¿Dónde está la hemeroteca de La Prensa, el tesoro que guarda la historia de Nicaragua?

Dentro de las instalaciones de La Prensa, que confiscó la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se encuentra la hemeroteca. Esta es una sala que conserva un tesoro de periódicos, fotografías publicadas e inéditas, además de documentos valiosos en los que se cuenta la historia de Nicaragua. Desde la toma del periódico hace dos años, el régimen no ha informado qué hará ni qué utilidad tendrá esta hemeroteca

hemeroteca
Collage por Divergentes.

Al fondo de las instalaciones de La Prensa había un cuarto pequeño que custodiaba un tesoro. Era una sala que tenía forma de L con anaqueles repletos de periódicos, revistas, suplementos, libros, fotografías, entre otros documentos que se han publicado en los últimos 90 años en Nicaragua. En este espacio, además de todas las ediciones de La Prensa a lo largo de su existencia, se podía encontrar y consultar ediciones de periódicos antiguos, como Flecha, La Noticia, La Crónica, El Semanario Novedades, Barricada, El Nuevo Diario, entre otros. 

Un historiador, consultado en condición de anonimato, dijo que la hemeroteca de La Prensa “era un lugar para realizar investigaciones documentales, reportajes o para que cualquier ciudadano obtuviera conocimientos de la historia de Nicaragua”. El historiador considera que la desaparición de la hemeroteca supone “un golpe a la memoria histórica del país”. 

Desde que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tomó las instalaciones de La Prensa, el 12 de agosto de 2021, no ha realizado ninguna declaración sobre la utilidad que tendrá la hemeroteca de La Prensa. Se desconoce si se sigue conservando, con cuidados especiales, como se hizo hasta la confiscación de las instalaciones. Tampoco aparece mencionada en las informaciones publicadas por los medios oficialistas en la descripción del centro de formación José Coronel Urtecho, que se inauguró en abril pasado en las instalaciones confiscadas; ni hay datos en los planes de inversión de este nuevo centro, cuyo costo ronda los $7,000,000, según datos oficiales. 

En un país como Nicaragua, cuya historia ha sido manipulada por los distintos grupos de poder, los periódicos, de distintas políticas editoriales, son una de las fuentes primarias más importantes del registro histórico. Como se describe en las novelas distópicas como 1984, de George Orwell, y Un mundo feliz, de Aldous Huxley, la apropiación del relato es una de las partes cruciales para el establecimiento de los regímenes autoritarios, y la dictadura de Ortega y Murillo continúa su objetivo de imponer una sola narrativa, al reprimir a los medios de comunicación y al cerrar el acceso de la hemeroteca, como archivo histórico propicio para las investigaciones. 

Recibe nuestro boletín semanal

¿Dónde está la hemeroteca de La Prensa, el tesoro que guarda la historia de Nicaragua?
Foto cortesía de La Prensa.

Todavía queda en el país la biblioteca del Banco Central de Nicaragua (BCN), un centro público que guarda archivos de periódicos, libros y documentos históricos. Tiene tres sucursales en todo el país, ubicadas en Managua, León y Matagalpa. Sin embargo, ninguna posee el número de ediciones y revistas que había en la hemeroteca de La Prensa, de la cual se nutría también el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (Ihnca), de la también confiscada Universidad Centroamericana (UCA). 

El 10 de mayo de 2022, La Prensa publicó un editorial denunciando el abandono en el que se encontraba la hemeroteca. La Junta Directiva del medio destacó que los periódicos, al igual que los medios orales, visuales y otras publicaciones escritas, son una materia prima de la historia. “Los historiadores disciernen, analizan, y contrastan los periódicos y demás documentos mediante un riguroso procedimiento de selección (…) En la escritura de la buena historia, como en la del buen periodismo, la verdad debe buscarse, revelarse y decirse por encima de todo. Pero no siempre es así. La historia puede ser manipulada”, señala el editorial. 

La Prensa considera que la historia se distorsiona para “poner a los villanos como héroes y, al revés”. Por esa razón, es importante la conservación de las fuentes primarias, como los periódicos que guardaba la hemeroteca, para “desenmascarar a los falsificadores y hacer que resplandezca la verdad histórica”. 

Cuidados especiales para la hemeroteca

¿Dónde está la hemeroteca de La Prensa, el tesoro que guarda la historia de Nicaragua?
Foto cortesía de La Prensa.

El material con el que están hechos los periódicos es muy frágil, por lo que necesita cuidados especiales. Un extrabajador de la hemeroteca dice que se deben de guardar en un lugar limpio, seco, y que se encuentre con una temperatura fresca constante sin que esté muy iluminado. Todos los días, desde muy temprano, se debe encender el aire acondicionado para que los periódicos no se dañen. La ola de calor de los últimos meses puede estar afectando el material de los archivos de La Prensa, considera este extrabajador. 

Una exreportera de La Prensa señala que en estas instalaciones había una fototeca, llena de fotos impresas o negativos de miles de fotografías inéditas del periódico desde los años setenta. “En cada cobertura, los fotógrafos toman cientos de fotografías, pero en ocasiones sólo una o ninguna foto se publica… Entonces las demás fotos quedaban archivadas o en negativos”, dice la exreportera. 

La periodista dice que en el suplemento en el que escribía, la revista Domingo, se dedicaba a buscar esas fotografías para publicarlas como galerías de eventos históricos que han sucedido en Nicaragua. “Sé que había un archivo de fotos digitalizado, pero la mayoría no lo estaba o se encontraba en negativos”, agrega. 

En la hemeroteca también había una colección de diarios oficiales (La Gaceta), que se guardaron hasta la toma de las instalaciones del diario. Directivos de La Prensa dijeron que, antes de que falleciera don Jaime Chamorro Cardenal, último director del periódico, adquirió unos microfilmes de las ediciones de La Prensa de entre 1956 y 1986, y un álbum de más de 300 fotografías de la familia Somoza y la familia Chamorro. 

¿Dónde está la hemeroteca de La Prensa, el tesoro que guarda la historia de Nicaragua?
Foto cortesía de La Prensa.

Además de la hemeroteca física, en La Prensa había un sistema en el que se digitalizaba todo el archivo de publicaciones de las últimas dos décadas. Era una iniciativa para facilitar la búsqueda para futuras investigaciones. Tampoco se conoce el estado de este archivo computarizado, según un directivo del periódico. 

Un investigador académico que frecuentaba las instalaciones de La Prensa dijo que todos los dictadores intentan crear su propio relato, utilizando propagandistas, escritores, intelectuales o profesores universitarios. Para el investigador, los regímenes, como el de los Ortega-Murillo, intentan deformar el relato, pero incluso pueden llegar mucho más lejos: borrar los registros para reescribir la historia y de esa forma legitimar sus acciones. “Esta tergiversación de la historia es algo que lograron otros caudillos, como Franco en España, en otros tiempos… Aunque, ahora, es muy difícil hacerlo por todos los medios digitales que existen para guardar información”, señala el investigador. 

El gerente general de La Prensa, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, dijo que antes de la confiscación del diario, la Junta Directiva entregó algunos documentos históricos a la universidad de Tulane, Luisiana, Estados Unidos, para que se conservaran. Sin embargo, es una cantidad mínima en comparación con los que quedaron guardados en los anaqueles de la hemeroteca, que no sólo era propiedad de la Prensa sino del pueblo de Nicaragua.


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.