Este jueves 27 de enero, a las 12 del mediodía, Juan Orlando Hernández dejó de ser el presidente de Honduras tras ser nombrada en ese cargo Xiomara Castro, esposa del expresidente José Manuel Zelaya Rosales (2006-2009). Sin dejar pasar muchas horas, Hernández fue juramentado como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), que es el órgano regional permanente de representación política y democrática del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
El expresidente Juan Orlando Hernández fue juramentado por el presidente del Parlacen, el nicaragüense Guillermo Daniel Ortega Reyes, quien fue electo en ese cargo para el período 2021-2022, en una sesión que se desarrolló a través de Zoom, en la que también juramentaron al exdesignado presidencial Ricardo Álvarez, cuestionado en Honduras por actos de corrupción, entre estos el proyecto infructuoso conocido como “Trans-450”.
El presidente Guillermo Daniel Ortega Reyes es presidente del Partido Unidad Cristiana y también es pastor evangélico, según el diario digital Nicaragua Investiga, en septiembre de 2020, Guillermo Ortega conformó una alianza electoral con el Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN) que es liderado por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Guillermo Daniel Ortega Reyes encabezó este jueves una comitiva del Parlacen para presenciar la toma de posesión de la presidenta Xiomara Castro acompañado del vicepresidente del Parlacen Engels Pineda y de la secretaria Nelsy Mencias.
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Esta semana, la congresista estadounidense Norma Torres indicó en un artículo publicado en Contracorriente, que había escrito una carta al Departamento de Justicia de los Estados Unidos aconsejando acusar y extraditar de forma inmediata al expresidente Hernández para ser enjuiciado por cargos de tráfico de drogas.
«Hernández fue identificado como co-conspirador en el caso de su hermano aquí en Estados Unidos y el Departamento de Justicia dijo que el presidente Hernández tuvo un papel de liderazgo en una violenta conspiración para el narcotráfico patrocinado por el Estado. Ahora debemos buscar justicia para todas las personas -americanas, hondureñas y otras- que fueron dañadas por su gobierno», escribió la congresista Norma Torres.
El abogado Raúl Pineda Alvarado, experto en temas constitucionales, dijo a Contracorriente que los diputados del Parlacen tienen una inmunidad fundamentada en el Tratado de Viena y en el Tratado Constitutivo. Esa inmunidad es válida en Centroamérica con excepción de Costa Rica y Panamá. «Es una inmunidad relativa porque la experiencia nos dice que en cuanto un diputado del Parlacen tiene un problema, el pleno rápidamente le quita el fuero y somete a los tribunales.», explica.
Raúl Pineda no está tan de acuerdo de que el Parlacen vaya a proteger totalmente a Juan Orlando Hernández contra una eventual solicitud de extradición. «Eso de que es un refugio para la impunidad es una expresión retórica que no siempre está ajustada a la verdad, todos los diputados al Parlacen que han tenido problemas legales han sido desaforados», sostuvo.
Algunos expresidentes, como el salvadoreño Mauricio Funes, no contaron con la misma suerte de Juan Orlando Hernández pues el Parlacen negó incorporarlo al organismo inmediatamente cesara su mandato, tal y como recoge El Faro en una nota de prensa. Existen precedentes importantes del retiro de la inmunidad otorgada por el Parlacen, como ocurrió en Guatemala en 2004 cuando la Corte Constitucional de dicho país declaró inconstitucional la inmunidad de la que gozaban algunos altos funcionarios. Esa decisión afectó al expresidente guatemalteco Alfonso Portillo y al exvicepresidente Juan Francisco Reyes, quienes fueron procesados y condenados por casos de corrupción.
En Honduras, son elegidos 20 diputados mediante elección popular en las elecciones generales, pero hay otros dos diputados más: el presidente y vicepresidente saliente o, en su defecto para el caso hondureño, el designado presidencial saliente, quienes pueden pasar a ser diputados del Parlamento Centroamericano si así lo desean.
«El presidente de Honduras, una vez que termina su período, envía una nota manifestando su intención de incorporarse al Parlacen, aunque hay presidentes como Ricardo Maduro que no quisieron incorporarse», expone Raúl Pineda, quien agrega que en el caso de Hernández, una vez ya juramentado pasó a tener las prerrogativas, privilegios e inmunidades que tienen los diputados nacionales.
