La trampa del adelanto de salario a los empleados públicos: incentiva el consumo, pero al final de mes, “quedamos en las mismas”

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo anuncia con pompas los adelantos de salarios a los servidores públicos, pero en realidad, ¿esto beneficia o perjudica la economía de los trabajadores? Algunos consultados por DIVERGENTES aseguran que la medidas tienen sus pro y sus contras, mientras que un economista considera que esto tiende a aumentar el consumo y la actividad comercial, y en algunos casos puede causar una confusión, como sucede con las tarjetas de créditos, y por consiguiente llevar a una complicación financiera

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Ilustración por Divergentes

Desde inicios de octubre, la vicemandataria Rosario Murillo anunció que esta semana los trabajadores del Ministerio de Salud (Minsa), el Ministerio de Educación (Mined) y demás trabajadores de entidades que conforman el sector público recibirán el salario que corresponde al mes de noviembre.

Los adelantos de salario son anunciados por Murillo y la batería de medios de comunicación bajo su control, como “una buena noticia para las familias trabajadoras”. 

Sin embargo, trabajadores del sector público consultados por DIVERGENTES afirman que la medida “tiene sus pros y sus contras”, porque con el adelanto, “sobrevivimos y solventamos, pero después nos quedamos sin dinero”. 

Un trabajador del Estado consultado dijo que el adelanto de salario “es un círculo vicioso porque siempre volvemos al mismo punto”. Este trabajador afirma que lo que impactaría positivamente en su economía sería un aumento sustancial en su salario, pues “lo del adelanto es parte del mismo mecanismo de endeudamiento y liberación de deuda, y de nuevo lo mismo, y lo mismo”.

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No hay que confundirlos con ingresos adicionales

El economista Marco Aurelio Peña explicó que los adelantos de salario no se trata de ingresos adicionales a los ordinarios percibidos mensualmente por los trabajadores del Estado, como lo sería el aguinaldo, y esto puede “confundir financieramente a las personas para adquirir nuevas deudas, y luego tener complicaciones financieras”.

Peña dijo que, con los adelantos, los trabajadores pueden gastar anticipadamente su dinero, y luego “ingeniárselas para llegar al siguiente mes”. El economista explicó que “lo que aparentemente suena bien, luego podría causar complicaciones financieras para las personas, porque puede generar confusión, así como genera confusión una tarjeta de crédito, que al final es endeudamiento, pero las personas creen que se trata de un ingreso adicional”.  

Trabajadores
Los adelantos de salario son anunciados por Murillo y la batería de medios de comunicación bajo su control, como “una buena noticia para las familias trabajadoras”. Divergentes | Tomado de El 19 Digital

Poder de compra sigue disminuyendo 

Rosario Murillo anunció también que lo “importante” del salario de noviembre es que tendrá incorporado un ajuste salarial del 4%, “gracias a la gestión y el desempeño, buena gestión de nuestro Gobierno y el buen desempeño de la economía”. 

Murillo habla de “ajuste” a 169 982 servidores públicos y no de un aumento salarial, porque aunque el salario nominal aumenta, el salario real (el que mide el poder de compra) sigue sin recuperarse desde la crisis política de 2018. 

Por ejemplo, el salario nominal promedio de los trabajadores del Gobierno central era de 11 658 córdobas en 2018, mientras que hasta septiembre de 2024 era de 14 744.6, para un aumento del 26.47%. Sin embargo, el salario real en 2018 era de 5185 córdobas y hasta septiembre de 2024, era de 4578.5, es decir, 13.24% menos. 

Aumenta salario mínimo, pero no cubre canasta alimentaria

Murillo anunció que en noviembre el salario mínimo para los trabajadores del Estado pasará de 7419, a 8334.52 córdobas, “beneficiando” a 59 565 servidores públicos. Sin embargo, la canasta básica —que incluye 53 productos y está diseñada para una familia de cinco personas: dos adultos y tres niños—, en agosto llegó a 20 559 córdobas, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).

Sólo el costo de alimentos es de 14 738.29 córdobas. Es decir, aún con el aumento, un trabajador del Estado que gana el salario mínimo necesitaría 6403.77 adicionales para comprar la totalidad de la canasta básica de alimentos, para una familia de cuatro miembros. 

Un análisis de DIVERGENTES, publicado en mayo de este año, arrojó que en los últimos seis años, los alimentos de la canasta básica aumentaron su precio en un 60%. 

Un incremento importante de acuerdo a las estadísticas históricas en Nicaragua. Por ejemplo, si se retrocede para comparar el aumento de precios de la canasta básica entre 2012 y 2018, se descubre que en ese período, los precios aumentaron en un 40%, lo cual indica que el incremento actual está lejos de la normalidad económica. 

Canasta
En los últimos seis años, los alimentos de la canasta básica aumentaron su precio en un 60%. Divergentes | Archivo

Gobierno pretende “aumentar consumo” con adelantos de salario

El economista Marco Aurelio Peña considera que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, con estos adelantos de salarios dotan a los trabajadores de liquidez para modificar sus expectativas de consumo a corto plazo. “Naturalmente la gente con liquidez en su bolsillo, con la transferencias en las cuentas de ahorro, inmediatamente tienen capacidad de compra, y va a consumir”, explicó Peña. 

El economista dijo que estos aumentos estimulan la actividad comercial porque los trabajadores tienen capacidad de compra y de pago. “Entonces, es ahí donde se podría complicar la situación financiera para algunas personas. Al tener liquidez, hay una tentación al consumo”, apuntó.

Propaganda desenfrenada con adelantos de salario

Un trabajador del sector salud consultado dice que el adelanto de salario, por una parte, le beneficia porque por lo general lo hacen al final de cada mes. “Pero a veces afecta porque a nosotros nos deben pagar entre el 5 y 10 de cada mes, entonces, te lo dan unos 15 o 20 días antes, y uno tiene que administrarse bien para hacer los pagos programados del siguiente mes”, afirmó. 

Sobre la propaganda que hace la vicepresidenta y los medios de comunicación oficiales con los pagos adelantados, otro servidor público dijo que ellos saben que “es parte del discurso de vivir bonito”, del régimen. “Eso es mampara porque es un círculo en el que caminamos y no hay fin. En diciembre es lo mismo. Nos pagan antes y que bien, porque gastamos y compramos, pero de nuevo al final nos quedamos sin dinero”, señaló .


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