Urnas Abiertas: alcaldías no satisfacen las necesidades de la ciudadanía

Dos informes presentados por el observatorio independiente recogieron las opiniones de ciudadanos, quienes refirieron que las alcaldías, la mayoría pertenecientes al oficialista FSLN, tienen más preocupación recaudatoria que atender las demandas de la población

Trabajadores de la alcaldía de Managua (ALMA) drenan un calle inundada. Archivo/EFE

A dos meses de celebrarse las elecciones municipales en Nicaragua, el próximo 6 de noviembre, la ciudadanía tiene una percepción negativa de las gestiones que realizan las autoridades de las alcaldías, ya que no atienden las demandas y no permiten la verdadera participación ciudadana para “transformar los territorios”. Un informe de Urnas Abiertas señala que más bien dan prioridad a los servicios municipales que les permiten recaudar fondos.

El estudio del organismo independiente fue realizado con base a investigaciones documentales y a un sondeo aplicado en julio a 773 ciudadanos nicaragüenses con edad de votar, en 143 de los 153 municipios de Nicaragua.

A nivel general, el informe recoge que la “insatisfacción” de los ciudadanos se da por la falta de atención a los principales servicios municipales como la recolección de basura, alumbrado público, ornamento, reparación y mantenimiento de caminos, administración de mercados y cementerios.

“Asimismo, se evidencia el interés que existe por parte de la población de fiscalizar y participar en la gestión de los servicios municipales, pero que se ve obstaculizado por la ausencia de información pública y las restricciones a la participación ciudadana local”, añade el documento.

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Urnas Abiertas además señaló que las alcaldías, la mayoría pertenecientes al oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), demuestran mayor preocupación por reactivar la economía local, a través de gestiones que le permiten recaudar fondos, que atender las demandas de la población.

“Aunque los servicios para recaudar fondos propios son de los más eficientes, según la ciudadanía, la atención que recibe la población por parte de los funcionarios sigue siendo insatisfactoria”, recoge el observatorio, que atribuye este comportamiento específicamente a dos elementos: la asignación de puestos a personas afín al gobierno y poca capacidad técnica de los funcionarios en materia de gestión administrativa y financiera.

Los departamentos mejor valorados en el estudio son Boaco con 2.9 puntos, Chontales 2.7, y Carazo con 2.7 puntos. Entre los peores valorados figuran Estelí con 1.7 puntos, Chinandega con 1.6 y la Costa Caribe Sur con el 1.6.

La investigadora Olga Valle, directora de Urnas Abiertas, complementó que este estudio viene a reforzar lo que pobladores han venido denunciando de la poca capacidad que tienen las alcaldías para atender a la población.

“Acá vemos cómo se viene replicando un modelo centralizado en el que las decisiones no son consultadas, en la que las personas no tienen derecho a opinar o participar. El mismo modelo opaco de recursos públicos que se da a nivel nacional se está dando en niveles locales”, planteó Valle.

Con base a la opinión de la ciudadanía, Urnas Abiertas determinó que la percepción sobre el desarrollo de Nicaragua obtuvo 1.9 puntos de un máximo de 5, con lo que fue clasificado como “incipiente”.

 “Débil” participación ciudadana

Urnas Abiertas: alcaldías no satisfacen las necesidades de la ciudadanía
Un trabajador de la Alcaldía de Managua con un carretón cruza frente a una pintada alusiva a la madre tierra. Archivo/EFE

El estudio mencionó que, en el tema de participación ciudadana, las autoridades nicaragüenses obtuvieron un puntaje de 1.71, también “incipiente”, esto debido a la supresión de las libertades fundamentales de opinión, expresión, reunión, asociación y movilización.

“El deterioro de la participación ciudadana se da producto tanto de la persecución política a personas opositoras como de la instrumentalización y utilización de personal y recursos locales que van en detrimento de los mecanismos de democracia participativa que existen en el ordenamiento jurídico nicaragüense”, señaló Urnas Abiertas.

