El dictador Daniel Ortega reaccionó este mismo miércoles a las sanciones que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso a tres figuras del Poder Judicial que se encargaron de desnacionalizar y desterrar a más de 300 nicaragüenses en febrero pasado. “A nosotros eso no nos provoca ningún temor, ninguna preocupación (tienen) los compañeros que son sancionados”, expresó el caudillo sandinista durante el acto de bienvenida que su Gobierno organizó al canciller ruso Serguéi Lavrov, quien está en una gira de trabajo en Latinoamérica, específicamente Brasil, Venezuela, Cuba, y por supuesto Nicaragua.
Ortega estuvo acompañado por Rosario Murillo, su hijo Laureano Ortega, el canciller Denis Moncada y el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta. El diplomático ruso, expresó que es un “gran avance” para el régimen sandinista que “hayan podido proteger sus derechos” y decidir sin restricciones. “Esperamos que todo el desarrollo de Nicaragua sea basado en decisiones del pueblo y no intromisiones de afuera”, dijo Lavrov a los dictadores sandinistas.
Durante el acto público realizado este miércoles 19 de abril, justo cuando se cumplen cinco años de la masacre que perpetró el régimen Ortega-Murillo en contra de manifestantes que pedían su dimisión, el dictador sandinista señaló que se sentían honrados por la visita del diplomático ruso “precisamente hoy que estamos conmemorando el día de la paz”. “Es el día en que logramos darle una derrota más a la agresión imperialista”, dijo el mandatario.
El dictador sandinista tampoco pasó por alto la suspensión del plácet al embajador de la Unión Europea por recordar la masacre de abril. Ortega explicó que su decisión fue una respuesta al comunicado que emitió la Unión Europea en que acusó a su administración de haber cometido crímenes “para estas fechas”.
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“Sacamos una declaración donde se hizo constar que ellos han sido los que mayor daño han provocado a estos pueblos desde que invadieron todas estas regiones, las colonizaron, las esclavizaron, cometieron genocidio sobre los pueblos originarios, y siguen cometiendo genocidios contra estos pueblos”, relató.
No se conocen acuerdos
El acto protocolario no se extendió más de veinte minutos (al menos lo que se vio en los medios oficialistas) y culminó con un estrechón de manos y una declaración del canciller ruso sobre las sanciones estadounidenses y cómo éstas son percibidas en Rusia. “Las personas que estaban bajo sanciones en Rusia piensan que es un reconocimiento de sus avances en la protección de intereses rusos”, finalizó Lavrov, cuyo régimen se encuentra empantanado en la invasión de Ucrania debido a la férrea defensa del Ejército de ese país, que recibe apoyo militar de occidente.
Contrario a lo ocurrido en Venezuela y Brasil, Lavrov no realizó ninguna declaración “incendiaria” sobre Estados Unidos y tampoco se refirió a los planes y alianzas que quiere sostener con Nicaragua y los demás países latinoamericanos que responden a los intereses de Rusia.
En Venezuela, Lavrov expresó que Cuba, Venezuela y Nicaragua estaban entre los países de la región que “eligen su propio camino, llevan con orgullo la memoria de su historia, y no quieren volver a depender de nadie”.
“Acordamos medidas prácticas para ampliar la cooperación comercial y de inversiones, así como intensificar los contactos entre los círculos empresariales”, refirió el canciller ruso, según una nota publicada en Infobae.
En Nicaragua el régimen sandinista no informó sobre la agenda que tiene el canciller ruso, tampoco informaron si ejecutarán la firma de acuerdos comerciales. Lo único claro, por el momento, es que Lavrov saldrá del país rumbo a Cuba para finalizar su gira de trabajo.
Este martes, en un evento en Washington, el expresidente de Colombia, Iván Duque, dijo que el régimen Ortega-Murillo “es cómplice” de la carrera de espionaje rusa en la región.
“El régimen de Daniel Ortega es un régimen cómplice de toda la carrera de espionaje que Rusia está montando en la región, miren los países que está visitando y claramente Nicaragua se está convirtiendo en el enclave y el paraíso del espionaje ruso”, insistió Duque.