España nacionaliza a los primeros 14 nicaragüenses despojados por Ortega y Murillo

El Consejo de Ministros aprobó este jueves 14 solicitudes de nacionalidad a las personas declaradas apátridas por la dictadura en febrero pasado, entre quienes figuran periodistas, opositores, activistas, feministas, defensores de derechos humanos y líderes religiosos.

Imagen del ministro Albares reunido en Washington con los primeros 14 nicaragüenses a quienes España otorgó la nacionalidad.

El Gobierno de España, a través de su Consejo de Ministros, ha aprobado este jueves la nacionalidad por carta de naturaleza a los primeros 14 nicaragüenses a quienes la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo declaró apátridas en febrero pasado.

La mañana de este once de mayo, los ministros del gobierno de Pedro Sánchez estudiaron las solicitudes y fueron aprobadas. Esta tarde, en Washington donde ha viajado, el titular de Exteriores José Manuel Albares sostuvo una reunión con los desnacionalizados y dijo que “España es hogar de los defensores de la democracia y la libertad”.

“En Washington me he reunido con nicaragüenses a quienes España ofreció la nacionalidad tras haber sido despojados de la suya. Hoy hemos concedido la nacionalidad española a 14 de ellos. Seguirán más”, dijo Albares.

Los primeros desnacionalizados fueron los 222 presos políticos desterrados por el régimen el pasado nueve de febrero. Los excarcelados llegaron a Estados Unidos y fueron acogidos bajo el programa humanitario Parole que, actualmente, congresistas Republicanos quieren eliminar. De aprobarse la medida H.R.2, conocida como Ley de Seguridad Fronteriza 2023, no solo los presos políticos quedarían en el limbo, sino que al menos 7,500 nicaragüenses han sido beneficiados con el parole. Además, la ley pretende restringir el asilo político. 

Recibe nuestro boletín semanal

España nacionaliza a los primeros 14 nicaragüenses despojados por Ortega y Murillo
Foto de archivo de EFE.

El destierro acompañado de muerte civil, confiscación y, lo que podría ser más grave según algunos analistas, el despojo de la nacionalidad, ha sido una de las últimas estrategias represivas de los Ortega-Murillo. Después de conocerse del despojo de la nacionalidad de los presos políticos desterrados, el régimen arremetió contra otras 94 personas. En esa última lista emitida por la justicia orteguista figuran periodistas, exdiplomáticos, activistas, defensores de derechos humanos, exdiputados, exguerrilleros, líderes religiosos así como destacados escritores como Sergio Ramírez Mercado y Gioconda Belli, así como monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, actualmente exiliado en Estados Unidos. 

De inmediato de conocerse la desnacionalización de un total de 317 personas, el Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, ofreció la nacionalidad. Luego lo hicieron otras naciones de Latinoamérica, como Chile y Argentina. Sin embargo, España es el único país que concederá la nacionalidad vía carta de naturalidad, es decir la manera más expedita para conseguirla, sin que medien tantos trámites, uno de ellos la obligatoriedad de residir en esos países de acogida. 

“Hoy mismo el Ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, se reunirá en Washington con algunas de estas personas para informarles de todo personalmente. Quiero agradecer al pueblo y Gobierno de España por esta acción de solidaridad tan importante para tantas personas, también quiero agradecer a la diáspora nicaragüense en España y a los españoles solidarios por todos sus incansables esfuerzos para que esta decisión trascendental se pudiera tomar”, expresó en su cuenta de Twitter Félix Maradiaga, ex precandidato presidencial y preso político desterrado en Estados Unidos. 


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.