Entre los elementos peor evaluados están las consultas de los ciudadanos a funcionarios públicos como alcaldes, jefes policiales y empresas influyentes a la población. Los encuestados sí percibieron una mejor atención por parte de funcionarios públicos no municipales, consulta de líderes comunitarios y vicealcaldes.

“A nivel general se puede observar que se ha prohibido por completo la participación ciudadana de la población que no es militante o simpatizante del partido de gobierno. Estos resultados plantean el reto que implica recuperar los espacios de participación ciudadana en una futura transición democrática”, indicó el observatorio.

Añadió que actualmente la mayoría de los gobiernos municipales del país tienen una “escasa posibilidad” de ofrecer soluciones a la ciudadanía debido a una cultura centralista del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y por la poca capacidad financiera del gobierno central a las administraciones locales.

“Si bien es cierto que los gobiernos municipales no pueden resolver todos los problemas, sí tienen la tarea obligatoria de impulsar la participación ciudadana, convirtiéndose en un gestor y catalizador de procesos de concertación en la que todos los actores y ciudadanos puedan participar activamente en los procesos de planeación y toma de decisiones”, apuntó el organismo.

Cierre de espacios de auditorías

Urnas Abiertas presentó también el informe denominado “Índice Transparencia y Rendición de Cuentas de los municipios en Nicaragua”, en el que concluyó que existe “poca” claridad en el manejo de los recursos estatales.

El informe recogió que las instituciones encargadas de la vigilancia, como la Contraloría General de la República, “realizan acciones de menor impacto que no resuelven ni de manera estructural ni coyuntural el estado precario de la transparencia municipal”.

Añade que, desde el inicio de su mandato, el régimen Ortega-Murillo se ha caracterizado por ser reacio a la rendición de cuentas, a la transparencia en su gestión pública y se empezó a percibir el cierre de los espacios de auditoría social. “Se fueron cerrando poco a poco las Oficinas de Acceso a la Información Pública (OAIP), quedando solamente algunas como las del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Banco Central de Nicaragua, entre otras”.

Según el observatorio, desde mediados de 2018 la información sobre los presupuestos municipales es mínima. El acceso que existía sobre este tipo de estadísticas ha sido cerrado y actualmente es difícil conocer los datos exactos sobre el uso de los recursos en la comuna.

“El sondeo realizado por Urnas Abiertas a 773 personas de su red voluntaria en 143 municipios muestra que muy pocas personas conocen información del presupuesto público de su localidad”, denunció.

“Hay varias municipales que solo se han auditado una vez en este periodo, entre ellas están las alcaldías de Nueva Guinea, Kukra Hill, Totogalpa, San Juan del Río Coco, Miguelito, Waspam, Villa Nueva. Son alrededor de 14 municipalidades que solo una vez se han auditado”, señaló Leonardo Labarca, Investigador de Transparencia en Urnas Abiertas.

El estudio fue presentado cuando faltan poco más de dos meses para las elecciones municipales, en las que más de 3,7 millones de nicaragüenses, de un total de 6,6 millones de habitantes, podrán elegir a los alcaldes, vicealcaldes y concejales de los 153 municipios del país.

Se espera que el FSLN, que actualmente gobierna 141 alcaldías, mantenga o amplíe dicha cantidad.

Olga Valle finalizó con que ambos estudios fueron realizados en el marco de las elecciones municipales para dimensionar lo que Urnas Abiertas ha venido denunciando desde el año pasado de que no hay condiciones para un proceso electoral legítimo, justo, transparente e íntegro.

“Ciertamente es un trámite en el que el régimen controla los territorios, pero es un trámite que está dejando a la población sin servicios de calidad, sin la posibilidad de participar, sin saber cómo se están utilizando los recursos, está abriendo las puertas para que a nivel nacional como local haya un manejo poco transparente de los recursos”, finalizó Valle.


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