Semilla logra estructurar una inesperada alianza política en el Parlamento para cimentar a Bernardo Arévalo 

Ni un fallo de la máxima autoridad de justicia en Guatemala frenó la alianza de partidos políticos que logró arrebatar los nueve puestos de la junta directiva del Congreso de la República, a los aliados de un plan considerado “golpista”, y que hasta el último minuto maniobró para obstaculizar la investidura de Bernardo Arévalo como presidente

Bernardo Arévalo
El diputado Nery Ramos, nuevo presidente del Congreso, celebra con Jonathan Menkos, el haber ganado la junta directiva del Congreso con un conjunto de legisladores aliados al partido oficial, del presidente Bernardo Arévalo. Divergentes| EFE| David Toro

El Parlamento guatemalteco ahora está en manos de una alianza multipartidista que lidera el Movimiento Semilla, agrupación política encabezada por el presidente Bernardo Arévalo. 

Esta fuerza política logró alcanzar  el pasado 14 de enero 92 de 160 votos para tomar el control del organismo legislativo y abrir camino a la toma de  posesión del actual binomio presidencial. Ese día, podría decirse, comenzó el cambio en el Congreso de Guatemala. 

Pasadas unas horas luego de que el diputado Samuel Pérez fuera electo como presidente de la directiva, empezaron diversas acciones legales y políticas. Una de las objeciones la presentó la diputada y excanciller Sandra Jovel, quien buscaba ser presidenta del poder parlamentario. 

Otros recursos fueron planteados por organizaciones como la Fundación contra el Terrorismo, caracterizada por criminalizar a jueces, fiscales y periodistas que han luchado contra la corrupción. 

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El argumento en conjunto fue que la junta directiva del Congreso no puede ser integrada por diputados independientes, por una prohibición de la ley que rige al parlamento guatemalteco. Y dado que el partido Semilla tiene  suspendido sus derechos políticos, Samuel Pérez no era elegible. 

Bloqueos a diputados

La misma justificación se argumentó para dos diputados del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quienes fueron expulsados de esa agrupación por la excandidata presidencial Sandra Torres, quien perdió el balotaje contra Bernardo Arévalo en la segunda vuelta del 20 de agosto de 2023. 

En el caso de los uneístas Adim Maldonado e Inés Castillo, estos se quedaron independientes por la decisión de ser apartados al ser los primeros en unirse a Semilla. 

Esos motivos fueron analizados por los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC), el tribunal de mayor jerarquía en Guatemala, y resolvió casi de inmediato dichas acciones anulando la elección de Samuel Pérez y toda la directiva que lo acompañaba. Aunque los opositores pretendían que quedara sin efecto el acto de toma de posesión  de Bernardo Arévalo y Karin Herrera, la CC confirmó que la juramentación tiene validez. 

Con ese panorama, los llamados “golpistas” volvieron a encender motores en busca de quedarse con el poder parlamentario. Sin embargo, sus aspiraciones fracasaron y, por ahora, están debilitados políticamente.   

Si en la primera votación, la del 14 de enero, perdieron 92 a 75 (votos), ahora ni siquiera llegaron a presentar a algún candidato.

Entre traiciones y alianzas políticas 

Para poder llegar a aliarse, algunos legisladores debieron traicionar, incluso hasta a su propia madre. Este es el caso de las nuevas diputadas y hermanas Lourdes Teresita y Nadia Lorena De León Torres, hijas de la excandidata presidencial Santa Torres. Ambas votaron apoyando la planilla que impulsó el ahora partido de Gobierno. 

Lourdes Teresita es integrante de la UNE, el partido que perdió las elecciones pasadas, y Nadia Lorena ganó la curul con la agrupación denominada Nosotros. 

La UNE es la segunda bancada más nutrida, con 28 diputados, pero 27 de ellos, incluida la hija de Torres, votaron por la alianza multipartidista y uno no se presentó al hemiciclo. 

Donde también hubo variación a la hora de votar, fue en la bancada con mayor número de congresistas, la del partido Vamos, de Alejandro Giammattei, con 39.  Aunque aquí solo cuatro  acuerparon a Semilla, 17 se retiraron del pleno a la hora de la votación, y 18 se quedaron para oponerse.

Los que se unieron 

Debido a que los diputados de Semilla no pueden integrar la directiva, debieron ceder los espacios. Fue así como se dio la negociación entre más de 10 partidos políticos. 

El ungido entre ellos es Nery Abilio Ramos y Ramos, originario del departamento de Jutiapa; fue agente de la Policía Nacional Civil (PNC) y su último puesto en esa institución fue director general, saliendo con el rango de Comisario General. 

Ramos y Ramos representa al partido Azul, una instancia relativamente nueva que no tuvo mayor aceptación en las elecciones de 2023, donde su candidato presidencial Isaac Farchi obtuvo el 1.46 % del total de votos. 

Nery Ramos en su primera conferencia de prensa en los pasillos del Congreso mantuvo a su lado derecho a Samuel Pérez, quien veía el discurso de su sustituto. 

El nuevo presidente del Congreso de Guatemala dijo que su línea de trabajo se alineará a lo que Samuel Pérez ya había dado a conocer después del 14 de enero. Eso significa una reducción de privilegios para los diputados, lo que podría iniciar con no repartir viandas de alimentos en ciertas reuniones.

Los diputados que se aliaron y lograron los 115 votos representan a partidos como Todos, UNE, Vamos, Viva, Creo, Victoria, Cabal, Valor, Vos, Elefante, Nosotros, Bien, Azul, la coalición URNG-Winaq y Semilla. 

Analistas consideran que esta alianza, por ahora es fuerte, y podría ayudar al gobierno de Bernardo Arévalo a maniobrar en cuestiones presupuestarias. Los especialistas en temas políticos más negativos plantean un escenario en el que si no empiezan a cumplir con los pactos a los que llegaron, lo que hoy es una gran alianza política, podría desquebrajarse.


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