Ortega y Murillo convocan a un ‘petit comité’ para celebrar el 44 aniversario de la Revolución Sandinista

La pareja presidencial encabezó el acto del 19 de julio en una plazoleta ubicada 1.3 kilómetros de su vivienda, apenas a 350 metros de distancia del perímetro de seguridad de El Carmen. Fue la conmemoración más reducida de la Revolución Sandinista. Ni un solo jefe de estado en la tarima acompañó a los dictadores, quienes citaron a altos funcionarios del régimen, jefes de las fuerzas armadas, a la Juventud Sandinista y su familia. La jornada confirma la encuesta de CID Gallup: sólo el 13% de los nica simpatiza con ellos

Daniel Ortega y Rosario Murillo realizaron el acto del 44 aniversario de la Revolución Sandinista en una plazoleta ubicada frente al viejo estadio de béisbol en Managua. Foto tomada de Presidencia.

Daniel Ortega y Rosario Murillo han celebrado este 19 de julio el 44 aniversario de la Revolución Sandinista con un grupo reducido de funcionarios y simpatizantes, es decir un petit comité que fue convocado a una plazoleta en la que se yergue la estatua de una mula cabalgada por Agusto Sandino, la figura fundacional del sandinismo y por cuyo nombre la pareja presidencial jura una “revolución” señalada de cometer crímenes de lesa humanidad. El plató escogido para el acto no sólo fue relevante por el simbolismo (ya que sobre el mismo pedestal que ocupa la actual efigie se alzó hasta su derribo en 1979 la figura ecuestre de Somoza), sino porque el monumento se ubica apenas 1.3 kilómetros de distancia de la casa de los mandatarios, quienes desde 2018 no son capaces de llenar plazas… de convocar multitud a la fiesta culmen del sandinismo. 

Ha sido, según exguerrilleros sandinistas críticos consultados por DIVERGENTES, una de las celebraciones del 19 de julio “más raquíticas” en materia de asistencia. 

Los Ortega-Murillo presidieron el 44 aniversario de la revolución con su régimen consolidado como una dictadura totalitaria, pero carente de popularidad. De acuerdo a la última encuesta de CID Gallup contratada por el medio Confidencial, apenas un 13% de los nicaragüenses simpatizan con su proyecto político autoritario. Es el grado de afinidad más bajo en toda la historia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). A partir de 2018, el año de las protestas sociales reprimidas a sangre y fuego por policías y paramilitares, la pareja presidencial no ha podido mostrar su “músculo político” con una gran movilización. 

La pandemia de Covid-19 le sirvió al régimen para matizar la involución de las habituales convocatorias masivas. Pasaron de realizar el acto del 19 de julio en la gigantesca Plaza La Fe a la Plaza de la Revolución, el sitio original donde en 1979 los guerrilleros sandinistas entraron triunfantes a Managua tras derrocar al somocismo. Este año pasaron de las plazas a una plazoleta, llamada Monumento al General Sandino, situada a la par del antiguo estadio nacional de béisbol. Un espacio notablemente más reducido que fue tapizado por miembros de la Juventud Sandinista, una banda musical, los funcionarios de mayor rango del gobierno y los jefes de las fuerzas armadas en un circuito cerrado. 

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No hubo ningún jefe de Estado acompañando a los Ortega-Murillo en su acto, ni siquiera los invitados infaltables en anteriores citas: Nicolás Maduro o Miguel Díaz Canel, presidentes de Venezuela y Cuba respectivamente. Una imagen que confirma el hondo aislamiento internacional y el desprestigio que el régimen sufre debido a su brutal represión. “Agradecemos a las delegaciones que nos acompañan de Angola, Burkina Faso, Mozambique, Nigeria; de Eurasia: Bielorusia, Rusia, Osetia del Sur… Republica Islámica de Irán, Corea del Norte, pueblo palestino, hermanos de Cuba, Honduras”, enumeró la “copresidenta” Murillo. 

Ante la poca capacidad de convocatoria, el gobierno ordenó celebraciones del 19 de julio a nivel local en los barrios y en las instituciones del Estado. “Desde que se inició este acto, en todos los municipios del país, en cada barrio, en cada comarca, están las familias, los jóvenes reunidos frente al televisor, dándole seguimiento a este acto que estamos transmitiendo en cadena nacional e internacional”, justificó Ortega durante su discurso. 

Apenas abandonan su perímetro de seguridad

Ortega y Murillo convocan a un 'petit comité' para celebrar el 44 aniversario de la Revolución Sandinista
El invitado especial que la pareja presidencial presentaron fue Apollinaire Joachimson Kyélem De Tambèla, Primer Ministro de Burkina Faso. Foto tomada de Presidencia.

Para desplazarse a la plazoleta del monumento de Sandino, Ortega y Murillo apenas salieron del perímetro de seguridad que rodea El Carmen, el reparto donde funciona en un mismo complejo la Secretaría General del FSLN, la casa presidencial y la vivienda de los mandatarios. Del último anillo de seguridad presidencial al plató escogido para el acto de este 19 de julio lo separan unos 350 metros.  

Después de casi dos horas de concierto musical, Ortega tomó la palabra y ofreció una larga intervención en la que hizo un recuento de los héroes nacionales de Nicaragua. Atacó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Estados Unidos y Europa. Luego, se refirió al reciente fallo de La Haya que benefició a Colombia en el Mar Caribe. El dictamen sostiene que Managua no puede extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas que delimitan su frontera marítima. Ortega dijo que acatará ese fallo y pidió a su homólogo colombiano, Gustavo Pedro, cumplir el fallo en favor de Nicaragua emitido en 2012. 

El caudillo sandinista tenía varios actos públicos de no ofrecer un discurso tan largo. Esta vez fue de más hora y media. Al final, se refirió a la cumbre que la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Bruselas. Criticó a occidente por dotar de armamento a Ucrania para defenderse de la invasión Rusia y no desembolsar dinero a países latinoamericanos, como Nicaragua, cuestionadas por la deriva autocrática y violar derechos humanos. 

Quien sí aprovechó el acto del 19 de julio para despotricar contra opositores fue la “copresidenta” Murillo. “¿Cómo entender ese absurdo coro de serpientes, de víboras traicioneras, de fabricantes de mentiras, de denigrantes a sueldo, de mentecatos y falsarios. ¿Cómo entender a los profesionales del servilismo? ¿A los sicarios y mercenarios que se arrastran para servir a sus amos? ¿Cómo entender a quienes con desvergonzadas y diabólicas pestilencias se cierran al cosmos, a la convivencia de todas las energías, colores y vigores que conforman fuerza y esplendor?”, dijo la primera dama.

Ni Ortega ni Murillo se refirieron a las sanciones impuestas por Estados Unidos este miércoles 19 de julio a trece funcionarios del régimen, quienes fueron añadidos a la lista de Actores Corruptos y Antidemocráticos, conocida como Lista Engel. Los operadores sandinistas son los responsables de la desnacionalización, destierro y confiscación de más de 300 opositores, entre ellos, 222 ex presos políticos. Las sanciones fueron anunciadas mientras Ortega y Murillo celebran el 43 aniversario de la insurrección sandinista. 


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