Muere Roberto Rivas, el artífice de los fraudes electorales de Daniel Ortega

El expresidente del Consejo Supremo Electoral falleció tras cinco meses hospitalizado en el Vivian Pellas. Una fuente cercana a la familia confirmó a DIVERGENTES que un derrame cerebral minó la deteriorada salud del exmagistrado, quien salió del centro médico pesando 154 libras, tras batallar contra las secuelas de la Covid-19. Rivas Reyes fue titular del Poder Electoral desde el 2000 hasta el 2018. En diciembre de 2017 fue sancionado por el gobierno de Estados Unidos por fraude y corrupción

El exmagistrado electoral Roberto Rivas fue sancionado por Estados Unidos por cometer actos de corrupción. EFE | Archivo

Roberto Rivas Reyes, el controvertido expresidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), falleció la madrugada de este domingo en una sala privada del Hospital Metropolitano Vivian Pellas. El que fuera el principal artífice de los fraudes electorales que permitieron a Daniel Ortega consolidar una dictadura dinástica en Nicaragua, permaneció en cuidados intensivos desde el tres de octubre de 2021, cuando ingresó por complicaciones de salud asociadas a la Covid-19, confirmaron fuentes médicas a DIVERGENTES. 

“Hace quince días lo iban a dar de alta. La casa estaba acondicionada con aparatos médicos y se suponía que unos doctores de Costa Rica iban a venir a Nicaragua para atenderlo. Pero se complicó. La semana pasada le dio un  derrame y lo dejó muy mal. Salió pesando 155 libras”, relató una fuente cercana al entorno familiar del exmagistrado.

Desde su llegada al hospital el estado de salud del exmagistrado siempre fue reservado. Cuando ingresó los doctores lo intubaron de inmediato porque tenía los pulmones obstruidos. Rivas Reyes tuvo que lidiar con una apnea del sueño, un trastorno potencialmente grave que complica la respiración y provoca ronquidos. A esto se sumó el problema del sobrepeso y otras enfermedades que terminaron complicando su recuperación.

“Después que se recuperó del Covid, le hicieron una traqueotomía, y ahí agarró una bacteria. Eso sumado a las secuelas del Coronavirus que le dejó afectado un pulmón y después con el derrame, terminó por empeorar su salud. Se mantenía vivo por los aparatos que tenía conectados y por el gran trabajo de los doctores”, explicó la misma fuente.

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Durante el tiempo que permaneció internado, por el día Rivas Reyes recibía la visita de sus tres hijos y su esposa. Sin embargo, al anochecer sus familiares se marchaban a casa a descansar. Ni siquiera los escoltas permanecían en el hospital. Por las noches el exmagistrado estuvo aislado en su habitación privada.

Aunque los pronósticos siempre fueron reservados, la familia del exmagistrado del CSE, que fue sancionado por corrupción por el gobierno de Estados Unidos en diciembre de 2017, confiaron en la recuperación de su familiar. Sin embargo, la mañana del viernes los doctores informaron que no había mucho por hacer y que la muerte de Rivas Reyes era cuestión de días y horas.

Hasta antes de su hospitalización, Rivas Reyes permanecía en su casa en Managua ubicada en residencial “Los Almendros”, y cada quince días viajaba a su mansión en San Juan del Sur. En 2020, en el inicio de la pandemia de Covid-19, Rivas y su familia pasaron confinados alrededor de diez meses en su casa de la playa.

La trayectoria de un corrupto

Muere Roberto Rivas, el artífice de los fraudes electorales de Daniel Ortega
Roberto Rivas como magistrado electoral acompaña a Daniel Ortega en una de sus investiduras. EFE | Archivo.

Roberto Rivas Reyes no fue un buen estudiante, de hecho, fue uno mediocre, según apunta un perfil del exmagistrado publicado en la revista Magazine de La Prensa. El texto señala que logró cursar hasta cuarto año de secundaria. Luego en 1970, conoció al Cardenal Miguel Obando cuando este fue nombrado Arzobispo de Managua. Sus amigos suponen que fue el religioso quien lo llevó a la capital.

“El exmagistrado del CSE estudió Administración de Empresas, luego se fue a Estados Unidos a hacer un postgrado y allá fundó una empresa de pisos con uno de sus amigos (de apellido Ubilla), pero pronto el fracaso llegó porque ninguno de los dos tenía experiencia en construcción”, señala la publicación de Magazine.

Su llegada al Consejo Supremo Electoral ocurrió en 1995 apadrinado por el cardenal Obando. Sin embargo, fue hasta el año 2000 que ascendió al poder de la presidencia de ese poder del Estado bajo el beneplácito del expresidente Arnoldo Alemán.

Rivas Reyes permaneció en el CSE hasta el 2018. Un año antes, en diciembre de 2017 fue sancionado por el gobierno de Estados Unidos por fraude y corrupción. Si bien su carrera política iba a pique, esta designación lo sacó del juego político definitivamente.

Como magistrado del CSE, Rivas Reyes orquestó varios fraudes electorales que permitieron a Daniel Ortega consolidar una dictadura dinástica en Nicaragua. El gobierno estadounidense detalló en aquel momento que el expresidente del CSE había trabajado para el mandatario sandinista durante más de una década para negar a los nicaragüenses el derecho a elecciones libres y transparentes.

Hasta antes de la sanción Rivas Reyes llevaba una vida ostentosa. Una investigación periodística publicada en Confidencial en 2018, reveló que junto a sus hijas alquilaban una mansión en Madrid cuyo costo mensual era de 12 mil euros. Era una propiedad valorada en nueve millones de dólares.

Sus hijas también fueron parte de esta vida de lujo que se permitía un funcionario cuyo salario mensual no sobrepasaba los 5 mil dólares. Una investigación periodística del diario La Prensa, expuso que a la edad de 22 años, Stephanie Rivas Delgado, hija de Rivas Reyes, era presidenta de la corporación ACE AEI Inc., una sociedad propietaria del jet matrícula N347GA, que era utilizada por el expresidente del Poder Electoral para viajes personales.

En 2009, el diario La Nación, de Costa Rica, reveló que la sociedad Chibulú del Oeste S.A., propiedad de Roberto Rivas y su esposa Ileana Delgado Lacayo, era dueña de un complejo habitacional de cuatro residencias en la exclusiva comunidad Villa Real, con vista al cantón de Escazú.

Otras investigaciones del diario La Prensa revelaron que sus dos hijas ingresaron a Nicaragua en el 2009 nueve vehículos a los que la Dirección General de Aduana rebajó impuestos. Al menos tres vehículos comprados por la esposa de Rivas tenían un precio comercial, en ese entonces, de 3.5 millones de córdobas, mientras que otros tres que trajo su hija costaban 1.6 millones de córdobas.

En 2018 Confidencial de igual forma reveló que Rivas Reyes y su familia abordaron un vuelo privado desde España hasta Nicaragua en un jet bimotor Gulfstream V, matrícula OE-IIS, uno de los jet ejecutivos más avanzados del mundo, cuyo costo oscila entre 120 y 150 mil euros.

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