El futuro del Título 42: una barrera contra los migrantes y la lejana posibilidad del asilo en Estados Unidos

La Corte Suprema cancela la presentación de argumentos por parte de los estados republicanos para la continuación del Título 42, la política que permite a los funcionarios fronterizos de EE. UU. expulsar rápidamente a los migrantes en la frontera. Sin embargo, la administración de Joe Biden también planea publicar una regulación antes del 11 de mayo que descalificaría a los migrantes para acceder al asilo si no solicitan refugio en terceros países, como México. El equipo de DiverCheck te explica


El tribunal superior había programado escuchar los argumentos orales el 1 de marzo en un caso sobre si se debe permitir que un grupo de estados liderados por republicanos defiendan la legalidad del Título 42 impuesto por el anterior gobierno de Donald Trump, y que la administración de Biden ha tratado de poner fin con la premisa de que ya no es necesario para contener el coronavirus. 

La administración Biden dijo a la Corte Suprema que la solicitud de los estados liderados por los republicanos sería discutible el 11 de mayo, cuando la expiración de la emergencia nacional de salud pública Covid-19 desencadenara la desaparición del Título 42. Sin embargo, el jueves 16 de febrero, el alto tribunal eliminó el caso de su calendario.

Desde que fue invocada por la administración Trump al comienzo de la pandemia en marzo de 2020, la ley de salud pública que sustenta el Título 42 ha permitido a los funcionarios estadounidenses a lo largo de la frontera mexicana expulsar a migrantes a México. Un promedio de 2,6 millones de veces más a México o a su país de origen, sin permitirles solicitar asilo, según los datos federales.

La administración Biden también planea publicar una regulación antes del 11 de mayo que descalificaría a los migrantes del asilo si no solicitan refugio en terceros países en su camino a los EE. UU. Aquellos sujetos a la política, que ha recibido críticas de los progresistas, podrían ser deportados de EE. UU. sin una audiencia judicial.

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Las restricciones propuestas, que buscan disuadir a las personas de cruzar la frontera sin autorización, estarán sujetas a un período de comentarios públicos de 30 días y luego se revisarán antes de la publicación final, dijeron dos fuentes a la agencia de noticias Reuters este martes.

Por otro lado, el caso en el que la Corte Suprema canceló los argumentos el jueves es una de varias demandas que Texas y otros estados liderados por republicanos han presentado contra las acciones de inmigración de Biden.

Veinte estados encabezados por Texas pidieron nuevamente el miércoles a un juez federal que detenga de inmediato el proceso de patrocinio, mejor conocido como parole, que permite que hasta 30,000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela ingresen a EE. UU. legalmente cada mes, estos afirman que la autoridad que respalda el programa no se puede utilizar para admitir un gran número de extranjeros.

El Gobierno de Biden ha advertido que el colapso del programa de patrocinio podría llevar a México a rechazar las expulsiones de migrantes no mexicanos por parte de Estados Unidos, ya que los funcionarios de la Ciudad de México hicieron que el compromiso dependiera de que Estados Unidos también aceptara migrantes.

Lo que se proyecta luego del fin del Título 42 

El futuro del Título 42: una barrera contra los migrantes y la lejana posibilidad del asilo en Estados Unidos
Migrantes retornan a territorio mexicano, por el puente Internacional Reforma, en Ciudad Juárez, Chihuahua (México). EFE/Luis Torres

Adam Isacson, director para la supervisión de defensa de la organización Wola, explica en su análisis que “parece menos probable que el fin del Título 42 signifique el restablecimiento del derecho a solicitar asilo en la frontera”. 

El Gobierno de Biden está apuntando a cómo podrían ser los nuevos límites al asilo después del Título 42. Una “prohibición de tránsito” puede denegar el asilo a personas que hayan pasado por un tercer país en ruta y no hayan solicitado asilo primero allí. 

Los defensores de los derechos de las personas migrantes califican esta “prohibición de tránsito” o “prohibición de asilo” de “sentencia de muerte” porque es probable que vuelva a poner en peligro a personas con solicitudes legítimas de protección. Con esta prohibición, la única nacionalidad no sujeta a esta inelegibilidad serían los mexicanos, que no pasan por ningún otro país en camino a la frontera.

El uso agresivo de la “expulsión acelerada” podría obligar a las personas solicitantes de asilo a defender sus casos en pocos días, desde la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), sin un acceso significativo a un abogado. “Las negociaciones en curso con México pueden permitir miles de expulsiones de ciudadanos no mexicanos a través de la frontera terrestre”.

A pesar del parole humanitario y el uso de la aplicación de CBP para solicitar exenciones al Título 42 mientras los migrantes “más vulnerables” se encuentran en el norte de México, Isacson afirma que “estas iniciativas ofrecen un alivio importante, pero adolecen de graves defectos de diseño y funcionamiento que la administración debe subsanar”.

“Debe haber una mejor forma para que las personas migrantes busquen protección, en lugar de ser obligados a recorrer rutas inseguras, dominadas por el crimen organizado y funcionarios corruptos, para pisar suelo estadounidense y pedir asilo. Truncar el derecho a pedir asilo, sin embargo, no es una solución”, continúa.

El resultado a largo plazo de este par de políticas podría ser un sistema de dos niveles en el que las personas migrantes más ricas y con más conexiones acaben en Estados Unidos, mientras que las personas migrantes más pobres acaben en México. Por no mencionar que el programa sólo beneficia a las nacionalidades con un elevado número de cruces fronterizos recientes a Estados Unidos.

Otro punto es que la migración disminuyó en enero porque se redujo la posibilidad de pedir asilo en la frontera. El 10 de febrero, la CBP anunció un sorprendente descenso del 40%, en comparación con diciembre, en el número de personas migrantes indocumentadas que la agencia encontró en la frontera entre Estados Unidos y México. La cifra de 156,274 personas migrantes encontradas en enero, 128,410 de ellos por la Patrulla Fronteriza, fue la más baja desde febrero de 2021, el primer mes completo de Joe Biden en el cargo.

Sin embargo, detener el asilo en la frontera es ilegal y cierra una de las principales vías de protección para algunas de las personas más vulnerables de la región. El derecho a solicitar asilo al llegar a suelo estadounidense en la frontera entre Estados Unidos y México está establecido en el artículo 208 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) de 1952, la ley fundamental de inmigración de Estados Unidos. Este derecho existe independientemente de la nación de origen, la ruta tomada hasta la frontera o el medio por el que el migrante cruzó a Estados Unidos.