sólo la casilla. 

Es importante saber quiénes son los candidatos, porque esa es una causa, una motivación suficiente para que la gente salga a votar. Y sobre todo después de una jornada de verificación bastante exitosa. Casi tres millones de nicaragüenses fueron a verificarse. Eso te dice que el pueblo nicaragüense tiene la vocación cívica de buscar una salida a esta crisis a través de las elecciones. 

Pero, efectivamente, tenemos que hacerlo con el espíritu de abril, con una nueva forma de hacer política, con liderazgos nuevos, sobre todo un liderazgo que tenga la legitimidad en su territorio. Y eso es realmente lo que nosotros hemos planteado a CxL no importa si los candidatos son de la Alianza Cívica o no, si queremos líderes de verdad en esa lista y ahí estamos. 

¿Considera que hubo otra opción para elegir al candidato? ¿CxL pudo haber tomado otra alternativa tomando en cuenta el escenario actual?

Yo creo que CxL tuvo la oportunidad y tiene la oportunidad de retomar el consenso con un aliado principal como es la Alianza Cívica y, sobre todo, respetar los acuerdos. De tal forma que, mientras CxL no inscriba a los candidatos ni a su fórmula, ni a los candidatos a las diputaciones, creo que siempre va a tener oportunidad, con menos tiempo, de retomar la vía del consenso y de la práctica democrática. Nosotros no tuvimos nada que ver con las personas que fueron electas en cada departamento, sino que cada departamento de forma independiente y con la sede del partido CxL se reunieron, dialogaron e hicieron consenso. 

Ante ese irrespeto del consenso, ¿qué llamado le hace a Ciudadanos por la Libertad? 

Como es nuestro aliado, todavía le voy a dar el voto de confianza de que construyan una opción electoral creíble para la gente, confiable y que puedan consolidar en este proceso electoral que iniciará pronto a través de la inscripción de candidatos. Que pueda consolidar un liderazgo que motive a la gente a ir a las elecciones. Porque yo estoy clara, tengo la convicción de que la gente quiere votar y que la mayoría de los nicaragüenses 70% y 80% es oposición en Nicaragua… y, ¿qué más mecanismo democrático que darle la oportunidad a ese 70% y 80% de los nicaragüenses de tener una opción electoral en la que ir a depositar su voto de forma masiva?

Ahí tiene el desafío CxL, poner en esa lista gente de confianza y que tenga credibilidad en la población. Hasta el momento no hemos podido conversar con CxL para poder retomar los consensos y entonces están tomando decisiones unilaterales. Mi llamado es realmente que cumpla con el desafío.  

Dentro de los consensos hay un acuerdo con CxL, que también es público. Nosotros vamos a votar por la vía electoral. Vamos a ir evaluando en cada etapa si continuamos o no continuamos. Y yo creo que también CxL debe tener presente eso. Una vez inscritos los candidatos, debemos seguir exigiendo condiciones mínimas que establecen los estándares internacionales del proceso electoral. Ir evaluando el camino si se sigue participando o no en un proceso electoral que realmente está lleno de cantidad de anomalías, de irregularidades y sin duda, recrudecimiento de la represión.

¿Qué opina del escenario actual ahora que se ha exiliado?

No soy partidaria de que, al día de hoy, nos demos por vencidos y que desistamos de seguir haciendo esa lucha. En este caso pedir a la comunidad internacional mayor presión, porque los nicaragüenses estamos haciendo lo nuestro. Esa ciudadanía que salió a verificar, necesita también un apoyo internacional que obligue al régimen de Ortega a darnos un proceso electoral libre. 

La abstención no cambia gobiernos, mucho menos regímenes autoritarios. El voto nulo no va a sacar a Daniel Ortega, pero una elecciones y una votación masiva sí va a sacar a Ortega. También si Ortega se la roba, va a ocasionar que inmediatamente sea un gobierno sin legitimidad que no debe estar, por ejemplo, en la Organización de Estados Americanos (OEA). Si él se roba las elecciones y comete un fraude ante un voto masivo, yo estoy segura que la comunidad internacional declarará ilegítimas esas elecciones. Esa es parte de la resistencia que nosotros tenemos desde la Alianza Cívica, hacer la lucha cívica hasta el último momento. 

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