La historia que están por escuchar es el reflejo de un sistema que deja a las víctimas en la impunidad. A diferencia del resto de episodios que componen esta temporada, las personas que cometieron las acciones que están por narrarse forman parte de la estructura estatal. En teoría, no deberían ser criminales.
Es imposible no abordar el contexto político alrededor de las tres muertes que enlutó para siempre a la familia Reyes Ramírez, porque sus asesinos pertenecen a un Estado autoritario, que deja en la desprotección a su población.
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