Asilo a Ricardo Martinelli suspende actividades en la embajada de Nicaragua en Panamá

Cientos de nicaragüenses en el país canalero están siendo afectados por la suspensión de las atenciones para realizar trámites legales y migratorios por parte de la embajada de Nicaragua en Panamá. Algunos podrían perder sus residencias permanentes

Ricardo Martinelli
El expresidente panameño Ricardo Martinelli, asilado en la embajada de Nicaragua. Divergentes | Archivo.

Cientos de nicaragüenses se encuentran sin poder realizar sus trámites legales y migratorios en la embajada de Nicaragua en Panamá debido a la suspensión de actividades en este consulado, a raíz del asilo político otorgado el pasado 7 de febrero al expresidente panameño, Ricardo Martinelli

“Al consulado nicaragüense, desde que el expresidente Ricardo Martinelli se asiló en estas instalaciones, entran y salen familiares, abogados, amigos; hasta trabajadores para hacer una serie de remodelaciones, pero, los propios nicaragüenses que necesitan hacer trámites tienen que retirarse con las manos vacías y la incertidumbre de qué pasará con su estatus legal en Panamá”, apunta un reporte del medio panameño TVN-2.COM

En la nota, se advierte de que los nicaragüenses en Panamá podrían perder su residencia debido a esta suspensión de trámites. Existe mucha incertidumbre entre los connacionales residentes en ese país, debido a que no pueden renovar su documentación migratoria, ni realizar trámites legales.

Los nicaragüenses tampoco pueden renovar carnet para cédulas y pasaportes. Incluso, asegura el medio, algunos ciudadanos no han podido salir de Panamá debido a que sus pasaportes están vencidos y no los pueden renovar por esta suspensión. 

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Ricardo Martinelli se refugió para escapar a condena por corrupción

Ricardo Martinelli
Fotografía de la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá (Panamá). La sede diplomática ha suspendido las gestiones a los nicaragüenses residentes en el país canalero. Divergentes | EFE/ Gabriel Rodríguez

Ricardo Martinelli, de 71 años de edad, se declaró “perseguido político”, cinco días después que la Corte Suprema de Justicia de Panamá rechazó un recurso de casación y dejó en firme una condena a diez años y seis meses de prisión y una multa de 19.2 millones de dólares por blanqueo de capitales.

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo le otorgó el asilo político por considerar que es un “perseguido por razones políticas” y por “encontrarse en riesgo inminente su vida, integridad física y seguridad”. La dictadura, además, solicitó al gobierno panameño un salvoconducto para “brindar las seguridades para la pronta salida y traslado humanitario del asilado (Martinelli)” hacia Nicaragua.

Sin embargo, el gobierno del presidente Laurentino Cortizo se negó a otorgar el salvoconducto a Martinelli para viajar a Nicaragua. Panamá señaló que toda “acción, declaración o comunicación que realice el expresidente Ricardo Alberto Martinelli Berrocal desde la sede diplomática y repercuta o impacte en la política doméstica de Panamá, será considerada una injerencia en los asuntos internos de nuestro país y, por tanto, generará consecuencias diplomáticas”.

Martinelli desde entonces se encuentra refugiado en la sede diplomática nicaragüense, a cargo de la propagandista Consuelo Sandoval, que no tiene experiencia en servicio de relaciones exteriores. Pero además, el exmandatario panameño ha realizado una serie de mejoras en el inmueble para lo que se espera sea una estancia larga.

Diversos medios de comunicación panameños han publicado que se está construyendo una especie de sala de hospital en la embajada de Nicaragua por cualquier emergencia médica que sufra. Martinelli también ha llevado electrodomésticos, computadoras, televisores, tanques de agua, un asador, camas, colchones, refrescos, cajas de alimentos, su perro y hasta un inodoro nuevo.

Nicaragüenses pueden perder residencias

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La embajada de Nicaragua extremó sus medidas de seguridad con la llegada de Ricardo Martinelli. Divergentes | EFE /Walter Hurtado

Una ciudadana nicaragüense afectada por la suspensión de las actividades en la embajada, Claudia López, dijo a TVN-2.COM que sus compatriotas “se  sienten desamparados” por parte de los representantes de Nicaragua en Panamá, ya que “no hay nadie que salga a hablar de parte de la embajada y dar respuesta”. En el caso de López, necesita renovar su pasaporte para gestionar su permiso de trabajo. 

El consulado solamente tiene un letrero afuera que dice “hasta nuevo aviso”. Los ciudadanos consultados dicen que llaman pero los teléfonos están desconectados. “No hay respuestas”, señaló López. 

Rafael Rodríguez, de la Asociación de Residentes y Naturalizados (Arena) en Panamá, explicó que la preocupación se debe a que muchas de estas personas están en el limbo, debido a que tienen hasta finales de febrero para entregar su documentación en el Servicio Nacional de Migración para obtener su residencia permanente. 

El especialista en temas migratorios dijo que hay personas que tienen una residencia otorgada por Crisol de Raza, pero esta suspensión de las operaciones en la embajada de Nicaragua, podría provocar que la pierdan porque necesitan renovar el carnet y de esta manera obtener la cédula de residente permanente en Panamá.

“Un ciudadano que tiene un carnet de 10 años de residir en este país, por culpa de esta situación, se va a quedar indocumentado, perdiendo la valiosa cédula de residente y tendrá que iniciar el trámite desde cero”, señaló Rodríguez. 

Medidas de seguridad extremas en la embajada

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Personas ingresan materiales de construcción a la embajada de Nicaragua para acondicionar la sede diplomática para la estancia del expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli. Divergentes | EFE / Walter Hurtado

Desde que inició el asilo a Ricardo Martinelli, las medidas de seguridad en el consulado son extremas. Las personas que tramitaron pasaportes con anticipación también se encuentran desconcertadas porque tampoco les dicen las fechas de entrega de este documento.

“Debido a que les están dando asilo al expresidente Martinelli, tienen que mantener la seguridad en el perímetro, y por tal razón no hay ningún tipo de entrega de documentos en este momento”, dijo Rodríguez, de Arena. La seguridad es tal que ni siquiera dejan acercarse a la ventanilla para pedir respuestas. 

En Panamá hay cerca de 22 000 nicaragüenses. Y no se puede hacer ningún tipo de trámites con el pasaporte vencido. El agravante es que muchos ciudadanos llevan entre tres a seis meses esperando por la entrega de este documento. 

Arena está haciendo solicitudes al Servicio de Migración para que se tome en consideración la situación que están enfrentando los nicaragüenses y se pueda extender este plazo.

Rodríguez recordó que una embajada debería “sacar la cara en beneficio de sus coterráneos en un país ajeno”. Entre otras funciones, la de Panamá tiene como objetivos hacer y facilitar el trámite de cédulas, registro de nacimiento, renovación de pasaportes y brindar apoyo para que sus ciudadanos se legalicen en este país.

Rodríguez sugirió a las autoridades nicaragüenses que se habiliten otras oficinas para que se les dé la oportunidad a los ciudadanos de retirar sus documentos o iniciar sus trámites migratorios. 

En la página web de la embajada de Nicaragua no existe ningún anuncio sobre esta situación. Al contrario, anuncian que los trámites para registros notariales, legalización de documentos, emisión de pasaportes o salvoconductos se realizan de lunes a viernes en un horario de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.


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