El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, convirtió el acto de conmemoración de los 50 años de aquel terremoto de 1972 que sacudió Managua, en un discurso de ataques y odio contra Estados Unidos y la Unión Europea (UE), países a quienes acusó de creerse potencias “civilizadas”, pero que buscan el “dominio del planeta” a través de sanciones y bloqueos, acciones que, según el mandatario sandinista, no abonan al “sueño” de verse como países hermanos.
“Queremos ser hermanos todos, es una invocación, es un sueño que luce distante, porque es difícil encontrar paz, hermandad, fraternidad en la familia humana, (cuando hay) guerra, sanciones, agresiones, bloqueos, prácticas terroristas de los países que se dicen civilizados”, dijo Ortega este viernes.
La UE ha sancionado a familiares y allegados del dictador Ortega, entre ellos a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, y a varios de sus hijos, bajo señalamientos de atentar contra los derechos humanos y la democracia. De hecho, en octubre pasado el organismo decidió prolongar por un año más las sanciones a 21 funcionarios y tres entidades, en respuesta a la expulsión de la embajadora de la entidad en Nicaragua y cortar las relaciones con el Reino de los Países Bajos a finales de septiembre.
El 9 de diciembre pasado el Gobierno del Reino Unido también sancionó a Sadrach Zeledón y Yohaira Hernández, alcalde y vicealcaldesa respectivamente de la ciudad de Matagalpa, por ser “actores corruptos” y violar y abusar de los derechos humanos, según anunció el Secretario de Relaciones Exteriores de ese país, James Cleverly.
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Al respecto, el mandatario sandinista señaló que estas grandes potencias deberían de “dar el ejemplo” para que haya unidad en el mundo, y eso pasa, dijo, por el principio del respeto a los pueblos, independientemente de su tamaño, ideología o religión. “Pero los primeros que irrespetan esos principios son esas naciones desarrolladas que han tenido una práctica de apoderarse de naciones para dominarlas, colonizarlas”, fustigó.
“Todos esos países europeos, fariseos, tienen el pecado mortal de haber desatado guerra entre ellos mismos, disputándose la hegemonía del planeta, entre esas matanzas de sus entrañas envenenadas era normal que saliera el nazismo, era normal que saliera un Hitler que fuera aplaudido por los grandes empresarios norteamericanos”, continuó Ortega, torciendo la historia.
Además, el comandante volvió a insistir en que estas potencias están basadas en principios nazistas y prácticas esclavistas que se diseminaron más allá del continente europeo, como los mismos Estados Unidos, donde según Ortega miles de esclavos murieron bajo el “látigo norteamericano”.
“Los europeos, los santos europeos les pusieron las cadenas a seres humanos en África y los convirtieron en esclavos. Europa es la madre maldita de la esclavitud. Hicieron negocios con los esclavos… eran vendidos con todo y la familia a los europeos que se venían adueñando del mundo”, señaló Ortega.
El mandatario añadió que ese “nazismo” se ha expandido en los países europeos, al punto de ocupar asientos en el Parlamento Europeo y gobierno, hasta desarrollarse el conflicto entre Rusia y Ucrania, obligando, según Ortega, al presidente Vladimir Putin a “librar una batalla” para defender al país ruso y al mundo del nazismo. “Si Ucrania se impusiera en esta batalla, el nazismo se impone en el mundo”, declaró.
Mensaje a Estados Unidos
En su discurso, que duró más de una hora, Ortega también defendió el “derecho” de todos los países de tener armamento atómico, y criticó el hecho de que las solo las potencias “ricas e imperialistas”, puedan contar con estos como un “derecho exclusivo”, mientras se bloquea o sancionan que quieran construir estas armas para defenderse.
“Si todos los países que estamos en América Latina y el Caribe, bloqueados, sancionados por los Estados Unidos tuviésemos armas atómicas, otra sería la situación, porque aquí estamos cerquita de Estados Unidos”, amenazó el mandatario sandinista.
Añadió que, aunque comprende que otras naciones cuenten con armas atómicas para defenderse porque están siendo “amenazados permanentemente por las potencias imperialistas”, en América Latina existe el compromiso de estar “libres” de armas atómicas.
Ortega compareció este viernes desde el centro de convenciones Olof Palme, custodiado por su esposa y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, y otros funcionarios como Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional, Guillermo González, director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (Sinapred); el general Julio César Avilés, Jefe del Ejército de Nicaragua, Francisco Díaz, Jefe de la Policía Nacional, entre otros.