Muere Álvaro Conrado sin ver justicia por el asesinato de su hijo

La Asociación Madres de Abril confirmó la noche del viernes el fallecimiento del padre del adolescente mártir de las protestas antigubernamentales, Alvarito Conrado. El organismo destacó que Álvaro Conrado padre desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la asociación y como dirigente fue un ejemplo y fuente de inspiración en la lucha por la justicia y la verdad en Nicaragua

Álvaro Conrado padre muestra una foto de su hijo asesinado en su casa de habitación en Managua. Foto cortesía de Miguel Andrés.

Álvaro Conrado Avendaño pasó los últimos cinco años de su vida exigiendo y esperando justicia por el asesinato de su hijo Alvarito, de 15 años, a manos de un francotirador de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en abril de 2018, cuando iniciaron las protestas antigubernamentales. Su lucha culminó la noche de este viernes tras fallecer por causas aún desconocidas, confirmó la Asociación Madres de Abril (AMA), de la cual era presidente.

A través de un comunicado, la organización de familiares de víctimas lamentó la muerte de su presidente y destacó que Conrado desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la Asociación y como dirigente fue un ejemplo y fuente de inspiración en la lucha por la justicia y la verdad.

“Su incansable trabajo y compromiso con la esperanza colectiva de un futuro mejor para todos/as, así como para la No Repetición de lo acontecido a partir de la represión estatal sufrida desde abril del 2018, nos servirá de inspiración, luz y guía para continuar su legado”, escribió AMA, que una vez más se vio “conmovida” por el deceso del ciudadano.

Alvarito Conrado, de 15 años, fue asesinado el 20 de abril de 2018, durante el tercer día de protestas en Nicaragua. Al adolescente le negaron la atención médica en un hospital de la capital. Desde entonces, su padre mantuvo una férrea demanda de castigar a los responsables de la muerte de su hijo, cuyo crimen sigue impune.

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El caso del adolescente conmovió a la comunidad nacional e internacional por su desgarradora frase “me duele respirar”, dicha minutos antes de morir. A partir de esas imágenes, en Nicaragua aumentaron masivamente las movilizaciones exigiendo justicia por los asesinados en ese contexto de represión.

La abogada Yonarqui Martínez, que desde el 2018 se dedicó a defender a los presos políticos y los familiares de las víctimas, es una de las defensoras que acompañó la lucha que libró Conrado, y asegura que pese a las afectaciones de salud que el ciudadano sufría, derivadas de la muerte de su hijo, nunca dejó de exigir justicia.

Martínez manifiesta que la impunidad, la falta de cambio de gobierno y el recrudecimiento de la represión, son factores que van calando no solo en la salud física, sino también emocional de las personas que han perdido un ser querido.

“A medida que los años pasan y los familiares no ven justicia, sienten una frustración enorme, y dentro de ese daño colateral que implica la impunidad, hay afectación física y psicológica, porque son personas que están sometidas a un estrés constante de querer justicia, de seguir luchando, de no desmayar, y vienen presentando diferentes enfermedades, depresión, ansiedad”, expone la abogada.

Martínez reflexiona que como defensores de derechos humanos y como pueblo, lo único que queda es seguir exigiendo justicia para que estos crímenes no queden impunes. “Estamos totalmente claros que el camino no es fácil, pero tampoco nos priva de seguir luchando por esa anhelada justicia, que no es un regalo, es algo que nos pertenece y que se nos ha arrebatado”.

Al fallecimiento de Conrado también reaccionó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), organismo que se comprometió a seguir denunciando los abusos del régimen “hasta alcanzar lo que don Álvaro demandó y muchos padres siguen exigiendo: justicia para sus hijos asesinados por el régimen Ortega-Murillo”.

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El padre Edwing Román, expárroco de Masaya y ahora exiliado en Estados Unidos, también expresó su solidaridad a la familia por la muerte de Conrado. “Falleció sin ver justicia por el crimen a su hijo Alvarito, dirigido por la dictadura de Nicaragua”, lamentó el religioso. 


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.


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