Los 222 presos políticos que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desterró y arrebató de su nacionalidad por ser considerados “traidores a la patria”, aterrizaron en el aeropuerto de Dulles, en Washington, y luego fueron trasladados hasta el Hotel Westin donde fueron sometidos a exámenes médicos exhaustivos para valorar su estado de salud.
Los opositores que ahora están bajo la tutela de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, también respondieron algunas preguntas de inteligencia y posteriormente pudieron reunirse con sus familiares y brindar algunas declaraciones a los medios de comunicación.
En redes sociales circulan las primeras imágenes de los ahora exreos políticos, en las que se ven desmejorados físicamente. De hecho, esta redacción conoció que en el avión chárter que venían los opositores también viajaba una delegación de seis médicos. La mayoría de ellos permanecieron detenidos por años en los sistemas penitenciarios del país bajo constantes torturas físicas y psicológicas.
“Quiero agradecer a Dios, a todas las instituciones, abogados y países que han hecho posible este milagro de la libertad. Estamos muy agradecidos porque 222 personas pudimos salir de la dictadura que oprime nuestro país”, fueron las primeras palabras de Juan Sebastián Chamorro a medios de comunicación en las afueras del hotel.
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El exaspirante a la presidencia, que permaneció durante 20 meses en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), El Chipote, relató que ese tiempo pasó totalmente incomunicado. Además, aseguró que los presos desconocían las intenciones del régimen de desterrarlos.
“En la noche de ayer nos montamos a unos buses, no sabíamos dónde íbamos, la cárcel Modelo estaba cerca del aeropuerto y pensamos en algún momento que íbamos allá, pero los tres buses doblaron hacia la derecha y así nos dimos cuenta que íbamos a salir volando del país, aunque no sabíamos dónde”, dijo Chamorro.
Dagmar Thiel, directora de Fundamedios, estuvo en el Hotel Westin y comentó a DIVERGENTES que hubo un ambiente “extremadamente emotivo”: Abrazos, alegría, cánticos. “El primer grupo que llegó al hotel son los más conocidos políticamente… el ambiente es muy emocionante. Hay nicaragüenses residentes aquí en Washington que les están dando la bienvenida, algunos tienen familiares y es un momento muy emocionante”, compartió Thiel.
Destierros “abren las puertas al diálogo”
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que “la liberación”, o destierro de estos 222 nicaragüenses “abre la puerta al diálogo” entre Washington y Managua, y agregó que estos acontecimientos son “producto de la diplomacia estadounidense” y que su país continuará apoyando a la ciudadanía.
“La liberación de estos individuos es un paso constructivo para enfrentar los abusos de derechos humanos en el país y abre la puerta al diálogo”, dijo el líder de la diplomacia estadounidense en un comunicado.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, confirmó que los 222 presos políticos aceptaron viajar a Estados Unidos de forma voluntaria. Según apuntó, las autoridades estadounidenses se aseguraron antes de que subieran al avión de que “cada uno de ellos deseaba viajar a Estados Unidos”.
Price aclaró que, si bien la expulsión de los presos fue “una decisión unilateral del Gobierno nicaragüense” no negociada con Washington, Estados Unidos “aceptó recibirlos”.
“Estamos orgullosos de recibirlos en Estados Unidos. Es un paso positivo y constructivo del Gobierno Nicaragua, pero no es la panacea a las preocupaciones que tenemos sobre Nicaragua”, dijo el portavoz.
“Desterrados, pero libres”
Para el escritor nicaragüense en el exilio Sergio Ramírez, el régimen de Nicaragua arrebató la nacionalidad a los opositores para “contentar” los oídos de los “rabiosos fanáticos”. El premio Cervantes no dudó en afirmar que todos los ex presos políticos son ciudadanos nicaragüenses ejemplares que resistieron con dignidad por largos meses en las celdas de castigo.
“Desterrados, apátridas, pero libres. Dios escribe torcido los renglones de la libertad, pero con letra derecha. Y este es apenas el primer folio Las mejores páginas están por venir… Vistieron los uniformes de prisioneros sin detrimento de su dignidad, y dieron un ejemplo de decoro a un país acallado a la fuerza, que mientras tanto ve salir a miles por puntos ciegos a través de sus fronteras, huyendo de la represión, del silencio, del miedo”, escribió en su perfil de Facebook.
Por su parte, Antonia Urrejola, embajadora de Chile, celebró la excarcelación de los exreos de conciencia. “Sin duda es un avance, especialmente para las víctimas y sus familiares. Chile reafirma su disposición a contribuir con iniciativas para la democratización y respeto a los derechos humanos”, señaló Urrejola.
En tanto, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) exigió al régimen Ortega-Murillo restituya los derechos de los 222 expulsados, al tiempo que consideró que si bien es “una gran noticia” la excarcelación de estos, criticó que hayan sido despojados de su nacionalidad.
“Los crímenes cometidos contra estas personas no deben quedar impunes, y sus derechos deben ser restituidos a la mayor brevedad posible”, recalcó el organismo.
La secretaría además señaló que “aún queda mucho camino por recorrer” ya que en Nicaragua “sigue habiendo personas encarceladas y torturadas por pensar distinto”.
La eurodiputada Soraya Rodríguez recibió las noticias de los destierros de los opositores con “prudencia y esperanza”, y se mostró “horrorizada” por cómo la dictadura se inventa leyes para declarar apátridas a aquellos que critican su régimen.
“Desde el Parlamento Europeo y la UE hemos también manifestado que el retorno seguro de los exiliados es una de las precondiciones para cualquier diálogo o reconocimiento. Seguiremos acompañando a presos políticos, a sus familiares y al pueblo de Nicaragua”, escribió Rodríguez en su perfil de Twitter.