Una visita oficial a Costa Rica permitió al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, recibir honores máximos de parte de su anfitrión, Rodrigo Chaves, por el “milagro” obrado contra la violencia de las pandillas salvadoreñas, y compartir un consejo clave contra el crimen organizado que ahora angustia a la población costarricense: un alineamiento total de la sociedad y de las instituciones estatales detrás del plan del gobernante, independientemente de la estrategia que proponga.
“Él es el líder, él es el jefe de la Policía contra el crimen organizado. No puede tener a los otros poderes del Estado amarrándole los pies y las manos”, dijo Bukele en coincidencia con la narrativa que ha desarrollado Chaves contra de las instituciones públicas ajenas a su control, más allá de los asuntos relacionados al crecimiento de la violencia ligada a la pelea entre bandas narcotraficantes internacionales.
Durante su visita oficial de dos días a Costa Rica, Bukele exaltó la necesidad de la concentración del poder mediante el control del aparato judicial salvadoreño y del Poder Legislativo, de manera que pudo aplicar sus estrategias de mano dura y suspensión de libertades bajo la justificación de aplacar a las pandillas, lo que ha reducido drásticamente la tasa de homicidios. Pese a las críticas de grupos internos e informes internacionales que piden el fin del Estado de Excepción debido a numerosos abusos documentados, el presidente salvadoreño se ufana de los resultados y recibe agradecido los honores de quienes admiran el “método Bukele”, como Rodrigo Chaves.
La mayor condecoración para Bukele
El presidente de Costa Rica decretó la mayor condecoración para Bukele, requisitos aparte, por haber “rescatado” a El Salvador de las manos de las pandillas y así haber mejorado la seguridad de la región, según él, pese a la escalada criminal en territorio costarricense hasta una tasa de homicidios de 17,2 en 2023, un indicador que duplica el del 2013.
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Pese a reconocer como “válida” la discusión sobre la manera en que ha operado Bukele, Chaves aplaude a su invitado y decidió dedicarle honores máximos, a pesar de que la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Legislativa se negaron a recibirlo en sesión solemne al achacarle prácticas antidemocráticas y violación al principio de independencia judicial.
Bukele no sólo acepta haber tomado el control total del Estado salvadoreño, sino que aconseja hacerlo, como manifestó durante la cena de gala en el Teatro Nacional: “Si ustedes quieren enfrentar la delincuencia, independientemente de cómo, tienen que estar detrás de este hombre y tienen que apoyarlo. Deben estar los poderes del Estado, incluso los que no están aquí, pero muchos tienen influencia sobre el pueblo costarricense para que hagan los cambios que sean necesarios. Tienen que apoyarlo”.
La frase aludía, en efecto, a los diputados y magistrados que no estaban en la cena y a quienes Chaves acusa de defender garantías legales y medidas de prevención que él considera “alcahuetería” ante grupos criminales, uno de los flancos de la abierta confrontación entre poderes mientras el Ejecutivo afronta numerosas investigaciones judiciales por presuntos casos de corrupción.
También se refería Bukele a la influencia sobre el pueblo costarricense para hacer cambios, en probable alusión a las elecciones de 2026, cuando finaliza el mandato de Chaves tras la “revolución” que él asegura estar librando contra las élites y partidos tradicionales, un discurso similar al del gobernante de El Salvador.
Por la tarde Bukele ya había pronunciado ese mismo consejo de dar el apoyo absoluto a Chaves. “No hay forma de que un Gobierno pueda competir (contra los criminales) en incentivos, por eso el Gobierno debe intervenir y hacer valer su monopolio de violencia. Nadie puede ser violento más que el Estado. Ahora actividad pandillera en El Salvador no hay, no hay homicidios y no hay extorsión”, dijo sobre la situación antes de reconocer que hay particularidades en los contextos de ambos países, en posible alusión a las diferencias entre pandillas y cárteles narcotraficantes o al aparato seguridad de cada nación, sin un ejército en Costa Rica.
La receta, sin embargo, debe tener ese ingrediente de uniformidad y obediencia: “Se necesita que la sociedad total en su conjunto esté detrás del plan. En El Salvador no había una (institución pública) que no estuviera de acuerdo en combatir el crimen así. No hubo un funcionario con poder que estuviera en contra”.
Chaves ya había tocado el tema antes. “La experiencia salvadoreña reciente demostró la necesidad que en momentos históricos claves tienen los pueblos para no diluir en exceso el poder que dan a los gobernantes. Es necesario otorgar en democracia suficiente poder a quienes gobiernan, porque de otra manera el pueblo no puede demandar cuentas ni cambios”, pronunció Chaves en una de las referencias a la democracia o lo que entiende por este concepto, cinco meses después de afirmar que este país reconocido internacionalmente por su sistema democrático en realidad ha vivido por setenta años en una “dictadura perfecta” contra la cuál él actúa.
Chaves admirado con el poder de Bukele
En otros momentos Chaves ha expresado admiración por el margen de poder que se ha granjeado Bukele, atribuyéndolo a la voluntad popular. Lo ha dicho mientras se queda de tener limitaciones para tomar decisiones contra el crimen organizado, aunque grupos de oposición y críticos más bien le atribuyen haber aplicado estrategias que favorecen la acción de los grupos criminales, como cambios en la ubicación de policías guardacostas, restricciones presupuestarias y presuntas negociaciones, como había publicado en 2023 el diario El Universal, de México.
Chaves y Bukele, ambos con altos porcentajes de aprobación popular, aprovecharon el encuentro bilateral para anunciar las intenciones de fundar una “liga de naciones” con países pequeños que defiendan la “seguridad y la prosperidad” como sus respectivos gobiernos, sin mencionar en ningún momento al Sistema de Integración Centroamericana (SICA) ni al resto de vecinos del istmo. El grupo podría actuar como interlocutor ante el próximo Gobierno de Estados Unidos, con Donald Trump a la cabeza y ante otras potencias, bajo la idea de buscar un desarrollo como lo logró en el siglo XX Singapur, país donde el líder Lee Kuan Yew gobernó con mano fuerte por cuarenta años.
Bukele, de quien Costa Rica se está “dejando guiar”, según los comentarios de la transmisión oficial del Gobierno salvadoreño, también ofreció en directo las autoridades costarricenses ayuda humanitaria de rescatistas, insumos médicos y alimentos, ante la emergencia por inundaciones a causa de lluvias incesantes que golpean al territorio nacional desde la semana pasada.