Llegan unas elecciones sin pena ni gloria al norte y sur de Nicaragua. Se espera una gran abstención

La población de algunas zonas de Nicaragua vive la previa de las elecciones municipales entre la apatía y la molestia por la toma de las alcaldías del partido opositor CxL que el régimen sandinista llevó a cabo este año, además de la cancelación del propio partido. “No hay nada que hacer”, dicen pobladores, salvo quedarse en casa. Ante lo que se espera sea una gran abstención, el régimen saca una norma exprés para que puedan votar hasta las personas con cédula vencida


En Santa María de Pantasma, al norte, y El Almendro, al sur del país, no hay indicios de que el próximo 6 de noviembre se realicen unos comicios municipales. Estas localidades, con una población aproximada de 48 mil y de 15 mil respectivamente, estuvieron gobernadas por el partido opositor Ciudadanos por la Libertad (CxL) hasta mediados de este año, en que el régimen de Ortega-Murillo decidió arrebatarles el gobierno a la fuerza, cancelar la personería del partido y poner a sus aliados y cómplices al frente de sendas alcaldías.  

En julio pasado la dictadura también despojó a otras alcaldías opositoras de Jinotega, Nueva Segovia y Río San Juan, garantizando de esa forma el control del partido en todas las municipalidades del país y liquidando su autonomía.

El régimen sandinista ha dado pasos acelerados para que Nicaragua sea un país de partido único de facto. Para ello, canceló la personería de aquellos partidos que le suponían una amenaza, encarceló a los líderes opositores y arrebató las alcaldías independientes que quedaban. Otras formaciones políticas, como la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) se consideran colaboradores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). 

Según una fuente edilicia, en Pantasma, por ejemplo, la campaña que han realizado esos dos partidos ha sido casi nula. Que haya pasado desapercibida confirma el rechazo, la apatía y la desconfianza a los candidatos propuestos para gobernar esa zona.

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Los pocos actos que llevaron a cabo los candidatos a alcalde y vicealcalde del PLC, Francisco Antonio Sandoval y Eveling Sobalvarro respectivamente, se quedaron casi vacíos y transcurrieron “sin pena ni gloria”, de acuerdo a la misma fuente.

“Hay gente que ni sabe que hay elecciones”

Llegan unas elecciones sin pena ni gloria al norte y sur de Nicaragua. Se espera una gran abstención
Militantes del ALN en El Tortuguero colocando afiches en los postes de la comunidad. Foto cortesía de Urnas Abiertas.

Los testigos con los que hablamos relatan un ambiente frío, para el que no hay comparación con períodos electorales anteriores. “No hay expectativas en la población (sobre las elecciones municipales). Yo, actualmente, trabajo para una ONG, visito muchas comunidades, y hay gente que ni sabe que hay elecciones para alcalde”, comenta bajo anonimato un exmiembro de CxL en Pantasma.

Un poblador de Pantasma, a quien identificamos solo como Juan*, confiesa que ni él ni su familia tiene ninguna expectativa del proceso electoral, y más bien lo califica como un “circo” montado por el régimen sandinista y los partidos “aliados”.

“En Nicaragua no existe ningún partido de oposición y yo estoy como está el 85% de los nicaragüenses: sin partido político, porque los que existen son estructuras zancudas aliadas de Ortega. Nadie irá a votar”, señala el ciudadano. 

El sentir de Juan y su núcleo familiar también se percibe en las calles del municipio, asegura el poblador: “Se ve un ambiente calmo, si viene un extranjero, no se daría cuenta que en Nicaragua habrá elecciones”, dimensiona. 

En Pantasma, Marvin* es otro ciudadano que pasará por alto los comicios de este domingo. Dice que el proceso “está confuso”, y no fue hasta este 3 de noviembre que se enteró quiénes son los candidatos a alcaldes de su municipio. “No pienso ir a votar”, expresa tajantemente.

Pero la decisión de Marvin, de no ir a votar, no es porque hasta hace poco conoció a los postulantes, sino porque considera que las elecciones serán “ilegítimas”, y que los partidos políticos dentro de este proceso solo le siguen el juego al régimen Ortega Murillo.

