Redada policial contra opositores marca víspera de la “farsa electoral”

La Unidad Azul y Blanco y la Alianza Cívica denunciaron que, al menos, 12 de sus líderes territoriales fueron detenidos por la policía del régimen Ortega-Murillo. Por su parte, el Monitoreo Azul y Blanco registra 54 incidentes relacionados a violaciones de derechos humanos


La noche del sábado, previo a las elecciones sin competencia, la Unidad Azul y Blanco y la Alianza Cívica denunciaron que, al menos, 12 de sus líderes territoriales fueron detenidos por la policía del régimen Ortega-Murillo. Por su parte, el Monitoreo Azul y Blanco (MAB) registra 54 incidentes relacionados a violaciones de derechos humanos, entre el día viernes cinco y hasta la tarde del sábado seis de noviembre. 

La primera detención registrada fue la de Nidia Barbosa en Nindirí, Masaya, quien pertenece a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, y figuraba en una lista de ‘objetivos blancos’ de la Policía de Masaya. Esta agrupación registra cuatro detenciones más de sus miembros. 

Por otro lado, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) se declaró en alerta roja por el hostigamiento y detenciones a sus líderes. Al menos ocho de sus miembros habían sido secuestrados antes de caer la medianoche del día sábado. La mayoría de los detenidos forman parte de la organización Unamos, antes MRS.

Recibe nuestro boletín semanal

Muammar Vado, miembro de Unamos, subió en su estado de WhatsApp un video, segundos antes que la Policía entrara a su casa para secuestrarlo. 

La agrupación afirma que estos días han estado marcados por un aumento en la cantidad de incidentes, entre ellos, se encuentran 21 hostigamientos, nueve detenciones, seis allanamientos, seis amenazas, dos incidentes de judicialización y 18 control territorial. 

Según lo registrado por el MAB, la represión del Estado se ha focalizado en reforzar el estado de sitio de facto, con el fin de impedir cualquier expresión de protesta o de llamado al desconocimiento de las elecciones. 

Siga leyendo:


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.