Dictadura cierra cuentas personales de sacerdotes en Nicaragua y bancos no les notifican por ninguna vía

Sacerdotes de Granada, Jinotega y Managua confirman a DIVERGENTES el bloqueo de sus activos, en medio de la persecución religiosa que los Ortega-Murillo mantienen contra el catolicismo.“Nos cerraron las cuentas y ni siquiera sabemos si estamos siendo investigados por algo”, lamentó un párroco

Feligreses asisten a una misa este jueves, en una iglesia de Managua. Foto de archivo de EFE.

Sacerdotes de las Diócesis de Granada, Jinotega y la Arquidiócesis de Managua confirmaron a DIVERGENTES que los bancos de Nicaragua les cerraron sus cuentas personales sin notificarlos a través de ningún medio. “Traté de entrar a mi cuenta y la banca en línea me dijo que mi usuario estaba bloqueado”, describe uno de los sacerdotes bajo condición de anonimato. “Hubiese esperado una llamada o un correo electrónico con un aviso”, agrega. Las entidades bancarias hicieron lo mismo con las cuentas de las personas que fueron despojadas de su nacionalidad en febrero pasado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.  

La orden del cierre de las cuentas personales de los sacerdotes la dio a conocer la abogada en el exilio, Martha Patricia Molina, quien se ha especializado como investigadora en temas religiosos. “La dictadura congela varias cuentas bancarias personales de los sacerdotes. Esta medida podría generalizarse en las próximas horas”, tuiteó la tarde de este miércoles.

Todavía no se conoce el número total de sacerdotes afectados con este nuevo zarpazo represivo del régimen, pero ocurre a menos de un mes después del bloqueo de las cuentas bancarias de las Diócesis de Managua, Matagalpa, al norte del país; y la de León y Chinandega, en el occidente. Todo esto se enmarca en la persecución religiosa que la pareja presidencial mantiene contra el catolicismo. “Nos cerraron las cuentas y ni siquiera sabemos si estamos siendo investigados por algo”, lamentó un párroco. 

Después de cerrar las cuentas de las Diócesis, la Policía del régimen informó en un comunicado que había puesto en marcha investigaciones tras el hallazgo de “centenares de miles de dólares escondidos en bolsas ubicadas en instalaciones pertenecientes a la Diócesis del país” y acusó a “personas vinculadas a ellas” de cometer actos ilícitos. “El resultado de las investigaciones confirmó la sustracción ilegal de recursos de cuentas bancarias que se había ordenado por ley congelar, así como ilícitos que todavía están siendo investigados como parte de una red de lavado de dinero que se ha descubierto en Diócesis de distintos departamentos”, añade el texto policial.

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Los bancos no notifican 

Los sacerdotes mantienen acceso a sus respectivas bancas en línea, pero al momento de hacer transferencias electrónicas las cuentas exponen que están “bloqueadas”, son “inválidas” o que el “estatus de cuenta origen o destino no permite transferencias”. “Es bien difícil que los bancos hablen o se refieran a esta situación, porque están aterrorizados. Creen que sus teléfonos y computadoras están intervenidas”, relató una fuente del sector privado. 

Al momento de que terceros intentan hacer transferencias a las cuentas afectadas, aparecen los mismos mensajes de invalidez. “La cuenta tiene dos notas en rojo que dicen: débito no permitido y no permite crédito. Lo bloqueó el Área de cumplimiento”, dijo una fuente bancaria. Lo mismo sucedió con los opositores y periodistas despojados de su nacionalidad. 

La fuente ligada a uno de los bancos dijo que las cuentas fueron bloqueadas por el “Área de cumplimiento”, la dependencia que regula las cuentas en temas de “lavado de dinero, clientes sospechosos o si están regulados por el Estado”. “Es una área auditada todo el tiempo por la Superintendencia”, explicó la fuente bancaria. 

Para la abogada Martha Patricia Molina, el régimen pretende paralizar las operaciones de la Iglesia Católica en Nicaragua, en especial los proyectos que aún no han sido afectados por la cancelación de oenegés, medios de comunicación y asociaciones administradas por el catolicismo. Y ahora se suman los sacerdotes a título personal. 


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