Según el ciudadano, el PLC fue el único que llevó a cabo una campaña política en su comunidad, pero esta fue exprés y raquítica, con “muy poco apoyo de parte del pueblo”.

“Los habitantes de la comunidad no les prestaron mucha atención, el discurso apenas duró unos 25 minutos. Solo el PLC ha llegado a nuestra comunidad a hacer visita. De ahí, los demás partidos no llegaron, ni FSLN, ni ALN”, comenta Marvin.

El poblador refiere que entre sus vecinos han comentado que no votarán porque creen que las elecciones son “una farsa”.

“Si estas elecciones fueran legítimas, el Frente Sandinista no se hubiera tomado las alcaldías municipales de la oposición en los meses anteriores, sino que hubieran esperado a que el pueblo decidiera”, manifiesta.

Molestia en la ciudadanía

Lo que en realidad pasa en este municipio, según otra fuente edilicia, es que hay muchas personas que aún se sienten molestas por la cancelación de la personería jurídica del CxL y el posterior asalto de estas alcaldías ubicadas en históricos bastiones opositores.

“Aquí en nuestro municipio y comunidades la población no saldrá a votar. Creo que, en Pantasma, la ciudadanía está preparada para lo que se nos viene. Es doloroso, pero ni modo, ahorita no hay condiciones para defender la alcaldía y no hay un (solo) partido demócratico”, dice la fuente.

La campaña electoral concluyó el pasado primero de noviembre, después de 20 días, sin mítines partidarios y, previsiblemente, el oficialista Frente Sandinista es el favorito para ganar la mayoría de alcaldías, ante la ilegalización de los partidos opositores, entre ellos el CxL y Partido de Restauración Democrática (PRD), junto al estado de represión impuesto sobre la ciudadanía.

El período de proselitismo más corto en 38 años, y uno de los más silenciosos en cuanto a propaganda, cerró sin grandes movilizaciones partidarias, ni debates, ni los habituales discursos encendidos de los aspirantes a gobernar en los 153 municipios de Nicaragua.

“Durante todo el período de campaña hubo un notorio silencio, el ambiente en los municipios no apunta a la aproximación de una fiesta cívica como deberían ser las elecciones, las calles carecen de publicidad política notoria, a excepción de unos pocos afiches”, valoró el observatorio de incidencia electoral Urnas Abiertas, en un informe sobre el desarrollo de la campaña.

Otro opositor de Pantasma coincide en que la población no está involucrada en el proceso electoral y lo demuestra, incluso, cerrando las puertas a los “mal llamados opositores” que van a correr en los comicios, sabiendo que no existen las garantías constitucionales para participar.

“Lo único que están haciendo estos partidos es darle validez al orteguismo en las votaciones, y le digo votaciones porque las elecciones ya están dadas, a cada quien su cargo, tanto alcaldes, vicealcaldes y concejales”, señala.

Mismo escenario en El Almendro

Llegan unas elecciones sin pena ni gloria al norte y sur de Nicaragua. Se espera una gran abstención
La alcaldía de El Almendro tomada por policías. Foto: Cortesía.

Un extrabajador de CxL en El Almendro, Río San Juan, manifiesta que el escenario en esa zona del país es similar: la población guarda silencio. “La gente se mantiene con calma, sabiendo que no hay nada que hacer por el momento, ya que estamos fuera del proceso, y solo participará el FSLN en El Almendro. Y la población, consciente de ello, por su seguridad, se mantendrá en su casa. Otros, por miedo, acudirán a los centros de votación para que no les hagan nada”, afirma el opositor.

Según Urnas Abiertas, las elecciones municipales se celebran “en un contexto donde no existe la competencia electoral, esta campaña solamente sirve para justificar el reembolso de más de 450 millones de córdobas que reclamarán los partidos al finalizar su participación en un proceso sin condiciones ni garantías democráticas”.

De hecho, la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, aprobó el 26 de octubre una ley que permite a los nicaragüenses acudir a las urnas con una cédula vencida. Para algunos expertos consultados por DIVERGENTES, esa nueva disposición de la dictadura busca maquillar el abstencionismo que marcaría la jornada y motivar a que simpatizantes con varias cédulas de identidad caducadas acudan a votar.

*A petición de los entrevistados, los nombres fueron cambiados por seudónimos.


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