El general en retiro del Ejército de Nicaragua Humberto Ortega, hermano del dictador Daniel Ortega, reapareció en una entrevista con CNN para criticar la decisión del mandatario sandinista de condenar de manera “precipitada” al obispo Rolando Álvarez, acción que a su criterio ya le está generando un “impacto político”. A su vez aseguró que la liberación y destierro de los presos políticos podría ser un “gesto de buena voluntad” e “intercambio” de Managua, con aras de obtener una medida recíproca de Estados Unidos.
En un adelanto de entrevista que el periodista Andrés Oppenheimer compartió, el exjefe militar reconoció el peso que representa para la dictadura sandinista tener en las cárceles a un preso político de la altura del obispo matagalpino. “El obispo Álvarez es muy relevante acá en Nicaragua, yo he seguido de cerca su discurso y en general considero que está en la línea de las libertades que uno tiene que tener y tolerar en un gobierno democrático”, señaló el general en retiro.
Al ser preguntado si el encarcelamiento de monseñor Álvarez va a tener un impacto político para el régimen, Humberto Ortega no titubeó en responder que “ya lo está teniendo”, porque su hermano no quería que el obispo se quedara en Nicaragua. “Por eso fue que respondió de una manera precipitada, atropellando la ley, la metodología, los procedimientos técnicos, pues lo condenan después de que ya lo habían metido a La Modelo”, señaló.
El pasado 10 de febrero, Álvarez fue condenado a 26 años y cuatros meses de prisión por los supuestos delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravada, desobediencia y desacato a la autoridad, un día después de que el líder religioso se negó a abordar el avión que lo enviaba al destierro en Estados Unidos.
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El dictador sandinista dijo esa misma noche del destierro que tras esta negativa el obispo de Matagalpa fue enviado a las celdas del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocidas como “La Modelo”, en Tipitapa. Una de las cárceles más temidas en Nicaragua.
La explicación del caudillo sandinista es que el religioso tiene rabia por acatar “la decisión de las autoridades nicaragüenses”. Para Ortega, Álvarez tiene comportamientos de “soberbia” y se considera el jefe de la Iglesia. “Está desquiciado”, dijo el dictador… “Llegó a La Modelo energúmeno, no acepta que lo metan a una celda donde hay centenares de presos”, continuó.
Para su hermano y exjefe militar, el obispo matagalpino “es un hombre serio, consecuente y lo está demostrando” con la decisión de no irse de su país. Algo que para Humberto podría crear un “mártir cristiano” con mucho apoyo entre la sociedad.
Aplaude liberación de presos políticos
En el adelanto de entrevista, el general en retiro también aseguró que la excarcelación de los 222 presos políticos, quienes fueron desterrados de inmediato a Estados Unidos el pasado 9 de febrero, es algo “muy bueno”, para el proceso de diálogo que podría entablar en el futuro el régimen con Washington.
“Queda claro que esto fue producto de un intercambio, que lógicamente al abrir este cambio se está dialogando y se llevó a un acuerdo muy específico sobre el modus operandi de liberar a estos presos, entonces yo lo aplaudo y lo veo como muy bueno en la ruta de buscar una mayor comunicación y diálogo entre el Gobierno de Nicaragua y los Estados Unidos”, dijo Humberto.
Tras el destierro de los opositores, Ortega aseguró que la decisión de desterrarlos fue un “asunto de honor, dignidad, patriotismo” y no una apertura a una negociación con Estados Unidos. Según el mandatario sandinista no están pidiendo nada a cambio y tampoco solicitaron que se “levanten las sanciones” en contra de su régimen.
Sin embargo, para su hermano el caudillo sandinista podría estar esperando un “alivio” de las sanciones que el país norteamericano ha impuesto a varios funcionarios e instituciones de su régimen, o evitar que la administración de Joe Biden imponga nuevas medidas. El general en retiro aseguró que, debido a estos castigos, a Nicaragua se le han limitado los préstamos internacionales que servían para construir puentes y carreteras.
Por último, el exjefe militar mencionó el encuentro que sostuvo de manera “privada” con su hermano, el pasado 23 de diciembre, después de cuatro años sin haberse visto. La visita duró tres horas y fue por los problemas de insuficiencia cardíaca que Humberto presenta, como lo informó el oficialismo en una nota de prensa publicada tras dicho encuentro.