Lo dicho:
“La pobreza extrema en el país pasó de 6.9 % a un 6.4 % en los últimos siete años, según un precenso realizado de mayo a julio de este año”.
Clasificación:
Verificamos:
El dato sobre la pobreza extrema a nivel nacional es falso. Según los resultados del precenso, la medida es menor a la estimada en la última encuesta desarrollada en el año 2016. En ese entonces el dato fue de 6.9 %. Sin embargo, en el último informe de pobreza realizado por la cancelada Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (FIDEG) en el año 2019, el dato de la pobreza extrema en el año 2016 correspondió a un 7.7 % y luego en el año 2017 subió a 8.4 %.
A pesar de esto, el régimen ha mantenido los datos relacionados a la pobreza de manera oculta desde el año 2014. Los resultados de la última Encuesta de Medición del Nivel de Vida (EMNV 2014) indican que alrededor de un tercio de los y las nicaragüenses viven en situación de pobreza.
Los últimos datos que se encuentran en la base de datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) corresponden al año 2014 y señalan que la pobreza extrema en Nicaragua se encontraba en un 18.3 %.
A eso hay que sumar que la Policía Nacional allanó las oficinas de FIDEG el 4 de noviembre de 2021 por órdenes de los Ortega-Murillo. Los hallazgos de las últimas investigaciones de FIDEG contradecían el discurso oficial. Los resultados de la encuesta realizada por FIDEG en 2021, estaban siendo procesados, cuando la Policía allanó las instalaciones, y no pudieron ser divulgados. Finalmente el Ministerio de Gobernación (Migob) canceló la personería jurídica de la fundación el 13 de diciembre de 2021. Por esta razón, en Nicaragua no existen mediciones ni estudios confiables sobre la situación de pobreza de la población y es más fácil para el gobierno maquillar estas cifras, una práctica a la que suelen recurrir en materia de salud pública.
El sociólogo, economista y analista político Óscar René Vargas explica que la pobreza es un síntoma de la enorme desigualdad de renta y riqueza que existe en el país, una de las más altas de América Latina. Este silencio sobre la pobreza oculta, también, otro grave problema que existe: la elevadísima desigualdad de recursos.
“En realidad, hay una relación directa entre pobreza y desigualdades de clase (medidas por el nivel de ingreso). A mayor pobreza, mayores son sus desigualdades de renta. También, a mayor pobreza, encontramos no solo mayores desigualdades de renta, sino también mayores desigualdades de género. De ahí que Nicaragua sea uno de los países con mayor índice de pobreza, con mayores desigualdades de renta y también grandes desigualdades de género”, subraya el experto.
Vargas asegura que la pobreza no es solamente un problema económico y social, también es un problema político. Hay una clara relación entre los dos principales problemas que tiene Nicaragua: la elevadísima tasa de riesgo de pobreza, exclusión social y las enormes desigualdades por clase social y por género. Lo cual están claramente relacionados y responden a una causa común: el enorme poder de los poderes fácticos económicos y políticos conservadores que tienen sobre el Estado, lo cual determina la aplicación de políticas públicas claramente regresivas que favorecen los intereses de las clases más pudientes a costa de los intereses de la mayoría de la población y de los sectores populares.
Daniel Ortega cogobernó una década con el sector empresarial bajo la figura de “diálogo y consenso público-privado”, es decir una relación corporativista. Aunque actualmente están enfrentados, e incluso el régimen ha confiscado a algunos empresarios, el oficialismo intenta recomponer la relación con el empresariado.
El presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, anunció que en el mes de abril del año 2024, se realizará el levantamiento del censo de población y viviendas en Nicaragua.