Régimen Ortega-Murillo condena a 26 años a monseñor Álvarez

Con esta condena pública en contra de uno de los religiosos más destacados y queridos en Nicaragua, el régimen Ortega-Murillo tensa las futuras negociaciones con Washington y la comunidad internacional, después que este mismo viernes la Unión Europea señaló que estaba “abierta” a un “diálogo político” con Managua

Monseñor Álvarez
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa. Foto: Archivo

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo impuso una condena de 26 años y cuatros meses de prisión en contra del obispo Rolando José Álvarez, por los delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravada, desobediencia y desacato a la autoridad, un día después de que el líder religioso se negó a abordar el avión que lo enviaba al destierro en Estados Unidos.

La lectura de sentencia fue leída en una conferencia de prensa por el magistrado del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), Octavio Ernesto Rothschuh, quien también informó que a Álvarez se le despojó de su nacionalidad nicaragüense, al igual que ocurrió con los 222 presos políticos que fueron desterrados a Washington este nueve de febrero.

En el detalle de condena, el magistrado de la TAM expuso que le impuso un año de prisión por ser autor del delito de desacato a la autoridad, tras negarse a irse al destierro, cinco años de prisión por el cargo de propagación de noticias falsas, cinco años y cuatro meses por supuesta obstrucción de funciones agravadas “en perjuicio del Estado de la República de Nicaragua” y 15 años por “traición a la patria”.

“…inhabilitación de forma perpetua para ejercer la función pública en nombre o el servicio del Estado de Nicaragua, así como ejercer cargos de elección popular. Del mismo modo se declara la pérdida de los derechos ciudadanos del condenado, misma que tendrá carácter perpetuo, todo esto por ser autor del delito de menoscabo de la integridad nacional”, leyó el magistrado sandinista.

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Con esta condena pública, el régimen Ortega-Murillo tensa las futuras negociaciones con Washington y la comunidad internacional, después que este mismo viernes la Unión Europea señaló que estaba “abierta” a un “diálogo político” con Managua.

Monseñor Álvarez está en La Modelo

Monseñor Álvarez

La noche del jueves el dictador Ortega informó que el obispo de Matagalpa fue enviado a la cárcel del Sistema Penitenciario La Modelo, en Tipitapa, después de negarse a abordar el avión con destino a Estados Unidos.

Según el mandatario sandinista, el jerarca católico se negó a ser desterrado cuando estaba a punto de abordar el avión. “Él está haciendo la fila y llega a las gradas y empieza a decir que él no se va. Que primero tendría que reunirse con los obispos y exigir una reunión”, contó Ortega.

“Yo no sé qué piensa este señor. Que frente a una decisión del Estado nicaragüense dice que no acata. Una resolución de un tribunal de justicia que lo está mandando a irse del país. Dice que no acata”, continuó Ortega.

Según Ortega, el obispo Álvarez quería hablar con los sacerdotes que ya habían subido al avión. “Total, que no podíamos montar a la fuerza al que no quisiera irse”, dijo Ortega, quien añadió que por esa razón lo enviaron a la cárcel Modelo.

Ortega dijo que Álvarez actualmente se encuentra “irritado porque ahora sí está en la cárcel”. La explicación del caudillo sandinista es que el religioso tiene rabia por acatar “la decisión de las autoridades nicaragüenses”. Para Ortega, Álvarez tiene comportamientos de “soberbia” y se considera el jefe de la Iglesia. “Está desquiciado”, dijo Ortega, quien agregó que esto lo determinarán las autoridades judiciales y médicas que lo van a atender. “Llegó a la Modelo energúmeno (…) No acepta que lo metan a una celda donde hay centenares de presos”. 

El pasado 13 de diciembre de 2022, el régimen hizo oficial el secuestro de monseñor Álvarez al presentarlo en los Juzgados de Managua vestido de civil, sin utilizar el uniforme azul con el que normalmente imponen a los presos políticos. En esta nueva presentación, el religioso también fue llevado con ropa particular, con un pantalón negro y una camisa de vestir blanca.

Con esta condena, monseñor Álvarez se convirtió en el primer obispo arrestado y acusado desde que Daniel Ortega retornó al poder en 2007. Las relaciones entre el catolicismo y el gobierno se tensionaron a raíz de las protestas de abril de 2018, cuando los principales líderes católicos decidieron tomar una postura en contra de Ortega.


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