El Parlamento de Honduras ratificó el “Tratado de límites con Nicaragua en el Mar Caribe y aguas afuera del Golfo de Fonseca” (Pacífico), suscrito por los dos países en octubre de 2021, informó este miércoles el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina.
El tratado fue ratificado el martes por 122 de los 128 diputados que integran el Parlamento hondureño, cuyo presidente, Luis Redondo, le ordenó a los periodistas que salieran de la sala porque sería discutido un asunto de interés nacional.
“Ayer por instrucciones de la Presidenta @XiomaraCastroZ comparecimos ante el Congreso Nacional en una sesión histórica para los derechos y la soberanía nacional de Honduras. En la cual, por unanimidad, se ratificó el ‘Tratado de límites entre la República de Honduras y la República de Nicaragua en el Mar Caribe y aguas afuera del Golfo de Fonseca'”, indicó el canciller Reina en la red social X.
Ratificación “express” en Nicaragua
El 27 de octubre de 2021, el régimen nicaragüense convocó a una sorpresiva cadena de radio y televisión para anunciar la visita no programada del entonces presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH).
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El motivo: La firma conjunta con el dictador Daniel Ortega de un acuerdo pomposamente llamado Tratado entre Nicaragua y Honduras en el Mar Caribe y aguas afueras en el Golfo de Fonseca, el cual determinaba las delimitaciones fronterizas en mar y tierra establecidas por la Corte Internacional de Justicia de la Haya, y abría las puertas a una explotación conjunta entre Honduras y Nicaragua de los recursos de la zona.
El acuerdo fue rápidamente ratificado un día después de su firma por la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por parlamentarios operadores de la dictadura orteguista y sus aliados colaboracionistas políticos.
El tratado estuvo estancado dos años y medio en la tubería del Poder Legislativo de Honduras. Durante ese tiempo, el expresidente hondureño y aliado político de Ortega, Juan Orlando Hernández, fue extraditado a Estados Unidos y condenado en una corte de Nueva York por delitos vinculados con el narcotráfico.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo guardó un silencio sepulcral sobre el congelamiento de otra de sus iniciativas políticas y diplomáticas con las que prometía el renacer económico de la zona del Golfo de Fonseca.
Cancillería de Honduras valora positivamente ratificación
Reina valoró “positivamente” la ratificación del tratado, y subrayó que “viene a finiquitar y para beneficio del desarrollo de ambos pueblos hermanos, una historia de más de 100 años de laudos, casos ante la CIJ (Corte Internacional de Justicia) y tratados, usando los medios pacíficos que el Derecho Internacional establece para la solución de diferencias y contribuir a la hermandad y la paz”.
El tratado reconoce las sentencias de la CIJ de 1992 (que definió los límites en el Golfo de Fonseca) entre Honduras y El Salvador), y en 2007, subrayó el diplomático hondureño, que agradeció a los diputados del Parlamento de su país “por su disposición patriótica”.
“Esperamos seguir construyendo en el Golfo de Fonseca una zona de paz y desarrollo sostenible con los países ribereños”, acotó.
Ventajas geopolíticas para Honduras
Julieta Castellanos Ruiz, socióloga y académica hondureña y quien fue rectora entre 2009 y 2017 de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, expresó que dado las ventajas y beneficios geopolíticos que el tratado representa para los catrachos, sorprende que el mismo estuvo tanto tiempo fuera de la agenda política del país vecino.
“Nos sorprendió que el presidente Juan Orlando Hernández llegara a un acuerdo en esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia con Daniel Ortega, debido a las diferencias ideológicas. Para Honduras significaba un logro significativo conseguir este acuerdo, debido al rechazo permanente de El Salvador y más aún, en un año electoral”, recordó Castellanos.
“Honduras recibió muy bien la firma de este tratado. Al margen de simpatías políticas, nos parecía un paso importante. Lamentablemente no se ratificó en el Congreso, siendo todavía Gobierno el Partido Nacional (el partido de Juan Orlando Hernández) y teniendo mayoría parlamentaria. Esto porque probablemente, el partido Libre (el principal partido opositor en ese entonces) no quería ratificar con sus votos este convenio y darle ese logro al Partido Nacional en un año electoral”, explicó Castellanos.
La llegada al poder de Xiomara Castro, esposa de Manuel “Mel” Zelaya, quien luego de ser derrocado por un golpe de Estado en 2009 fue acogido por Ortega en Nicaragua, supuso el establecimiento de un alineamiento político entre el nuevo Gobierno hondureño y el régimen nicaragüense. Sin embargo, esta afinidad política no se ha visto traducida al menos en lo referente a la ratificación de este tratado, hasta este miércoles 20 de marzo de 2024.
El Golfo de Fonseca es compartido por El Salvador, Honduras y Nicaragua
Se necesita acuerdo con El Salvador
Un experto en derecho internacional y relaciones internacionales, quien pidió no ser citado para evitar represalias del régimen orteguista, calificó la firma de este tratado como “precipitada” y afirmó que es evidente que el mismo no ha tenido ningún seguimiento o consecuencia política o comercial para Nicaragua.
“En este tratado Nicaragua reconoce derechos a Honduras, sobre una materia que evidentemente requiere el concurso de los tres países con intereses en el Golfo de Fonseca, y que deben estar de acuerdo en la delimitación de la salida hondureña hacia el Pacífico. Es decir, una materia que exige el concurso de El Salvador con los otros dos países”, señaló.
El presidente salvadoreño Nayib Bukele Bukele se mofó de la firma del tratado en octubre de 2021 en la entonces red social Twitter, ahora denominada X, escribiendo: “¿Qué creen que estuvieran diciendo @dw_espanol, @nytimes, @washingtonpost y sus medios afines, si yo hubiera firmado este mismo idéntico tratado geopolítico con Ortega? Exacto. ¿Qué estuvieran diciendo los demócratas en la Casa Blanca? Exacto”.
“Muchas de las disposiciones de ese tratado no pueden implementarse en términos de certeza, incluso jurídicas, sin la participación de El Salvador. No hay que olvidar que el Golfo de Fonseca es un golfo tripartito, lo que en derecho del mar se conoce como una condición de condominio entre tres Estados. Aunque haya aguas de cada uno de estos Estados, hay un régimen común para ciertas cosas”, añadió.
“La precipitada firma de ese tratado, poco tiempo antes de la salida de Juan Orlando Hernández de la Presidencia de Honduras, bajo serias acusaciones de corrupción, así como las condiciones de faltas de legitimidad en las elecciones en Nicaragua, arrojan muchas sombras sobre los propósitos reales de ese tratado”, finalizó el especialista.
*Con información de EFE