Horas después del homenaje que encabezó Daniel Ortega el pasado 8 de noviembre, con motivo de la conmemoración del 48 aniversario de la muerte de Carlos Fonseca Amador –fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido en el poder– la Policía del régimen regresó al hijo de este último, Carlos Fonseca Terán y su esposa, Arlen Cuadra Núñez, a su casa en el residencial Lomas del Valle.
Tres meses antes, el 30 de julio, el hijo de Fonseca Amador y su esposa fueron sacados de su casa, según informaron varios medios de comunicación nicaragüenses. Desde entonces, no se tenía información sobre su paradero. Días antes de haber sido sacados de su casa, la Policía allanó su domicilio y se llevó sus celulares, computadoras, entre otros aparatos electrónicos.
Durante el acto, Ortega se refirió a Carlos Fonseca Amador como “tayacán, vencedor de la muerte” y que hace 48 años, “Carlos entrega su vida, pero también su palabra, su ideario, su ejemplo, que lo hereda el FSLN hasta alcanzar la victoria”.
Finalmente, el mandatario dijo que “Carlos, estamos en la lucha, seguimos la batalla, y seguimos construyendo, porque hemos sabido defender la paz… Y con paz hay seguridad, y cuando hay paz y seguridad, entonces hay bienestar para todos los nicaragüenses”.
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El medio Confidencial informó que la detención de Fonseca Terán se debía a “represalias por su participación como coordinador de un grupo de WhatsApp” llamado La Comuna, integrado por militantes sandinistas, entre ellos, profesores y trabajadores de instituciones del Estado.
Ocho de los integrantes del grupo La Comuna fueron arrestados desde el 26 de julio, y acusados el 30 de agosto por ser coautores del “delito de robo a la población nicaragüense, en la modalidad de los delitos de fraude, malversación de caudales públicos y tercero beneficiado”. Sin embargo, Fonseca Terán no fue acusado con este grupo.
Los acusados son: Gustavo Antonio Zapata; Alejandro José Taleno Rueda; Ernesto Rafael Paredes Pérez; Cristian Eduardo Bermúdez Roque; José Antonio Bermúdez Sobalvarro; Isaías Alejandro Bonilla Chamorro, Frank Eduardo Matus Rodríguez, y Rigoberto José Ramos.
“Las evidencias probatorias recopiladas, revelaron que los coacusados, aprovechándose de sus cargos en entidades públicas, se apropiaron de fondos del erario de la nación, destinados al otorgamiento de créditos a productores, emprendedores, dueños de pequeños negocios del sector urbano y rural, que estaban dirigidos a mejorar la calidad y competitividad de sus productos”, indicó la Fiscalía.
Uno de los acusados, Ernesto Rafael Paredes Pérez, era novio de María Alfonsina Martínez, la intérprete de la canción Soberanía, un himno que el régimen utilizó durante los arrestos a los opositores en 2021, previo a las elecciones presidenciales.
Carlos Fonseca Terán en vigilancia desde hace más de un año
Una fuente aseguró a DIVERGENTES que la casa de Fonseca Terán permanecía custodiada por policías desde julio del año pasado. Las fechas coinciden con los golpes a su círculo cercano. En marzo de 2023, su esposa, Arlen Cuadra Núñez, sobrina del magistrado Armengol Cuadra, fue despedida de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Su hijo, Carlos Manuel Fonseca López, fue despedido de la agencia de inversiones PRONicaragua. También fue cesado de su cargo en el Poder Judicial, su sobrino Pedro Munguía Fonseca. En octubre de 2023, el régimen canceló la personería jurídica de la Asociación de Médicos Especialistas “San Francisco”, una oenegé cuya directora era Tania Fonseca Terán, hija de Carlos Fonseca Amador.
Luego del allanamiento de julio de este año, cuando Fonseca Terán y su esposa fueron trasladados a destino desconocido, los oficiales de policía fueron cambiados por antimotines que usaban armas largas, según la fuente consultada. La parte delantera de la casa de Fonseca Terán fue “acondicionada” para que permanecieran los antimotines hasta la madrugada del nueve de noviembre, cuando Fonseca Terán y su esposa fueron llevados nuevamente a su casa.
Ese día hubo un cambio de dispositivo policial: los antimotines fueron sustituidos por oficiales de policías que ahora permanecen en una caseta, afuera de la vivienda de Fonseca Terán. Son entre cuatro a cinco policías, con armas cortas, que hacen cambio de turno todos los días. La Policía, además, mantiene vigilancia en al menos dos cuadras alrededor de la casa.