Cada vez que se realizan las compras o se llena el tanque de gasolina los precios ya no son los mismos. Todo se siente más caro y muchos expertos culpan a la “inflación”. La inflación no solo está ocurriendo en Nicaragua, ya que el aumento en el costo de la vida se ha vuelto un fenómeno global tras los efectos económicos provocados por la pandemia de Covid-19 y, más reciente, la invasión rusa a Ucrania.
Pero primero, ¿sabes qué es la inflación? y ¿cómo se mide?
La inflación es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionada con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados por un periodo de tiempo prolongado.
Cuando hay inflación en una economía, es muy difícil distribuir los ingresos, pagar las deudas, planificar un viaje o invertir en algo rentable, ya que los precios, que eran una referencia para asignar el dinero de la mejor manera posible, están distorsionados.
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Esto se mide a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC), dado que es necesario saber a qué ritmo aumentan los precios y aplicar medidas para frenar este incremento. En Nicaragua, el IPC está compuesto por más de 500 productos, divididos en 12 categorías. Cada producto y categoría posee un aporte al índice según su importancia.
El descalabro económico mundial
En enero de 2022 se reportó que esta ola inflacionaria tenía un factor común para todos los países: los atascos en las cadenas de suministro que transportan los productos por los mares del planeta. Es decir, una “crisis de los contenedores” que ha provocado gigantescas disrupciones globales con barcos esperando semanas en los puertos para descargar sus productos y un histórico aumento en las tarifas del transporte marítimo.
Sumado a eso, la guerra entre Rusia y Ucrania ha contribuido mayormente a este fenómeno. A pesar de que el volúmen de negocios de Rusia con América Latina es bajo en comparación con otras regiones del mundo, hay ciertos sectores productivos que están siendo afectados por la guerra.
Con la guerra, los precios de las materias primas se han disparado, especialmente el petróleo, los productos agrícolas y los metales. A primera vista eso beneficia a países petroleros como Brasil, Colombia y Ecuador, y a países exportadores de granos como Brasil y Argentina.
A esta fórmula se suman dos factores esenciales: el aumento en el precio de la energía y de los alimentos. Luego, cada país tiene sus propios problemas, devaluaciones de la moneda local y conflictos internos.
Países como El Salvador y Estados Unidos han adoptado medidas económicas para combatir la inflación mundial. En el caso de El Salvador, el presidente Nayib Bukele anunció el 10 de marzo la implementación de 11 medidas ante la inflación mundial y de esa manera mejorar las condiciones económicas de la población, como también el comercio y la cadena de suministros, al reducir los costos de producción, logística y aranceles. Sin embargo, por ahora no ha dado resultados claros en El Salvador.
Por otro lado, la inflación en Estados Unidos es la más alta de los últimos 40 años y por esa razón la Reserva Federal (FED) inició sus reuniones este miércoles 16 de marzo con una de las tareas más difíciles que le puede tocar a un banco central: aumentar las tasas de interés lo suficiente para enfriar la inflación, pero no tanto para que la economía caiga en recesión.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó un comunicado este 15 de marzo: “Más allá de causar sufrimiento humano y flujos históricos de refugiados, la guerra en Ucrania está elevando los precios de la energía y los alimentos, alimentando la inflación y pesando sobre el valor de los salarios, al tiempo que interrumpe el comercio, las cadenas de suministro y las remesas en los países vecinos de Ucrania”.
Como resultado, la invasión de Ucrania por parte de Rusia afectará a la economía mundial al desacelerar el crecimiento y provocar un aumento de la inflación, y podría alterar fundamentalmente el orden económico mundial a largo plazo, dice el FMI.
Los funcionarios del FMI han asegurado que esperan revisar a la baja su pronóstico anterior, que preveía un crecimiento económico mundial del 4,4 % en 2022. En el comunicado publicado el martes, insinuaron que es probable que sus tasas de crecimiento regionales previstas también se revisen a la baja. Se espera que el FMI publique estas previsiones revisadas el 19 de abril.
¿Qué pasa con Nicaragua?
A pesar que el gobierno no ha implementado ninguna medida para paliar contra la inminente inflación, al menos la semana pasada empresas petroleras decidieron congelar los precios de los combustibles generando cierto alivio para los bolsillos de la población nicaragüense, ya que se preveía un nuevo incremento significativo en los combustibles.
En 2021, la inflación nacional acumulada fue de 7.21%. Según las proyecciones se preveía que para el 2023 la tasa de inflación del país centroamericano permaneciera estable en un 3,5%, pero esto podría cambiar debido a los recientes acontecimientos.
En febrero de 2022 se elevó el IPC en Nicaragua. La tasa de variación anual del IPC en febrero de 2022 ha sido del 7,75%, una décima superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC ha sido del 0,9%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 1,6%.
Según el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), en la inflación mensual nacional (correspondiente al mes de febrero) se observó que diez de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC mostraron alzas, y solo dos una disminución.
Entre las divisiones con mayores alzas en sus precios destacaron: los alimentos y las bebidas no alcohólicas, el transporte y la educación. Mientras que, las divisiones que registraron disminuciones de precios fueron recreación y cultura, y comunicaciones.
En la división de alimentos y bebidas no alcohólicas, hubo un aumento de precios al limón (55,49%), frijol (7,15%) y aceite para cocinar (2,91%). En transporte, se registró aumento de precios en la gasolina (3,72%), diésel (5,87%) y compra de motocicleta nueva (6,74%).
La inflación ascendió a 1,62% en estos dos primeros meses con respecto al 1,11% del año anterior. Esto refleja que los precios este año están subiendo a mayor velocidad que en el 2021, que también fue un año en que la vida en Nicaragua se encareció más.
Expertos en economía aseguran que la recuperación que se esperaba para mitad de este año en relación a la ola inflacionaria está ahora más distante producto de la crisis de la guerra que ahora envuelve mayormente a Europa.
A pesar de esas proyecciones, el día de hoy 16 de marzo, el sancionado presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, aseguró que la economía del país crecerá entre un 4 y 5% durante el 2022, mientras que la inflación se mantendrá en el rango de 5 y 7%.