Minsa utiliza eufemismos para disfrazar estadísticas de desnutrición infantil en Nicaragua

El Ministerio de Salud dejó de usar el término “niños identificados con desnutrición” en los comunicados del Plan Especial de Seguimiento a la Nutrición de Niños, después de la publicación de una nota realizada por DIVERGENTES. Ahora, los llama “niños atendidos en mejora de su estado nutricional”. Según especialistas, estos términos son “eufemismos” que utiliza la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo para ocultar la problemática de la desnutrición infantil en el país

Minsa desnutrición
Ilustración por Divergentes

El Ministerio de Salud (Minsa) cambió el término con que identificaba a los menores de edad con síntomas de desnutrición aguda, según los últimos comunicados referidos al avance del Plan Nacional de Seguimiento al Estado Nutricional de los Niños entre 0 a 6 años. 

Hasta el 13 noviembre de 2023, el Minsa señalaba a estos niños y niñas explícitamente como “identificados con desnutrición aguda”, de acuerdo a sus comunicaciones. Sin embargo, tras la publicación de un reporte especial de DIVERGENTES sobre esos datos, el Minsa cambió esta información por “atenciones a niños para vigilar y mejorar su estado nutricional”.

Este cambio no solo fue aplicado en los nuevos comunicados, sino en todos los anteriores hasta julio de 2023, cuando se comenzaron a publicar.

Anteriormente al comunicado del 13 de noviembre, el Minsa reportaba  117 912 “niños identificados con desnutrición aguda”; ahora indica que hubo 117 912 “atenciones a niños para vigilar y mejorar su estado nutricional”.

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Desde el 9 de julio de 2023, hasta el 3 de febrero de 2024, 177 469 niños y niñas menores de 6 años han recibido atenciones “para vigilar y mejorar su estado nutricional”, señala el Minsa, acorde a la nueva forma de referirse a la desnutrición infantil aguda.

Ahora no hay niños “desnutridos”, sino niños “atendidos”

Minsa utiliza eufemismos para disfrazar estadísticas de desnutrición infantil en Nicaragua
El Minsa tiene el compromiso de llevar las estadísticas de desnutrición infantil, expone Ana Quirós. Divergentes | Foto tomada de Unicef.

Este cambio en la nomenclatura se trata de un “eufemismo” para “disimular” los datos de desnutrición infantil, lo que violenta el compromiso estatal e internacional del Minsa de brindar las estadísticas de salud con veracidad, señala la experta en salud pública, Ana Quirós.

“El Minsa tiene la obligación de llevar estos datos de una forma veraz y verificable. Para eso tienen el apoyo y los recursos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Unicef, y de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Sin embargo, el carácter profesional del Ministerio de Salud, apegado a los estándares internacionales, se ha reducido”, explica.

De acuerdo con la especialista, este cambio pretende mostrar un discurso en el que no hay niños “desnutridos”, sino “atendidos o en mejora”.

“Con ese cambio nos quieren ocultar lo que está sucediendo realmente. Nos quieren mostrar que están siendo efectivos, cuando no podemos saber si su situación nutricional no solo ha mejorado, sino que claramente puede haber empeorado, porque la capacidad adquisitiva de la población nicaragüense va en clara disminución”, añade.

Objetivo es ocultar la realidad de la desnutrición infantil

Minsa utiliza eufemismos para disfrazar estadísticas de desnutrición infantil en Nicaragua
En siete meses el Minsa ha identificado a 177 469 niños y niñas menores de 6 años “para vigilar y mejorar su estado nutricional”, según sus comunicados. Divergentes | Foto tomada de Unicef.

Por su parte, un sociólogo y analista de datos que solicitó el anonimato para evitar represalias de la dictadura, expone que el Minsa debe apegarse a la nomenclatura internacional y a las categorías de salud en cuanto a la información epidemiológica. Es decir, que el Minsa tiene la obligación de llamar a la desnutrición como tal, y denominarla de otras maneras.

