Minsa oculta estadísticas de suicidios en Nicaragua 

El suicidio no figura dentro de las principales causas de fallecimientos en Nicaragua en el Mapa Nacional de Salud de 2023. Sin embargo, debería de estar por lo menos en el puesto 14 con 198 muertes por esta causa, acorde a las cifras del Instituto de Medicina Legal. Expertos en salud mental aseguran que es una medida para que el suicidio no se vea como una problemática nacional

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Las personas jóvenes son el principal grupo propenso a cometer suicidio, según el IML | Archivo Divergentes

El Ministerio de Salud (Minsa) no ubicó el suicidio dentro de las 15 principales causas de defunciones en 2023 dentro del Mapa Nacional de Salud, pese a que debería de estar por lo menos en el puesto 14, con 198 muertes, acorde a las cifras del Instituto de Medicina Legal (IML) analizadas por DIVERGENTES.

Este cambio es engañoso y pretende evitar que la situación del suicidio no sea visto como un problema nacional, advierte un psicólogo con experiencia en atención de pacientes con tendencias al suicidio, quien solicitó el anonimato para evitar represalias del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

Durante los últimos siete años en Nicaragua, el suicidio se ha encontrado dentro de las principales causas de fallecimientos, variando entre las posiciones 12 y 15 en el Mapa Nacional de Salud. 

En 2017, año en el que el suicidio apareció por primera vez entre las principales causas de decesos, se reportaron 355 defunciones según el Minsa. Este número ya estaba en aumento desde 2014, de acuerdo con los Anuarios Estadísticos de la Policía Nacional. Desde entonces, continuó con una variable de incremento, hasta registrar 426 muertes en 2022.

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Esto significa que únicamente entre 2017 y 2022, al menos 2 178 personas se quitaron la vida en Nicaragua, de acuerdo a los reportes oficiales. 

Casi 200 suicidios en 2023 reportados por IML

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La ministra de salud, Martha Reyes, durante la presentación del Mapa Nacional de Salud 2023. Divergentes | Tomada de El 19 Digital

En la actualización del Mapa Nacional de Salud 2023, el suicidio ya no figura en las primeras causas de fallecimientos. Sin embargo, el cuadro presentado por el Minsa es incorrecto, ya que según el número de defunciones reportadas en los boletines del IML, el suicidio debería de estar en el puesto 14, con 198 muertes en 2023.

El IML registra un número mucho menor de la cantidad real de suicidios ocurridos en el país, ya que a esta institución llegan únicamente los casos referidos por los familiares de las personas que cometieron el suicidio, o por la Policía Nacional para hacer una investigación, explica el experto en salud mental. Así que el número de suicidios consumados en 2023 podría ser mucho mayor.

Por ejemplo, mientras el Minsa reportó 426 muertes por suicidio en 2022, el IML solamente reportó 236 en ese mismo año, 190 casos menos que los reportados en el Mapa Nacional de Salud.

“Los datos que tiene IML son los casos que llegan porque se sospecha de que no fue suicidio y fue un asesinato. Entonces la familia manda a hacer una autopsia o la Policía manda a hacer una investigación forense. Sin embargo, no siempre se llama al IML porque hay mucho estigma y los familiares sienten vergüenza para reportar el suicidio, o están en shock y hacen el entierro de inmediato”, señala el psicólogo.

El año pasado, el IML también registró 124 muertes no determinadas, es decir, que no se pudo catalogar si la causa de estos decesos fue accidental, natural, homicidio o suicidio.

Además del IML, los Anuarios Estadísticos de la Policía Nacional también eran una fuente de información para contrastar los datos de suicidios. Sin embargo, desde 2021, estos reportes no son compartidos públicamente por la institución.

El Pacífico es la principal zona que reporta suicidios

Las sedes del Sistema Local de Atención Integral en Salud (SILAIS) registraron 167 suicidios en 2023, siendo Chinandega, León y Managua los principales departamentos que más reportan. Acorde con esta cifra, el suicidio nuevamente debería de estar dentro de las primeras 15 causas de morbilidad en el país. 

De acuerdo con el experto en salud mental consultado por DIVERGENTES, la omisión de estos datos le resta importancia a la situación de la salud mental en el país. 

“¿Por qué no está registrado? Simplemente porque no tienen interés en que esto sea visto como un problema nacional, en el cual es necesario destinar recursos para prevenir el suicidio”, manifiesta.

Según el psicólogo, es vital contar con las estadísticas reales de suicidio para que el Estado nicaragüense trabaje con énfasis en los lugares del país donde más se registra esta causa de muerte.

“Es importante tener un enfoque desde la verdad. Con datos reales se pueden hacer campañas más efectivas de prevención en las escuelas y universidades. Si no, vamos a andar dando palos de locos, porque no sabemos dónde está la causa y dónde hay que trabajar el problema. Ocultar la información hace que se desvirtúe el problema y que la gente no tenga claridad para darle respuesta al tema”, explica.

Sin políticas de salud mental

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La exministra de salud y asesora del régimen orteguista, Sonia Castro, y la actual ministra Martha Reyes. Ninguna ha hecho declaraciones sobre la situación de la salud mental en Nicaragua. Divergentes| EFE

Actualmente en Nicaragua no hay políticas enfocadas en la salud mental, la atención a personas con ideación suicida, la prevención del sucidio, y la atención de familiares y personas cercanas de víctimas de suicidio. Tampoco existen planes y campañas al respecto dirigidas por el Minsa.

“Las familias quedan devastadas cuando un miembro se suicida. Debe de haber una atención por parte del Minsa para atender a las madres, padres y hermanos de las personas que se suicidaron. Ellos y ellas también deben ser parte de los estándares de salud del Estado, pero no hay un acompañamiento del tema. No hay un personal que visite a las familias que tienen un duelo por suicidio”, expresa.