Juan Orlando Hernández pasa a ser compañero de Mauricio Oliva Herrera y de José Benedicto Santos Castro quienes estarán en el Parlacen después de que fueron inscritos en las elecciones generales, lo cual violentó las prohibiciones contempladas en el artículo 115 de la Ley Electoral de Honduras que indica que no se puede inscribir como candidatos a cualquier cargo de elección popular a personas que hayan participado en el mismo período electoral.
Mauricio Oliva, expresidente del Congreso Nacional, administró el hemiciclo legislativo durante dos períodos consecutivos, 8 años, criticado por estar altamente cooptado por el expresidente Juan Orlando Hernández Alvarado y haber aprobado leyes como un nuevo Código Penal —que rebajó penas de corrupción y narcotráfico—, ley de secretos, ley orgánica de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), entre otras, todas consideradas nocivas.
En la lista de hondureños que integran el Parlacen, se encuentran funcionarios como el exdiputado del Congreso Nacional hondureño Juan Carlos Valenzuela, quien fue mencionado en la Lista Engel del Departamento de Estado en la que se señaló a personas de El Salvador, Guatemala y Honduras que participaron en corrupción, acciones que socavan procesos o instituciones democráticas y en el bloqueo de investigaciones. También es parte de ese órgano Nilvia Castillo, una exregidora de Tegucigalpa que enfrentó un proceso de antejuicio por malversación de 28 millones de lempiras junto al exalcalde de Tegucigalpa Nasry Asfura.
¿Puede Juan Orlando Hernández ser extraditado siendo diputado del Parlacen?
Raúl Pineda Alvarado establece que la inmunidad que obtiene Juan Orlando Hernández al ser diputado del Parlacen, no tiene la eficacia que algunos creen hasta el punto de garantizar la impunidad por ciertos años.
«Esta inmunidad solamente funciona cuando [la persona] esté en uno de los países centroamericanos, en tanto no sea desaforado por el Parlacen. Una vez que se recibe una solicitud de extradición, el gobierno que recibe la petición notifica al Parlacen y este hace el procedimiento que está establecido y lo puede desaforar perfectamente. Una vez que le quitan el fuero, el país que integra el sistema de integración centroamericana, en este caso Honduras, pues lo entrega al país donde existe ese requerimiento», explicó Alvarado.
Pineda Alvarado dice que Juan Orlando Hernández tiene dos opciones: «vivir tranquilo su retiro de la política, disfrutando de su capital en Lempira y la otra opción es que los norteamericanos lo sometan a juicio. ¿Qué va a pasar con él?, es difícil saberlo. Aunque sí puedo decirle que antes del mes de junio va a haber una resolución sobre ese tema.».
El experto en derecho internacional, Joaquín Mejía Rivera, dijo a Contracorriente que el Parlacen se ha convertido en un elefante blanco que «no sirve absolutamente para nada». Para lo único que ha servido, expone Mejía, es para «recibir a personas perseguidas por la ley, por narcotráfico y corrupción, y eso es lamentable».
Entre los expresidentes centroamericanos cuestionados por corrupción que ingresaron inmediatamente al Parlacen y lograron inmunidad, figuran el guatemalteco Jimmy Morales, con casos de corrupción aún en investigación; el salvadoreño Norman Quijano a quien ya le retiraron la inmunidad y el panameño Ricardo Martinell quien también se encuentra investigado por diversos casos de corrupción
Joaquín Mejía dice que una de las medidas que debería de asumir la presidenta Xiomara Castro, quien tomó posesión este jueves en horas del mediodía, es repensar el papel de Honduras en el Parlacen, como lo ha hecho Panamá y Costa Rica, en el caso de este último, nunca ha querido pertenecer a ese órgano.
En relación con Juan Orlando Hernández y sus posibles problemas legales por los problemas con Estados Unidos —expone Joaquín Mejía— por sus vínculos con narcotráfico, no le sirve de nada ese tipo de inmunidad porque Estados Unidos respeta lo que tiene que ver con la inmunidad en el ámbito nacional de los países, pero la inmunidad del Parlacen solo sirve para los países de Centroamérica.
«Lo que está claro es el acercamiento de Juan Orlando Hernández desde hace varios años con el régimen de Daniel Ortega y eso posiblemente tenga un fin muy concreto. También recordemos que Nicaragua se ha convertido en un refugio para expresidentes, ex primeros ministros que están siendo acusados de corrupción en sus países, ahí tenemos el expresidente salvadoreño Mauricio Funes, que es un ejemplo claro, y de otros países que están ahí. Hay que comprender que esa relación tan cercana que han tenido en los últimos años y posiblemente tiene que ver con eso», afirmó Joaquín Mejía.
Publicado originalmente en Contracorriente.