Policías y simpatizante del FSLN únicos votantes en Matagalpa

“La gente no va a venir, porque no está de acuerdo con todo lo que han hecho. Yo vine a votar nulo”, expresó una pobladora.

Escuela Perfecta E. Pérez, en Matagalpa, con poca presencia de votantes en el inicio de la jornada electoral sin competencia. Foto: Divergentes

Matagalpa amaneció en silencio. Las calles a las 6:30 de la mañana estaban algo vacías. Pocos carros circulaban por las avenidas y en los centros de votación, quienes hacían filas en su mayoría eran oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional y trabajadores del Gobierno. Desde muy temprano las patrullas acarrearon a los armados hasta las Juntas Receptoras de Votos (JRV). Aunque no había largas filas, la orden fue votar primero para luego realizar el patrullaje en la zona.

El centro de votación de la Escuela Perfecta E. Pérez fue uno de los sitios donde llegaron los oficiales. Luego de que salieron de las JRV el lugar quedó vacío. Entre las 7:30 y las 9:15 de la mañana pocos votantes llegaron al lugar. DIVERGENTES preguntó a Karen Larios, coordinadora de una junta, el por qué los ciudadanos llegan a cuenta gotas.

“En la mañana había muchos votantes. Y también estamos trabajando de forma ordenada cuidándonos por la pandemia. Pero no está vacío, están viniendo y saliendo”, expresó Larios a pesar de que en el centro de votación solo habían unos cuantos votantes y habían más procuradores electorales que ciudadanos.

Los pocos asistentes que llegaron a la Escuela Perfecta desistieron de hablar con los medios de comunicación. “Está rápido”, expresó una ciudadana que pidió no le hicieran fotos. “Vamos a ver cómo salen las cosas”, dijo un señor de la tercera edad que avanzó rápido por las calles vacías de Matagalpa.

Recibe nuestro boletín semanal

“Yo vine a votar nulo”

En los centros de votación había mucha tensión. Algunos de los entrevistados respondieron con temor a las preguntas de los periodistas. “Muy bien, estaba bien, pero voy rápido, no me puedo quedar”, dijo un poblador.

La mayoría de los que llegaron a votar, eso sí, eran adultos de la tercera edad. Javier Blandón, de 77 años, aseguró que el proceso era cívico y que esperaba que continuara igual. Sobre los siete precandidatos presos y los opositores detenidos prefirió no responder y se marchó rápidamente.

Una ciudadana que pidió omitir su nombre, expresó que comparado con la elección de 2006, la cantidad de gente en las JRV era mucho menor y que el ambiente electoral era nulo, y que ni siquiera se parecía a los comicios de 2016, cuando Ortega se reeligió por segunda vez para un tercer periodo consecutivo.

“La gente no va a venir, porque no está de acuerdo con todo lo que han hecho. Yo vine a votar nulo, pero no puedo andar divulgando esto”, expresó la ciudadana, quien llegó acompañada con otras personas que dijeron que tampoco creen en lo que catalogan farsa electoral.

En este centro de votación el equipo de DIVERGENTES fue expulsado por dos operadores del Frente Sandinista. Ambos cuestionaron el por qué tomamos fotos y entrevistamos a los votantes que salían de las urnas.

“Va jalado, va jalado. Nada tenés que andar haciendo aquí”, espetó uno de los operadores, mientras hacía señales a otros sujetos para que llegaran al punto. En los demás centros de votación se prohibió la entrada al equipo periodístico. Alrededor de las 10:00 de la mañana las calles de Matagalpa tenían un poco más de movimiento. Eso sí, las JRV permanecían vacías sin señales de que los ciudadanos llegaran a votar.

Siga leyendo:


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.