Así se convirtió Nicaragua en uno de los países más inseguros de la región

Una reciente encuesta de CID Gallup ubica al país en el segundo lugar de 12 países de Latinoamérica en cuanto a personas que han sufrido robos o asaltos en los últimos cuatro meses. Nicaragua se encuentra en un escenario peor que el de México, El Salvador y Venezuela. Este dato comprueba el aumento de la inseguridad en el país desde la crisis política de 2018, que también ha sido registrado por la propia Policía Nacional en sus anuarios estadísticos. Entre las razones están la presencia de paramilitares, las liberaciones masivas de presos comunes, una Policía dedicada a la represión y la impunidad que persiste después de la matanza de hace cuatro años

Ilustración por Divergentes.

Emilio–nombre ficticio para proteger su identidad–, de 24 años, fue asaltado tres veces en buses de Managua. La última, a finales de 2020, fue la más traumática. Un hombre lo amenazó con una pistola mientras iba sentado en el bus. Le robó todos sus objetos de valor: celular y la mochila con la computadora adentro. “Pasé varios meses con temor de volver a montarme a una ruta”, dice el joven. 

Emilio reflexionó con su familia que el valor de todos sus bienes que le robaron en los últimos años era similar a la prima que podía pagar por un carro usado. Por esa razón, decidieron juntar dinero entre todos en su familia para poder comprar un vehículo usado en los meses siguientes, y de esta manera evitar ser asaltado otra vez en un bus de Managua. “Mi familia no tenía dinero, pero hizo el esfuerzo para comprar el carro”, explica Emilio. “Al final, fue una inversión porque era demasiado inseguro seguir usando los buses”, agrega. 

La historia de Emilio es la de miles de nicaragüenses que han sufrido múltiples robos en una ola de inseguridad que ha aumentado desde 2018, cuando ocurrió la crisis política en la que sigue sumido el país. Una reciente encuesta de la firma CID Gallup reveló que el 45% de los nicaragüenses consultados aseguró haber sido víctima de robos o asaltos en los últimos cuatro meses. Nicaragua ocupa el segundo lugar más alto de una lista de 12 países de América Latina estudiados por la encuestadora. El estudio se realizó entre el 10 y 19 de mayo de este año y tomó como muestra a 1,200 ciudadanos. Esto quiere decir que 540 de los nicaragüenses estudiados sufrieron robos en ese período. 

La socióloga e investigadora en temas de Seguridad, Elvira Cuadra, considera que la inseguridad ha aumentado a causa de varios factores, entre ellos, la violencia estatal que se instaló a partir de 2018, cuando se aplastaron las protestas sociales. Según la especialista, otro de los factores es que la Policía ha dejado de cumplir sus funciones de prevención y control de la delincuencia común para dedicarse a la represión política. A esto se suma la impunidad con la que actúan grupos paramilitares que han surgido desde hace cuatro años; y la liberación masiva de presos comunes que, como ha sido público, algunos de ellos han cometido delitos al poco tiempo de ser liberados. “Esto representa que no solo se ha incrementado la percepción de la inseguridad, sino que el escenario y las condiciones de la inseguridad ha empeorado para la población en general”, valora Cuadra. 

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Para otro especialista en seguridad consultado es alarmante la cantidad de armas de fuego incautadas semanalmente. Entre 2017 y 2019 el promedio de armas incautadas por la Policía era de 222.3, según los anuarios estadísticos. Sin embargo, en 2020 hubo un incremento del 111%. “La única explicación que encuentro es que son las armas que dio la Policía a los paramilitares durante la Operación Limpieza en 2018”, dice el experto. 

Policía confirma aumento en robos

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La violencia estatal ejercida desde 2018 ha creado un ambiente de inseguridad en Nicaragua. Foto: Divergentes.

En las últimas semanas se ha vuelto común ver en redes sociales los videos en los que se muestran robos con intimidación en Managua. En lo que va del año, se han registrado tres robos en las tiendas de conveniencia Súper Express. Todos los asaltantes han entrado con pistola en mano a saquear el negocio y a los clientes que se encontraban en ese momento en el establecimiento. 

En junio se registró un robo en una sucursal de Disnorte-Dissur, la distribuidora de energía eléctrica del país. Los dos asaltantes entraron armados, sometieron al agente de seguridad y saquearon el lugar en menos de dos minutos. 