El único esfuerzo respecto a la prevención del suicidio por parte del régimen Ortega-Murillo, es la cartilla Previniendo Depresiones y Suicidios (Promoviendo Salud Mental)”, un material que forma parte de múltiples cartillas publicadas por  el régimen desde 2022 sobre diferentes temáticas.

Dicha cartilla presenta más contenido propagandista que educativo, y su enfoque está centrado en la responsabilidad individual y familiar sobre la salud mental, y no sobre los servicios e instancias que el Estado debe de garantizar. 

Solamente en el último punto de la cartilla, se recomienda a las personas acudir a los Centro de Atención Psicosocial (CAPS), de los cuales hay 17 en todo el país, según el Minsa. Este material es insuficiente para la magnitud del problema del suicidio que muestra el país, asevera el psicólogo.

“Falta una política estructurada en la prevención del suicidio. No basta con una cartilla. Los jóvenes de hoy no usan papel, usan las plataformas digitales, aunque sea en el teléfono más chicleritos que tenga acceso a TikTok, eso es lo que buscan los chavalos. Y esto no es por falta de recursos, porque el Estado tiene el dinero para hacer una política y una campaña efectiva, es por falta de voluntad”, señala.

El resto de las temáticas que ha abordado el Minsa sobre salud mental se refiere solamente a las adicciones.

Se desconoce presupuesto destinado a salud mental

De acuerdo con el experto en salud mental, los CAPS son uno de los centros de salud abandonados por el Minsa y uno de los que menos presupuesto recibe para la creación de programas y planes. 

Según el Minsa, los CAPS son centros proveedores de servicios de salud mental. Sin embargo, su principal área de trabajo es en la de dependencia de sustancias alcohólicas y narcóticas, más que todo el espectro de salud mental. 

“Los CAPS son unidades de apoyo a los equipos del Primer Nivel de Atención, así como de referencia para el tratamiento de dependencias a cualquier tipo de sustancia adictiva, dentro del sistema local de atención integral de salud (SILAIS). Constituyen el recurso primario de atención sanitaria a las drogodependencias y otros trastornos adictivos dentro del sub-sistema público”, expone la Normativa 089 del Minsa.

En 2023, el 21% del Presupuesto General de la República (PGR) se destinó para la salud, según el Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Es decir, 22 075 000 millones de córdobas. No obstante, el Presupuesto no especifica cuánto de este dinero fue destinado para los CAPS.

Por otro lado, en el Detalle de Gasto de Capital de Proyectos y Otros del PGR del Minsa, no aparecen ninguno de los CAPS, ni el Hospital Psicosocial Doctor José Dolores Fletes, dentro de las asignaciones presupuestarias del año pasado.

La última vez que el régimen Ortega-Murillo hizo pública la información sobre el presupuesto invertido a la salud mental de la población nicaragüense, fue en 2015 durante el XXXIX Congreso Centroamericano y del Caribe de Psiquiatría. En ese se develó que únicamente el 0.8% de todo el presupuesto para salud estaba destinado a la atención mental, lo que equivalía a 15 córdobas por habitante, según el presupuesto de ese año.

“El Hospital Psicosocial siempre ha sido como la cenicienta del Minsa, es lo último. Esto no es de ahorita, es de hace 40 años. Las estructuras de salud mental dentro del Minsa y de la Organización Panamericana de la Salud en Nicaragua, nunca le han dado la importancia que merece. No vas a encontrar estadísticas del Hospital Psicosocial, solo vas a ver noticias de que celebran el día de la Virgen y que los ‘loquitos’ le rezan a la virgen”, indica el psicólogo.

Cierre de organizaciones disminuye espacios de atención psicosocial

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Las organizaciones de mujeres eran una de las principales que ofrecían servicios de atención psicosocial a mujeres y jóvenes del país | Archivo Divergentes.

El cierre de las organizaciones sin fines de lucro también ha golpeado la situación de salud mental en Nicaragua, ya que muchas de ellas brindaban atención psicosocial de manera gratuita o a bajos costos, señala el experto.

Estas organizaciones también trabajaban en alianza con colegios, universidades y otros centros educativos tanto públicos como privados; ya que las principales personas que cometen suicidio se encuentran en la adolescencia o adultez joven. Sin embargo, desde la aniquilación de las organizaciones de la sociedad civil, se cerraron todos esos convenios.

“Antes de 2018 había cierta apertura de algunas universidades y de colegios públicos y privados para que las oenegés llegaran a hacer campañas y charlas de prevención. Ahora está cerrado todo”, dice.

“Hace dos años pregunté sobre esto a un director de un colegio que tiene una matrícula grande en Managua. Me dijo que no, que el Ministerio de Educación (Mined) solamente autoriza algunas charlas de este tipo al personal de educación distrital. Si no va por orden del distrito, no puede llegar nadie”, añade.

El problema de esta situación es que muchas veces el personal del Mined que da estas charlas son personas no capacitadas en salud mental, y que por el contrario, reproducen mitos y estigmas alrededor de este tema y del suicidio. 

“Ellos tienen mucho prejuicio. Dicen ‘mejor no hablemos del tema porque los chavalos se van a suicidar’. Ese pensamiento es parte de los mitos del suicidio. Hay que hablar del suicidio para hablar de la prevención y concientizar a los padres y madres de familia”, explica.

Según el psicólogo, sin una política pública enfocada en la salud mental que se trabaje a nivel interinstitucional, las estadísticas de suicidio no bajarán en el país. “Ocultar las cifras tampoco servirá de mucho”, sentencia.


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