El Consejo Supremo Electoral (CSE) realizará este sábado 24 y domingo 25 de julio la verificación ciudadana, un ejercicio en el que los y las nicaragüenses asisten a los Centros de Votación para confirmar si aparecen o no en el padrón electoral activo. Aunque la actividad genera desconfianza en la ciudadanía, porque forma parte de un proceso que apunta a ser fraudulento, la Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL) ha insistido a la población para que aproveche este espacio no solo para lo previsto, sino para desafiar a la dictadura.
Si bien la verificación presencial será el fin de semana, el CSE habilitó una página web para que los ciudadanos con acceso a internet verifiquen la ubicación de su Centro de Votación. La plataforma, sin embargo, no ha funcionado bien. Los pobladores han denunciado una serie de anomalías que emulan de antemano el fenómeno del “ratón loco”.
En esta entrevista con DIVERGENTES, Jasson Salazar, secretario técnico de la Alianza Cívica y miembro del Comité de Enlace con el partido Ciudadanos por la Libertad, habla sobre la importancia de la verificación ciudadana, el impacto que puede tener previo al proceso electoral, y comenta sobre la estrategia que tiene el partido en este proceso electoral previsto a realizarse el siete de noviembre de este año.
La Alianza CxL tiene previsto anunciar su fórmula presidencial la próxima semana en una convención política que todavía no tiene día ni hora establecida. A lo interno del partido se barajan dos nombres para ser el candidato: Óscar Sobalvarro y Daysi George, integrante de la Alianza Cívica. La presentación de candidatos, de acuerdo con el calendario electoral, es entre el 28 de julio y el dos de agosto. Luego hay un período de revisiones e impugnaciones que termina el 18 de agosto con la publicación de candidatos presidenciales y a diputados.
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Buena parte de la población ha manifestado que participar en el proceso de verificación es validar el fraude electoral que ejecutará el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. ¿Por qué, aunque no existen garantías mínimas para las elecciones, ustedes insisten en que es muy importante que la población participe de este proceso?
Es importante que la ciudadanía salga a verificarse porque primero, no es un regalo, es un derecho que tenemos los nicaragüenses. Segundo, porque es importante que la gente se movilice y que el régimen tenga presente que la mayoría de los nicaragüenses son antisandinistas, que están en contra del Estado actual y sobre todo, porque debemos tomarlo como un punto de partida de protesta y de resistencia cívica. Es la oportunidad que tenemos para que la gente se movilice en masividad.
¿Cuál es el impacto que podría tener la verificación masiva en un proceso electoral que desde su inicio ha sido irregular?
Es importante para que la gente salga del padrón pasivo y se traslade al padrón activo. Es importante también para que la gente sepa exactamente cuál es su Centro de Votación y para realizar los cambios de domicilio y que le quede más cerca de su casa o su trabajo. Y es importante también porque en términos técnicos, en la medida que la gente salga del padrón pasivo, el CSE se verá obligado a imprimir más actas y más boletas, porque en teoría ellos imprimen todas la boletas de las personas que están el padrón activo, no de las personas que están en el padrón pasivo. Y eso es importante porque en el caso que haya un voto masivo, que es a lo que nosotros aspiramos, esa persona no se quedará sin la boleta.
Pero la ciudadanía no parece tener esa motivación que ustedes han expresado en sus canales de comunicación. El régimen mantiene encarcelados a más de cien presos políticos, incluidos seis precandidatos presidenciales, y Ortega dijo que son criminales. Es decir, no existen garantías.
Nosotros como Alianza Ciudadanos por la Libertad esperamos que la próxima semana, que vamos a presentar nuestra inscripción de candidaturas, el electorado pueda animarse de alguna manera. Ya sabemos que las condiciones son hostiles, adversas, estamos claros, no nos engañamos. Pero de lo que estamos claros también es que tenemos que seguir luchando y que tenemos que seguir batallando. Porque nosotros sabemos que no hacerlo, no garantiza que los presos van a salir, no garantiza que los nicaragüenses vamos a volver a la normalidad. No hay garantía firme de eso. Lo mínimo que podemos hacer es pelear hasta el final.
La lucha que ustedes plantean evidentemente es con el apoyo de la población, pero ¿cómo pretenden convencer a las personas de que las elecciones de 2021 no serán iguales a las anteriores en las que se ha demostrado el fraude electoral?