Los asaltos, sin embargo, no sólo han ocurrido en establecimientos. Por medio de videos se han mostrado robos con fuerza de asaltantes en motocicletas. También se ha denunciado que en algunos semáforos de Managua operan pandillas de jóvenes, armados con piedras, quienes roban accesorios de los vehículos. En los buses también se han denunciado algunos robos con armas de fuego, a todos los pasajeros. En la “ruta 118, asaltaron a 30 pasajeros y al conductor. Ya están asaltando las 1000 ratas (presos comunes) que liberó el régimen”, publicó una cuenta en Twitter el 29 de julio pasado. 

Estos hechos muestran la creciente inseguridad en Nicaragua. Pero también coinciden con los datos que la Policía publica en sus anuarios estadísticos, en los que se registra un incremento en los robos en los últimos cuatro años. En 2017 se registraron 148 robos (con fuerza, violencia o intimidación) por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, en 2019 esto aumentó a 177, y en 2020 a 224 robos por cada 100 mil habitantes. Expertos en seguridad consultados aclaran que existe un enorme subregistro en la cifras publicadas por la Policía, ya que no todas las personas que son víctimas de estos delitos interponen una denuncia en esta institución por la desconfianza que existe en el órgano de seguridad, y los ciudadanos “tampoco tienen ninguna esperanza” de que se resuelva favorablemente su caso. 

A finales de 2020, una encuesta de CID Gallup reveló que el 82% de los nicaragüenses percibieron un incremento en el crimen y la delincuencia. La firma destacó que el estudio se realizó en otros 10 países latinoamericanos “y ninguno ha mostrado un aumento tan abrupto en la criminalidad como ahora en Nicaragua”. 

El 19 de octubre de 2020, durante el acto del 41 aniversario del Ministerio del Interior, el comandante Daniel Ortega volvió a repetir el eslogan: “Nicaragua es el país más seguro de la región”. El mandatario dijo que “ellos saben perfectamente que Nicaragua es el país más seguro, donde hay un combate permanente contra el narcotráfico y el crimen organizado”. 

Más policías y más presupuesto

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Miembros de la Policía Nacional realizan un cordón de seguridad frente a los medios de comunicación. Foto: EFE-Jorge Torres.

Pese a la crisis económica que sufre Nicaragua desde 2018, la Policía es una de las instituciones del Estado que más se ha fortalecido desde entonces. De C$3,5 mil millones asignados en 2018 ha pasado a C$4 mil millones de córdobas en 2022, según los presupuestos oficiales. Además, el cuerpo policial se ha incrementado en los últimos años. En 2018 habían 15 mil 479 policías, mientras que en 2021 se contabilizaron 19 mil 149 oficiales, según un análisis realizado por DIVERGENTES, basado en anuarios estadísticos y notas de prensa oficiales. 

Sin embargo, Elvira Cuadra, especialista en temas de seguridad, dijo que la Policía “está más dedicada a ejecutar la política de represión y el Estado policial” impuesto por la pareja gobernante que “a cumplir su función primordial que es prevenir los hechos delictivos y salvaguardar la vida y los bienes de las personas que se encuentran dentro del territorio nacional”. 

El artículo 1 de la Ley 872, Ley de organización, funciones, carrera y régimen especial de seguridad social de la Policía Nacional, establece que “la Policía Nacional es un cuerpo armado de naturaleza civil, profesional, apolítica, apartidista, obediente y no deliberante. Es el único cuerpo policial del país, es indivisible y tiene a su cargo la totalidad de la actividad policial”.

En 2020, la Policía Nacional se convirtió en la primera institución pública sancionada por Estados Unidos debido a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante las protestas sociales de 2018. “El régimen de Ortega ha utilizado a la Policía Nacional de Nicaragua como una herramienta en su violenta campaña de represión sobre el pueblo nicaragüense”, dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin.

Liberación de presos comunes

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Foto: Divergentes.

Uno de los datos de la encuesta que llamó más la atención de los especialistas en seguridad es que Nicaragua supera en robos y asaltos a países como México, El Salvador y Venezuela, naciones donde existe una gran presencia del crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas. Para Elvira Cuadra, una de las razones de este aumento son las liberaciones de presos comunes en los últimos años. Desde 2019 hasta la fecha se han otorgado más de 25 mil indultos, según cifras del propio Ministerio de Gobernación. La última liberación ocurrió el pasado 27 de julio, cuando fueron puestos en libertad 1,300 reos comunes. 

“Una gran cantidad de personas han sido beneficiadas con procesos de liberación o indultos que no necesariamente cumplen con los requisitos o con el procedimiento para ser indultados”, dijo Cuadra, y agregó que “sabemos que una parte de ellos está reincidiendo en actos delictivos”. 

Otro especialista en seguridad explica que “cuando la población criminal de un país aumenta, como ha pasado con Nicaragua desde 2018, es lógico que los crímenes o delitos también aumenten en una sociedad”. 


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