En las instalaciones del diario La Prensa hay dos máquinas que, antes de ser confiscadas, imprimían diversos materiales periodísticos y comerciales. Una es la rotativa, que en su mejor momento, llegó a tirar hasta 56, 000 periódicos al día para distribuirlo en 147 municipios de Nicaragua. La otra es la imprenta comercial, donde se imprimían revistas, suplementos, publicidad de supermercados, la cartelera cinematográfica, entre otros folletos de empresas; libros escolares del Ministerio de Educación (Mined) y revistas especiales del Ejército de Nicaragua. La razón para que hasta estas últimas instituciones afines al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contrataran sus servicios “es muy sencilla”, dice una fuente que trabajó en esta imprenta hasta su cierre: “La imprenta comercial de La Prensa era una de las mejores de Centroamérica”.
El plantel industrial del diario La Prensa fue confiscado el 13 de agosto de 2021, tres meses antes de las votaciones en las que Ortega y Murillo se autoeligieron para otro período presidencial de cinco años, durante una escalada represiva en la que se capturaron a más de 50 opositores. Las autoridades justificaron la toma por la fuerza de la Policía de acuerdo a una supuesta investigación de Aduanas, la Procuraduría General de la República y el Ministerio Público. Tras la requisa de las instalaciones, la Policía detuvo al gerente del periódico, Juan Lorenzo Holmann, en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocido como El Chipote, donde permaneció año y medio hasta que lo desterraron y le quitaron la nacionalidad en febrero de este año.
Holmann asegura que durante su “proceso judicial”, que resultó en una condena en su contra de nueve años de cárcel por supuesto lavado de dinero, el diario La Prensa, como empresa, nunca fue parte del juicio ni hubo cargo directo contra la misma. La condena a Holmann fue como persona natural. Sin embargo, la jueza Nadia Camila Tardencilla, a cargo del caso, resolvió que todos los bienes ocupados se mantuvieran bajo custodia. Luego del destierro de Holmann, en febrero pasado, la jueza modificó la sentencia para incluir en ella las propiedades de La Prensa.
Cabe destacar que la Constitución de Nicaragua, en su artículo 44, prohíbe “la confiscación de bienes” y establece que los funcionarios que infrinjan esta disposición “responderán con sus bienes en todo tiempo por los daños inferidos”. Además, indica que se garantiza el derecho de la “propiedad privada de los bienes muebles e inmuebles de los instrumentos de producción”. El Estado sólo puede hacerse de bienes privados cuando la ley lo permita, y con una previa indemnización a los afectados.
Recibe nuestro boletín semanal
Sin embargo, en el lugar donde eran las instalaciones de La Prensa, el régimen inauguró, el pasado 19 de abril, el Centro Cultural y Politécnico José Coronel Urtecho, donde se imparten cursos especializados sobre cultura, arte, patrimonio, economía creativa y carreras técnicas, según la propaganda oficial. La confiscación o el traspaso de bienes al Estado no fueron publicados en el diario oficial La Gaceta, ni tampoco se emitió ninguna notificación a la Junta Directiva de La Prensa.
La maquinaria de La Prensa
Desde agosto de 2021, La Prensa sólo se publica de manera digital. Los directivos del diario calculan en más de 20 millones de dólares las pérdidas por la confiscación del periódico. Esta estimación incluye los terrenos y los bienes que estaban dentro, al momento de la toma. Sin embargo, también recalcan que se tiene que calcular el lucro cesante desde 2018, es decir, las ganancias que el diario ha dejado de percibir como consecuencia directa de las agresiones y los embargos aduaneros sobre los equipos, que se hicieron durante tres años, y que obstaculizaron la liberación de papel y tinta, entre otros insumos.
Una de las máquinas de más valor es la rotativa, marca Goss Urbanite, que mide unos 50 metros de largo y 3 metros de alto. El valor actual de mercado de esta maquinaria ronda los $2,000,000. Tiene 18 módulos de rodos y piñones. Sólo el piso donde está montada puede costar $70,000 porque es de un material especial, reforzado con concreto y acero. La empresa adquirió esta rotativa en 1954, cuando solamente tenía cuatro módulos. Sin embargo, en los últimos 30 años le han agregado 14 módulos más, entre otras mejoras. En sus mejores momentos, la rotativa de La Prensa funcionaba durante seis horas seguidas. Pero en los últimos años, cuando el régimen retenía los insumos del periódico, sólo operaba durante dos horas al día.
La otra máquina es la imprenta plana, cuyo valor ronda los $3,800,000. Es la que se utilizaba para trabajos comerciales, la mayoría de ellos externos, como revistas, libros, folletos, volantes, brochures, boletas electorales, publicidad, entre otros productos. Esta máquina era capaz de imprimir grandes cantidades de libros en poco tiempo. Obtuvo licitaciones para elaborar libros al Mined, cuyo financiamiento proviene de la cooperación internacional. En los últimos años, los organismos internacionales han asignado hasta $4,000,000 en libros anualmente.
Según información publicada por La Prensa en febrero de este año, el régimen activaría ambas máquinas, pero no se detalló con qué objetivo. Las fuentes revelaron que el régimen contactó a los antiguos operadores, que quedaron en desempleo a raíz del cierre del periódico para que volvieran a trabajar. En el país existen pocas personas con los conocimientos para manejar una rotativa y equipos especiales de la imprenta comercial. Tampoco hay muchas imprentas con la capacidad y calidad de La Prensa, así que el régimen también se estaría quedando con el monopolio de este negocio en el país.
Tras 97 años de existencia, La Prensa no ha dejado de recibir ataques y confiscaciones tanto contra su personal como contra sus instalaciones. Después del terremoto de 1972, se inauguró el nuevo complejo de la carretera Norte. En 1979, sufrió los bombardeos ordenados por Anastasio Somoza Debayle. En los ochenta, censuras y cierres por parte del gobierno de la revolución sandinista. Y, ahora, en 2023, el régimen de Ortega-Murillo lo ha confiscado para instalar un centro de formación técnica y artística.
El oficialismo asegura que ha invertido unos $7,000,000 en el centro, que cuenta con 49 áreas educativas de arte y cultura, entre otras disciplinas. Además, se han instalado 10 laboratorios de computación. La propaganda oficial anunció que se impartirán 210 cursos y carreras técnicas de pintura, muralismo, teatro, danza o idiomas.
La Prensa ya se convirtió en un lugar histórico, que muestra las idas y venidas del devenir de Nicaragua.