Ministerio de la Mujer, la silla más “caliente” del gabinete orteguista

La nueva titular del Ministerio de la Mujer es Lucien Nahima Guevara Argüello, quien antes estaba al frente del Ministerio de la Juventud. En 2024, han habido tres ministras de esta institución. Hace tan solo dos meses, la ministra era Tamara Vanessa Martínez Sarantez, quien acaba de renunciar al puesto

Ministerio de la Mujer
Ilustración por Divergentes

Tras la renuncia de Tamara Vanessa Martínez Sarantez como titular del Ministerio de la Mujer (Minim) y la aprobación de Lucien Nahima Guevara Argüello como la nueva representante del cargo, ya son 12 directoras y ministras que ha tenido esta institución desde la llegada de Daniel Ortega al poder en 2007.

Martínez Sarantez había sido nombrada ministra apenas el pasado 13 de mayo de este año. Es decir, solo estuvo dos meses y medio en el puesto, siendo uno de los cambios más rápidos de esta institución.

Las constantes renuncias y destituciones de las titulares del Minim no son nuevas, ya que es una de las instituciones del país con mayores reemplazos en sus representantes. El Minim incluso ha tenido tres titulares diferentes en un mismo año, tal como en el 2007 y ahora en el 2024. Hasta ahora el nombramiento más corto ha sido de 32 días.

Por su parte, la titular que más ha durado en el cargo fue Jessica Yaoska Padilla Leiva, quien fungió como ministra por cuatro años y medio, desde noviembre de 2019 hasta mayo de 2024. Actualmente es embajadora ante República Dominicana.

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Ministras provienen de otras instituciones del Estado

Ministerio de la Mujer, la silla más

La ex-ministra, Tamara Martínez, tenía el cargo de la Dirección Nacional de Educación Artística y Cultural del Ministerio de Educación, antes de integrarse al Minim. Divergentes | Tomada de medios oficialistas

Las funcionarias nombradas ministras del Minim regularmente provienen de otras instituciones o son cambiadas a otros ministerios, aunque no tengan formación académica o laboral para desempeñar su nueva área de trabajo.

Por ejemplo, la nueva ministra del Minim, Lucien Nahima Guevara Argüello, fue titular del Ministerio de la Juventud (Minjuve) desde el 22 de abril de 2022, hasta su reciente cambio al Minim. Ahora la nueva ministra del Minjuve es Darling de los Ángeles Hernández Castro.

Tamara Vanessa Martínez Sarantez, antes de ser nombrada titular del Minim en este año, era la responsable del programa Televisión Educativa, transmitido por el estatal Canal 6. Después de su renuncia no se ha hecho público sobre si continúa trabajando en el Estado.

Mientras Jessica Yaoska Padilla Leiva, previo a su llegada al Minim, fue ministra consejera con funciones consulares ante la embajada de Costa Rica. Anteriormente a estos cargos, Padilla era una reconocida miembro de la Juventud Sandinista, espacio político en el que también estuvieron otras titulares del Ministerio de la Mujer.

De esa manera, todas las ministras llegadas al Minim tuvieron otros puestos que no solo no tenían relación con la defensa de los derechos de las mujeres —la principal función del Minim—, sino que también fueron nombramientos fugaces, en el que no lograron huellas importantes en el ejercicio de su trabajo.

Cambios de titulares vuelve débil a las instituciones

Los nombramientos frecuentes y pasajeros de titulares Minim, al igual que otras instituciones del Estado, son un ejemplo del nepotismo dentro del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que lejos de buscar a personas cumplan con buen desempeño las funciones de su cargo, solo buscan premiar la fidelidad política al FSLN. 

“Cuando nombran a estas mujeres para ser ministras del Ministerio de la Mujer, el régimen no quiere que desde su posición velen por los derechos de las mujeres, que cumplan con celeridad las demandas de las mujeres, o que hagan cambios importantes dentro del Estado. Solo buscan premiar a la más obediente y cuando esta no cumple, entonces la cambian y la degradan a otro puesto en el Estado”, explica, una activista por los derechos de la mujer, quien solicitó anonimato para evitar represalias de la dictadura orteguista.

Esta movilidad debilita aún más las instituciones y las vuelve más inefectivas en sus funciones. Además de la movilidad, el hecho de que las nuevas representantes no tengan experiencia en el área de trabajo demuestra que solo llegan a cumplir órdenes de otros funcionarios, expresa la defensora.

“Si la institucionalidad del Estado en Nicaragua ya es débil, esto sólo lo debilita más. No podés trabajar en un lugar donde despiden a la gente a cada rato, o donde la trasladan de puesto todos los días. No podés trabajar en un lugar donde tenés un jefe diferente cada mes. La gente no puede hacer su trabajo en esas condiciones”, añade.


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