El Departamento de Estado de los Estados Unidos instó al régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo a fortalecer sus mecanismos de seguridad para enfrentar el narcotráfico, en un contexto en que la colaboración entre las agencias de vigilancia del país norteamericano y Nicaragua se encuentran en punto muerto, debido a la falta de colaboración desde el orteguismo.
“Estados Unidos insta a la dictadura de Ortega-Murillo a garantizar que sus agencias de seguridad tomen medidas responsables para identificar y detener apropiadamente a aquellos involucrados en el tráfico ilícito de narcóticos”, cita un comunicado enviado por el Departamento de Estado de Estados Unidos en respuesta a una consulta de DIVERGENTES.
En contrapeso, el Departamento de Estado resaltó la estrecha colaboración que tienen con las entidades de Costa Rica en su combate en contra del narcotráfico. “La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) mantiene una sólida colaboración con el gobierno y el sector judicial costarricenses para combatir a las organizaciones narcotraficantes que intentan transportar drogas a través del territorio costarricense con destino a Estados Unidos”, señala el comunicado del Departamento de Estado.
“INL colabora estrechamente con las agencias policiales estadounidenses, como la DEA, el FBI, la Guardia Costera y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), para apoyar a las fuerzas del orden costarricenses en la interdicción de drogas y el procesamiento penal de delincuentes. Estas colaboraciones han resultado en importantes incautaciones de narcóticos y numerosos arrestos en los últimos años, incluyendo el desmantelamiento de tres grupos de tráfico de fentanilo, lo que demuestra la eficacia de nuestra colaboración para desmantelar las operaciones de narcotráfico”, añade.
Un reporte especial de DIVERGENTES explicó como el retiro de la agencia federal estadounidense derrumba por completo uno de los principales eslóganes de la dictadura de Ortega y Murillo: que ejecutan una eficiente estrategia “de muro de contención” contra el narcotráfico en Centroamérica.
El retiro de la DEA
Estados Unidos, en un informe titulado “Estrategia Internacional de Control de Narcóticos”, anunció el retiro en Nicaragua de la Administración de Control de Drogas, conocida por su siglas en inglés como DEA, debido a “falta de cooperación” del régimen sandinista en el combate contra el narcotráfico, que encuentra en este país una ubicación estratégica en Centroamérica para el trasiego de estupefacientes.
“Las violaciones de los derechos humanos y la corrupción rampante en Nicaragua han llevado a Estados Unidos, la Unión Europea y otros países a imponer sanciones económicas y suspender la asistencia en materia de seguridad.
Como resultado, Nicaragua se ha vuelto menos cooperativa en la lucha contra el tráfico de drogas y a menudo ignora las solicitudes de información rutinarias. Estados Unidos pondrá fin a las operaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en Nicaragua en 2025, en parte debido a la falta de cooperación de las agencias nicaragüenses”, sostiene el informe, divulgado en marzo de 2025.
Con la baza del “muro de contención”, los Ortega-Murillo llevan años tratando de convencer a Estados Unidos sobre su importancia en la región para detener el flujo de estupefacientes. Hasta este anuncio, se trataba de una de las pocas sintonías firmes que quedaban entre Managua y Washington, ya que mantienen una tensa relación bilateral. Pero con el retiro de la DEA no sólo se quiebra eso, sino que Estados Unidos pone en duda la efectividad y el compromiso nicaragüense para contener el narcotráfico.
La cacería de “El Diablo”
Un caso que refleja la falta de cooperación entre las agencias de seguridad nicaragüenses y estadounidenses son las andanzas de la narcotraficante costarricense Alejandro Arias Monge, alías “Diablo”.
La Embajada de Estados Unidos en Managua advirtió que el criminal podría estar oculto en Nicaragua, lo cual es compartido por los organismos de seguridad de Costa Rica.
La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado bajo el Programa de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (TOCRP por sus siglas en inglés), dispuso 500 000 dólares por información que conduzca al arresto o condena, en cualquier país, de “Diablo”.
“Arias es el líder de una violenta organización criminal transnacional y el fugitivo más buscado en Costa Rica. Arias tiene múltiples órdenes de captura en Costa Rica por narcotráfico, robo, homicidio agravado y lavado de dinero. Según la Administración para el Control de Drogas (DEA), Arias ha conspirado con numerosos narcotraficantes y organizaciones del narcotráfico para transportar cargamentos de cientos de kilogramos de cocaína procedente de Colombia”, cita el anuncio del Departamento de Estado.
En febrero de 2025, durante un acto en el que fue “atornillado” para un nuevo período como jefe de la Policía de Nicaragua, el primer comisionado Francisco Díaz, quien también es consuegro de Ortega y Murillo, destacó la supuesta efectividad de la estrategia del “muro de contención” en conjunto con el Ejército Nacional.
“Durante el período 2018–2024, a través de la implementación de la estrategia del muro de contención en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, en articulación con nuestros hermanos del Ejército de Nicaragua, Ministerio Público, Procuraduría y los órganos judiciales, hemos logrado evitar que en nuestro País, se establezca base social o logística del crimen organizado. En el período 2018-2024 hemos incautado 28.22 toneladas de cocaína y 23.96 toneladas de marihuana”, resaltó en su discurso el jefe policial.
Díaz asumió la jefatura de la Policía en 2018, después de la remoción de Aminta Granera, aunque ya ejercía el cargo por las vías de hecho desde hace unos años antes. Fue sancionado ese mismo año por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos señalado de uno de los principales responsables de las violaciones a los derechos humanos cometidos durante las protestas.
Un reporte especial de fact-cheking de DIVERGENTES detalló como cada año que pasa las incautaciones de droga por parte de Nicaragua van en descenso, mientras países como Costa Rica y Panamá destacan por el incremento de su efectividad en las incautaciones de estupefacientes.
El régimen sandinista lleva años ocultando el rastro de la droga y el dinero incautado en Nicaragua. Durante los cinco años previos a 2023, la Policía Nacional incautó cerca de 60 millones de dólares a narcotraficantes, pero decomisó una cantidad ínfima de droga en comparación con el resto de países de Centroamérica.
El movimiento se registra en las rutas habituales del narco a través de Nicaragua, sin arrestar a ningún capo. En contra de lo que la ley establece, las autoridades no dan información sobre el destino del dinero ni sobre la droga decomisada en los operativos.