Fuentes ligadas al gobierno de Joe Biden aseguraron a la Agencia Reuters que están trabajando con socios internacionales para preparar nuevas sanciones que podrían imponerse en respuesta a las elecciones sin competencia del siete de noviembre en Nicaragua. El pasado 22 de octubre, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, emitió en un comunicado afirmando que las próximas elecciones programadas para el siete de noviembre en Nicaragua “carecen de credibilidad” debido a que Ortega ha incumplido su “compromiso” con la democracia.
“El presidente Ortega y la vicepresidenta (Rosario) Murillo han incumplido este compromiso al orquestar unas elecciones adulteradas, carentes de credibilidad, al silenciar y detener a los opositores”, reza el texto. El actual mandatario “intenta establecer una dinastía autoritaria que no tenga que rendir cuentas con el pueblo nicaragüense”, sostuvo el jefe de la diplomacia estadounidense.
Hasta el día de hoy, Washington y sus aliados han elevado las acciones contra el régimen sancionando a más de 30 funcionarios allegados a Ortega, quien de lograr un nuevo período tal y como se vaticina, cumpliría dos décadas completas en el poder de forma consecutiva.
Asimismo, Estados Unidos ha revocado visas a más de 150 parlamentarios de la Asamblea Nacional, así como a sus familiares. Lo mismo ha ocurrido con jueces, señalados de “socavar” la democracia en Nicaragua.
Recibe nuestro boletín semanal
Posible afectación al acuerdo comercial
El gobierno de Estados Unidos también ha comenzado una revisión de la participación de Nicaragua en un acuerdo de libre comercio de América Central y ya ha detenido el apoyo a cualquier actividad de “desarrollo de capacidad comercial” que se considere beneficiosa para el gobierno de Ortega, confirmó a Reuters un alto funcionario del Departamento de Estado bajo condición de anonimato.
“Continuaremos utilizando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para promover la rendición de cuentas de quienes apoyan los abusos de derechos humanos del régimen de Ortega y los ataques a la democracia nicaragüense”, dijo el funcionario del Departamento de Estado.
Otros funcionarios estadounidenses han advertido que la membresía de Nicaragua en el acuerdo comercial regional CAFTA-DR, que da un trato preferencial a las exportaciones centroamericanas a Estados Unidos, podría estar en peligro si Ortega amaña las elecciones a su favor.
Por otro lado, fuentes aseguran que también hay preocupaciones dentro del gobierno de que la eliminación de Nicaragua pueda empeorar la situación económica del país así como agudizar la situación humanitaria de los nicaragüenses, fomentando una mayor migración hacia la frontera entre Estados Unidos y México. Alrededor de la mitad de las exportaciones nicaragüenses se dirigen hacia Estados Unidos, con aranceles bajos en virtud del CAFTA-DR.