Con 81 votos a favor, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó este 4 de junio la Declaratoria Número 04-2024, que apoya y hace propia la Declaración del Gobierno sobre la propuesta de Hoja de Ruta para alcanzar un acuerdo de paz en Palestina; presentada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y respaldada por la República Árabe de Egipto y el Estado de Catar.
“Reconocemos la importancia de esta propuesta que contribuirá a las negociaciones entre Israel y Hamás con el propósito de encontrar soluciones para el pueblo palestino, las familias de Gaza, los rehenes y sus familiares”; declaró el diputado operador de la dictadura orteguista Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional.
El domingo pasado, los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de un pronunciamiento divulgado en sus medios oficialistas, mostraron su respaldo a la Hoja de Ruta presentada por el Gobierno de Estados Unidos, que finalmente fue propuesta por Israel en relación al conflicto que mantiene con Palestina.
“Consideramos una buena contribución a las negociaciones que se realicen entre Israel y Hamás con el propósito de alcanzar soluciones para el pueblo palestino, para las familias de Gaza y para los rehenes y sus familias”, indicó la misiva difundida el domingo 2 de junio.
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El Ejecutivo nicaragüense dijo que “reconoce el esfuerzo que refleja esta propuesta y confía en el trabajo exitoso de las delegaciones y patrocinadores, a fin de que podamos todos ver ese necesario, imprescindible e impostergable fin, de una guerra que ha costado tanto”.
¿En qué consiste la Hoja de Ruta?
El Gobierno de Estados Unidos, según reportes de cadenas internacionales de noticias, apunta que dicha Hoja de Ruta fue el resultado de “una intensa diplomacia” llevada a cabo por su equipo y producto de “muchas conversaciones con líderes de Israel, Catar y Egipto y otros países de Oriente Próximo”, logrando que “Israel ha ofrecido ahora una nueva propuesta integral. Es una ‘Hoja de Ruta’ hacia un alto el fuego duradero y la liberación de todos los rehenes”.
Biden anunció que la Hoja de Ruta está compuesta por tres fases. La primera constaría de seis semanas en las que habría un alto al fuego completo, se retirarían las tropas israelíes de todas las áreas pobladas de la Franja y serían liberados varios rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y heridos, a cambio de la excarcelación de centenares de prisioneros palestinos.
Durante esas seis semanas, Israel y Hamás deberían negociar los detalles de la segunda fase, que implicaría “el final permanente de las hostilidades”, la liberación del resto de rehenes, incluidos soldados, y la retirada del Ejército israelí de la Franja, detalló Biden.
Según el mandatario estadounidense, esta segunda etapa necesitaría una negociación muy intensa, de manera que “el alto el fuego continuará vigente siempre que las conversaciones se mantengan”, dijo.
La tercera y última fase comprendería un “gran plan de reconstrucción” del enclave palestino y la devolución de los cuerpos de los rehenes asesinados.
Pese a esta propuesta, las autoridades israelíes insistieron el sábado en que no aceptarán un alto al fuego permanente en la Franja de Gaza hasta que no se cumplan los objetivos de la guerra, que pasan por eliminar completamente “las capacidades militares y de gobierno de Hamás” en el enclave palestino.
No es el primer apoyo de Nicaragua a Palestina
Recientemente, el régimen Ortega-Murillo se unió a la demanda contra Israel, interpuesta por Sudáfrica a finales de 2023, por violar el derecho internacional y la Convención sobre Genocidio, durante la invasión y ocupación en Gaza.
El 8 de febrero de 2024, Nicaragua presentó una solicitud de permiso para intervenir en virtud del Art. 62 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el caso Aplicación de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio en la Franja de Gaza (Sudáfrica c. Israel).
El Art. 62 del Estatuto permite a todo Estado que considere que tiene un interés de orden jurídico que puede ser afectado por la decisión del litigio a pedir a la Corte que le permita intervenir, y esta decidir respecto a dicha petición.
Este martes 4 de junio, el Estado de Palestina presentó una declaración aceptando “con efecto inmediato la competencia” de la Corte Internacional de Justicia, máximo tribunal de la ONU, y solicitó permiso para intervenir en el caso iniciado por Sudáfrica contra Israel por violación de la Convención sobre el Genocidio con su guerra en la Franja de Gaza.
El respaldo de la Hoja de Ruta se da justo un mes después de las audiencias fallidas en un proceso contra Alemania por “facilitar la comisión de genocidio” y por incumplir “su obligación de hacer todo lo posible para impedir la comisión de genocidio”.
En sus últimas declaraciones, el dictador Daniel Ortega afirmó que desde 1992 su hermano Humberto Ortega “tenía entregada su alma al diablo” y calificó como “inconcebible” y “vergüenza nacional” la entrega de una medalla de Humberto Ortega al teniente coronel estadounidense Dennis F. Quinn, jefe de la Agregaduría Militar del Gobierno de los Estados Unidos en Managua, en 1992.
“En el gobierno neoliberal, pusieron a su ministro de defensa, enemigo del pueblo y del mismo Ejército. Pero hizo muy buena relación con el jefe del Ejército en ese entonces (Humberto Ortega) que cometió el sacrilegio de entregarle esa medalla al valor en oro (Camilo Ortega) al delegado militar del gobierno de EE. UU. en Nicaragua. Darle la medalla de oro Camilo Ortega al yanqui. Qué vergüenza, una traición al pueblo, a la patria”, dijo Ortega en el acto en conmemoración del 45 aniversario del inicio de la ofensiva final contra la dictadura de Anastasio Somoza el pasado 28 de mayo.
“Esta inconcebible acción se califica como vergüenza nacional. Evidentemente constituye un acto de entreguismo y traición a la patria”, dicta el decreto que añade: “Anular, invalidar y retirar esa infamia que ofende a los nicaragüenses dignos”.