Mirá, es justamente caer en el juego del régimen. Tenemos que hablar con estadística. Nosotros estamos claros que el régimen mantiene una militancia con un número significativo disciplinado que va a salir a votar, que esa no es la mayoría de los nicaragüenses, pero va a salir a verificarse y va a salir a votar. La mayoría de los nicaragüenses no tienen el espíritu de salir a verificarse. Hay muchos comentarios como ese. Cuando caemos en ese tipo de cuestiones, es cuando caemos en la trampa. Hay una mayoría de la ciudadanía que es apática a la política y al Estado actual.
Entonces lo que tenemos que hacer ahorita es una lucha entre democracia y dictadura. Y es sencillo, esto es un plebiscito. El día de las elecciones vos vas a votar: o salís de la dictadura votando en contra de Ortega o te quedás en tu casa, no votás, y Daniel se queda más tranquilo. Lo que hay que hacer es salir a votar.
El desánimo y la desmovilización es lo que el régimen quiere que permanezca en la población. El desaliento de que no hay por quién votar, no hay opción política, no hay condición. Eso es lo que el régimen quiere venderle a la gente. Eso es una política de terror. No podemos caer en eso. Lo que tenemos que hacer es salir masivamente. Aquí todos los nicaragüenses, no importa de qué clase social, hemos arriesgado mucho. Y entonces lo que no podemos hacer es ponérsela fácil. Debemos de salir y afrontarlo.
¿Pero con las actuales condiciones electorales, al participar en el proceso de verificación, por ejemplo, no se está aportando a la normalidad que pretende imponer el gobierno sandinista? Muchos pobladores con los que hemos conversado han asegurado que votarían en noviembre si los jueces, en este caso el CSE, fuesen apolíticos, sin embargo, no es así.
Aquí hay una cuestión significativa y tiene que ver con la estadística. Si la mayoría de los nicaragüenses salen a votar, sería un escándalo (un fraude) si ocurre. En la última elección del 2016 nadie salió a votar, y cuando el gobierno dijo que la mayoría de los nicaragüenses salieron a votar, sabíamos que no era cierto.
Entonces hay una mayoría movilizada y desde abril de 2018 hasta acá hay una mayoría democrática que quiere salir del régimen, que tal vez es apática a alguna clase política, pero de alguna manera es anti régimen. Yo te voy a decir algo con franqueza sin tanta palabrería. Los gobiernos duran cinco años, en cinco años se tienen que ir. Quizá las opciones que están no son de tu agrado, está bien, tenés derecho a disentir. Pero qué preferís, ¿una opción distinta o Daniel? Honestamente yo prefiero votar en contra de Ortega. En 1990 la gente votó por salir de la guerra, del estado en que estaba.
Pero en 1990 había observación electoral y garantías mínimas. Este año no tenemos ni eso. La observación internacional tiene un peso fundamental al momento de validar o no una elección.
Dentro del calendario electoral hay una actividad para el tema de la observación. Obviamente está dentro de nuestra posición contar con la observación nacional e internacional, es importante, de eso no hay duda alguna. Yo creo que nadie está dudando de eso. Obviamente que las condiciones son adversas.
La apuesta de la Alianza CxL es que la ciudadanía salga a verificarse y luego voten masivamente por el candidato que represente a esta organización. Pero eso genera más dudas. Apostar por esto sería validar un proceso que a todas luces apunta a ser fraudulento.
Todavía no podemos hablar de validar el proceso, porque validar un proceso es después de… y hasta ahí no hemos llegado. Lo que estamos haciendo es evacuar la mayoría de las etapas del calendario electoral. Yo te voy a hablar con franqueza. ¿Muchos de los precandidatos de nuestra elección están presos? Por supuesto que lo están. ¿Reconocemos que muchos de los precandidatos que gozaban de más simpatía están presos? Estamos clarísimos de esa situación. No somos ajenos. ¿Pero qué podemos hacer? ¿Podemos decir ya no vamos, ya no sigamos? No podemos. Tenemos que seguir trabajando, porque aquí hay una cuestión fundamental. Hay líderes locales que no son visibles y tienen mucho auge a nivel local y eso se traduce a nivel de votos. Nosotros tenemos buenos liderazgos a nivel departamental y eso es importante para nosotros. Entonces también tenemos que trabajar esa parte y eso no se ha detenido.