“Que no utilicen las nomenclaturas exigidas es un punto de alerta, porque trae el riesgo de invisibilizar, ocultar y usar eufemismos para esconder las cifras de desnutrición infantil. El número de atendidos no dice nada, no dice qué cuadros clínicos atendieron, ni qué metodologías utilizaron para definir su estado nutricional”, señala.

Según el sociólogo, es peligroso que el Minsa utilice este tipo de ambigüedades,  porque es a partir de este tipo de estadísticas que el Estado realiza planes para atender las necesidades de la población. “Si tenés a la puerta un problema de desnutrición, es porque también hay un problema con seguridad alimentaria y pobreza, pero eso no se puede atender si no se lleva ese tipo de datos adecuadamente”, explica.

Quirós también señala que los datos de desnutrición infantil son unos de los datos de salud más importantes en un país, porque es un indicador de la situación de salud en general, sobre todo de la niñez.

“Es un dato importante porque los niños con desnutrición desde la primera infancia ya llevan afectaciones en términos de su desarrollo físico, mental y cognitivo. Y si no se trabaja eso, se está condenado a las generaciones futuras a un déficit en el desarrollo y a una capacidad intelectual menor de la que pudieron haber tenido”, expresa.

No es primera vez que Minsa manipula la información

Minsa utiliza eufemismos para disfrazar estadísticas de desnutrición infantil en Nicaragua
Un hombre con tapabocas durante la pandemia del coronavirus. Divergentes | EFE

Quirós indicó que no es la primera vez que el Minsa utiliza eufemismos y manipulaciones para administrar los datos de salud del país, sino que forma parte de una política del ocultamiento de datos mantenida históricamente por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y que se ha intensificado desde la crisis sociopolítica. 

La última situación en que se dejó en evidencia la manipulación de los datos del Minsa fue durante la pandemia del coronavirus, cuando las personas infectadas no eran calificadas como enfermas de coronavirus, sino de pulmonía u otras enfermedades respiratorias, recuerda el sociólogo y analista de datos. 

La última vez que ocurrió abiertamente fue en la pandemia de Covid-19. Las estadísticas de covid fueron el gran destape de la manipulación de las estadísticas y en este caso de salud pública. Solo lo calificaban dentro de enfermedad respiratoria, si bien es cierto que es eso, en términos de una pandemia no estaban acordes”, explica.

Minsa no es la única institución que disfraza información de salud

Otra institución que realizó un cambio en la forma en que se leen los datos fue el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), en el Compendio de Estadísticas Vitales sobre las edades de las mujeres que dan a luz.

El Minsa ya había realizado este cambio años atrás, al dejar de desagregar las edades quinquenales de las niñas y adolescentes que son madres, y ubicarlas dentro de una sola categoría como “menores de 20 años”. No obstante, el INIDE era la única institución en la que se podía saber específicamente cuántas niñas entre los 10 y 14 años, así como adolescentes entre los 15 y 19 años, dan a la luz cada año en Nicaragua.

Minsa utiliza eufemismos para disfrazar estadísticas de desnutrición infantil en Nicaragua
El Minsa está comprometido a brindar estadísticas veraces, recuerdan especialistas. Divergentes | Tomada de El 19 Digital.

Aunque la división quinquenal de las edades todavía existe, el INIDE cambió la categoría de niñas entre los 10 y 14 años por la de “menores de 15 años”. Según activistas feministas, ésta también es una manera de ocultar la gran problemática de los embarazos infantiles y la violencia sexual.

“No quieren admitir que hay niñas de 10, 11 o 12 años pariendo, prefieren que te quedés con la referencia de los 15 años y que pensés que son adolescentes, pero no con la realidad de que son niñas pariendo”, explican.

De acuerdo con el último informe del Compendio Estadísticas Vitales 2021-2022 de INIDE, al menos 27 098 adolescentes y niñas se convirtieron en madres, esto representa el 22.3% de este segmento en todo el país.


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