Un grupo de 483 personas, entre ellas intelectuales, pensadores, escritores, periodistas y artistas firmaron una carta en solidaridad con los 317 nicaragüenses cuya ciudadanía fue despojada en la última semana. Las voces, de la talla internacional como la escritora española Rosa Montero, o la franco-mexicana Elena Poniatowska exhortaron “a la comunidad internacional a que se pronuncie y asuma un papel activo en todas las acciones que puedan llevar al cese de los abusos y las violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen Ortega-Murillo”.
La misiva, también pide al gobierno nicaragüense que detenga la represión contra su pueblo. “Estos hechos violan el derecho humano fundamental a tener una nacionalidad y la prohibición a que se prive arbitrariamente de ella a cualquier ser humano, consignada en el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 20 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, manifiestan.
Los intelectuales reaccionaron tras una masiva jornada de despojo de nacionalidad, en las que activistas, periodistas, miembros de la sociedad civil y críticos al régimen en general fueron tachados de “traición a la patria”. El delito, mencionado por primera vez el 21 de diciembre de 2020 en la Ley de defensa a los derechos del pueblo (Ley 1055), ahora es utilizado por el Tribunal de Apelaciones de Managua para declarar a los nicaragüenses como apátridas y quitarles sus bienes en el país.
Desde entonces las voces de alarma de la comunidad internacional volvieron a mostrar su preocupación por Nicaragua. “El 15 de febrero se despojó a otros 92 nicaragüenses de su nacionalidad, entre los cuales se encuentran el escritor y premio Cervantes de literatura Sergio Ramírez y la reconocida poeta Gioconda Belli”, se solidarizaron los intelectuales.
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Los firmantes
Las firmas reflejan el estado de preocupación que el régimen de Ortega y Murillo ha causado en la opinión pública ante el inicio de una nueva etapa más radical y totalitaria. Las reacciones de organizaciones de derechos humanos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional no se han hecho esperar.
En los firmantes figuran intelectuales que en el pasado apoyaron la causa de la Revolución Popular Sandinista, cuando derrocó a la dictadura de los Somoza. Uno de ellos es Salman Rushdie, escritor de origen indio y de nacionalidad británica que el pasado 12 de agosto recibió en Nueva York diez puñaladas en un atentado contra su vida. Rushdie, cuyo libro más reconocido es “Los versos satánicos” –mismo que le provocó ser perseguido por fanáticos religiosos– visitó Nicaragua en la década de los ochenta, como otras decenas de intelectuales. El resultado de su visita se plasmó en el ensayo “La sonrisa del jaguar”, en el cual manifiesta algunas de sus desconfianzas ante el proceso revolucionario en ciernes. Una de ellas fue la censura impuesta al diario La Prensa durante la primera etapa de la revolución.
Rushdie, para entonces, le cuestionó a Ortega por qué había tomado una medida que él consideraba radical, y que solo generaría mala prensa a favor de los sectores más conservadores de la Contra. Según el libro, Ortega le espetó: “Estamos en guerra. Si en tiempo de paz La Prensa quiere aceptar dinero de la CIA, como ha hecho, y defender la política norteamericana, vale. Si quieren atacar al Frente, también vale. Pero ahora es diferente. El enemigo aprovecha el periódico”.
Otros de los autores de talla mundial que firmaron la misiva es Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura en 2016 y uno de los más prolíficos del mundo árabe. De nacionalidad turca, sus obras más destacadas son “Me llamo rojo” y “Nieve”, cuyo contenido explora los conflictos religiosos que han marcado a Asia.
Destacan los narradores latinoamericanos Santiago Roncagliolo, de origen peruano, autor de “Abril rojo”; Sabrina Duque, cronista ecuatoriana; Leila Guerrero, periodista argentina; Karina Sainz, periodista y escritora venezolana; Rubén Blades, músico panameño, cuyas canciones son consideradas “crónicas” cantadas; entre muchos otros.