Ante la confirmación de cuatro variantes (Alfa, Gamma, Delta y Beta) de preocupación y la alerta generada por la llegada de Ómicron al continente americano, médicos independientes piden al Ministerio de Salud (Minsa) “transparencia e información fidedigna” respecto a la situación de la Covid-19 en Nicaragua. Ómicron es la última variante de SARS-CoV-2 en ser detectada y la que más ha mutado hasta la fecha. El domingo 28 de noviembre, Canadá informó la llegada de esta cepa a América, y en los países de la región se encendió la preocupación. Médicos especialistas independientes no descartan la llegada de esta a Nicaragua. Es por eso, que un especialista recordó que desde mayo, el Minsa cuenta con reactivos e insumos necesarios para el tamizaje y detección de variantes de la SARS-CoV-2 gracias la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Evitar desinformación, noticias falsas, pánico, especulación y promover las medidas sanitarias de prevención más efectivas como es el uso de mascarillas, distanciamiento social e higiene de manos”, apuntó un especialista de forma anónima.
El estudio titulado “Un correlato inmune de la infección por SARS-CoV-2 y la gravedad de las reinfecciones” realizado por la Universidad de Michigan de Estados Unidos, junto con el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR) del Minsa, reveló que entre abril y octubre de 2021, en Nicaragua predominaron las variantes de preocupación: Gamma y Delta. Sin embargo, las autoridades sanitarias nacionales admitieron la existencia de estas hasta mediados de noviembre, es decir, seis meses después de recibir dicha tecnología.
El epidemiólogo Leonel Argüello enfatizó que “las variantes son más importantes en término de que son más contagiosas, más agresivas y pueden escaparse en parte del efecto de la vacuna”, manifestó. “No es lo mismo que una variante pase de una persona enferma a cuatro, que contagie a ocho. La velocidad de transmisión es mucho mayor y por lo tanto más dañina”, añadió. Los galenos instaron a no continuar con la política de “secretismo y ocultamiento de datos reales de la pandemia”. El tener información “nos va orientando sobre cómo tenemos que ir controlando esta enfermedad”.
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Invertir recursos en prevención y vacunas
Hasta septiembre de 2021, el Minsa solo había ejecutado el 20.5% (correspondiente a 1,029.0 millones de córdobas de un total de 5,014.7 millones de córdobas disponibles) del Presupuesto Covid-19, pese al impacto de la pandemia que como consecuencia registró un alto pico de casos, muertes y demanda de vacunación. “El bajo nivel de ejecución de los fondos presupuestarios indica que no se está dando prioridad a la contención o al control de esta epidemia, y hay que recordar que este virus también afecta el comportamiento de otras enfermedades”, recordó Argüello.
Según el estudio científico realizado por la Universidad de Michigan, en el primer análisis realizado entre octubre y noviembre de 2020, la protección contra la reinfección sintomática en personas que ya se habían contagiado era del 93.6%. Sin embargo, tras el segundo brote la protección bajó a 69.2%. Además, comprobó que es necesaria la aplicación de la vacuna para reducir la carga viral del SAR-CoV-2.
El epidemiólogo Argüello también sugirió se “debe aumentarse la oferta de vacunas, las que son ampliamente efectivas y confiables para acentuar la confianza en la población, hacer campañas que promuevan la vacunación en niños y adolescentes que son el grupo que menos se ha vacunado por la desconfianza del tipo de inyectable que se le ofrece y son un grupo clave para controlar la pandemia”, indicó.
Los médicos también instaron a que los recursos disponibles deberían invertirse fundamentalmente en prevención de esta enfermedad. “Debe ir encaminado a la prevención, campaña educativa, mejorar la confianza en la población en las vacunas que ofrecen y comprar medicamentos realmente efectivos”, dijo el especialista de forma anónima. Además, sugieren que las autoridades sanitarias en Nicaragua deben de dejar de promover “su protocolo obsoleto y desactualizado” que promueve el uso de medicamentos no efectivos y peligrosos. “Deberían estar trazando una estrategia para adquirir anticuerpos monoclonales y estar atentos en cuanto se produzca masivamente (reciba autorización de emergencia) el medicamento Paxlovid de Pfizer que reduce hasta en 80% las complicaciones de la Covid-19”, finalizó.