El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, llegó a Costa Rica a primera hora de este cuatro de febrero y aseguró, en una conferencia conjunta con el presidente Rodrigo Chaves, que la administración de Donald Trump mantiene sobre la mesa la posibilidad de remover a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio, conocido como DR-Cafta. Sin embargo, el titular del Departamento de Estado –que se estrena en una gira por Centroamérica y República Dominicana– matizó que Washington aún no “sabe qué papel va a tener Nicaragua dentro de un acuerdo que existió para premiar a la democracia”.
Previo al primer viaje de Rubio como secretario de Estado, el Enviado Especial de Estados Unidos para Latinoamérica, Mauricio Claver-Carone, adelantó que a la administración Trump “no le interesa” Nicaragua como socio comercial. En ese sentido, dijo que Washington está buscando cómo “remover a Nicaragua del tratado sin afectar al resto de otros países”. Administraciones a las que el Gobierno de Trump considera “aliados”, como la de Rodrigo Chaves en Costa Rica.
A pesar del anuncio hecho por Claver-Carone la semana pasada, no quedó claro cómo procedería Estados Unidos para remover a Nicaragua del DR-Cafta, ya que se trata de un asunto delicado. Primero porque el tratado no posee una cláusula de expulsión, y segundo porque materializar la remoción podría traer repercusiones para el comercio regional, al desestabilizar las cadenas de suministro y afectar a las economías de los países miembros.
A partir de esas consideraciones, Rubio dijo en la casa presidencial de Costa Rica que la administración Trump sigue estudiando cómo proceder ante el futuro de Nicaragua dentro de un tratado de libre comercio que Estados Unidos tiene desde hace casi 20 años con los países de Centroamérica, más República Dominicana.
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El DR-Cafta ha consolidado a Estados Unidos como el principal socio comercial de Estados Unidos. En 2022, más del 60% de las exportaciones nicaragüenses fueron hacia ese país. Estados Unidos compra a Nicaragua textiles, café, carne bovina, mariscos, oro, azúcar y tabaco.
“En términos del Cafta, todavía la administración (Trump) no ha tomado una posición sobre exactamente cuál es el papel que va a tener Nicaragua dentro de un acuerdo que existió para premiar la democracia. Nicaragua no es una democracia. No funciona como una democracia. Pero eso hay que estudiarlo bien, el impacto que tiene sacar un país del acuerdo. Puede tener impacto también sobre países vecinos, que también son parte de ese arreglo”, insistió Rubio al ser consultado por periodistas nicaragüenses sobre el tema. “Es algo que se va a tomar muy en serio, pero hasta este momento no se ha establecido una posición oficial, porque hoy cumplo dos semanas en el cargo y creo que es un tema que va a demorar más de dos semanas en terminar”.
Rubio llegó a Costa Rica procedente de El Salvador, donde se reunió con el presidente Nayib Bukele, quien le ofreció las cárceles de ese país a Washington para encerrar a criminales capturados en Estados Unidos, incluyendo a ciudadanos estadounidenses. Mientras que en Costa Rica, recibido primero por el canciller Oscar André Tinoco y luego por el presidente Chaves, el secretario de Estado de origen cubano firmó acuerdos en materia de seguridad y migración.
Rubio dijo que le otorgó a Costa Rica Waivers, es decir concesiones para levantar el congelamiento de la cooperación internacional de Estados ordenada por el presidente Trump a su regreso a la Casa Blanca, para seguir brindando respaldo en materia de seguridad al país centroamericano, corroído por la violencia del crimen organizado y el narcotráfico durante la administración de Chaves. Sin embargo, no se especificó más al respecto.
“El régimen de Nicaragua es enemigo de la humanidad”
Rubio tampoco reveló si Costa Rica va a ser usado como un tercer país para recibir migrantes deportados, pero sí enfatizó que la administración Trump está en contra de los regímenes de Nicolás Maduro en Venezuela, Miguel Díaz Canel en Cuba y el de Daniel Ortega y Murillo en Nicaragua.
“En mi opinión” enfatizó el secretario de Estado, “estos tres regímenes son enemigos de la humanidad. Han creado una crisis migratoria. Si no fuera por esos tres regímenes, no hubiera una crisis migratoria en el hemisferio. Son países en donde el sistema no funciona. En el caso de Nicaragua se ha convertido en una dinastía de familia con una copresidencia. Donde han básicamente tratado de eliminar, por ejemplo, a la Iglesia católica. Eliminado a cualquiera que pueda amenazar el poder de ese régimen. Hemos visto lo que ustedes han tenido que enfrentar acá en Costa Rica: Miles y miles de nicaragüenses que están huyendo de ese sistema. La misma razón por la que están huyendo de Venezuela y Cuba”.
A contrapelo, Rubio elogió a Costa Rica y dijo que son más norteamericanos viviendo en Costa Rica que viceversa. El presidente Chaves se mostró complacido por los elogios del secretario de Estado.
“Hay una transformación sin duda en las relaciones de los Estados Unidos con el mundo, pero muy observable con América Latina. Y, entonces, Costa Rica está perfectamente posicionada para seguir siendo el socio estratégico por excelencia de los Estados Unidos”, dijo Chaves previo a la llegada de Rubio.
La administración de Chaves tuvo una estrecha relación con el Gobierno estadounidense del demócrata Joe Biden (2021-2025), en asuntos de lucha contra el narcotráfico y ciberseguridad, principalmente.
Chaves ha tenido roces con la embajada de China debido al bloqueo que el Gobierno costarricense ha implementado a proveedores chinos de equipos de telecomunicaciones 5G para que no puedan participar de concursos públicos de esa tecnología, aduciendo riesgos de ciberseguridad y para la protección de datos.