Programa Cero Rojos: la estrategia educativa del régimen para aprobar a los estudiantes

La orden fue comunicada a los docentes a inicios de 2023, sin embargo, fue ratificada en el segundo corte evaluativo, porque muchos maestros reprobaron a estudiantes que se ausentaban o no trabajaron en clases durante el primer semestre del año. También se orientó que en los boletines no debe escribirse con rojo ninguna nota, sino con azul, aunque esta sea deficiente. Los maestros de primaria y secundaria ahora tienen que hacer pruebas de rescates para que los alumnos aprueben con la nota más baja y no se les cuestione por desobedecer los lineamientos del Ministerio de Educación

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Ilustración basada en un boletín de educación primaria del Ministerio de Educación de Nicaragua. Los nombres y observaciones fueron reemplazados por motivos de seguridad.

En la cartuchera del profesor Mauricio solo hay espacio para marcadores acrílicos y lapiceros azules. Cualquier corrección en cuaderno, prueba sistemática o boletín, tiene que estar marcada en color azul. “Dicen que si usamos el rojo, le estamos causando un trauma a los alumnos”, explicó este docente que imparte clases en una escuela pública en Masaya. 

El rojo para marcar las notas académicas deficientes o mediocres fue prohibido en una de las últimas reuniones que sostuvieron delegados del Ministerio de Educación (Mined) y técnicos de esta institución de Gobierno con los maestros, previo al inicio del año escolar 2023. “En aquel momento no le tomamos mucha importancia, pero a mitad del año la cosa fue una exigencia total”, afirmó el educador.

En aquella reunión, la orden de los delegados del Mined no fue “tan estricta”. Si bien las autoridades fueron enfáticos en que todos los alumnos debían aprobar con el nuevo plan metodológico que estaban implementando, el comentario de usar solo lápices azules para revisar tareas no fue a modo de exigencia, sino como “recomendación”.

Para la elaboración de este artículo, DIVERGENTES consultó a una alta fuente del Mined que está en desacuerdo con la política educativa del régimen sandinista, porque la misma promueve a estudiantes mediocres. 

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También hablamos con profesores de educación primaria y secundaria, asimismo con directores de colegios públicos. Todos coincidieron en que el sistema educativo no solo está en una decadencia profunda, sino que es una mampara para “vender algo que no existe”.

“Lo único que yo sentí como obligación en esa reunión fue lo del sistema de evaluación que en resumen elimina a los estudiantes reprobados y los aprueba a todos. Pero lo de usar lapicero azul y no rojo lo tomé como algo sin relevancia”, relató Graciela, profesora de Lengua y Literatura de un colegio de secundaria en Managua.

Mined: no manchar con “rojos” los boletines

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Foto de archivo | La propaganda del régimen Ortega-Murillo es parte de la decoración de todos los colegios e institutos públicos en Nicaragua. Carlos Herrera | Divergentes

Sin embargo, posterior a la entrega de boletines del segundo corte evaluativo en julio de 2023, una alarma se encendió en el Mined. Según la alta fuente del ministerio que habló con DIVERGENTES bajo condición de anonimato, a los coordinadores del nuevo sistema de evaluación no les gustó que muchos maestros continuaran reprobando a estudiantes y “manchando” el boletín con números rojos.

“Esos reprobados provocaron un gran atraso al momento de subir las notas en el cómputo central del Mined. Los digitadores tuvieron que hacer cambios para que en el sistema todos aprobaran. Por eso fue la molestia y porque los profesores no fueron obedientes”, explicó la fuente del Mined.

Un digitador que habló con DIVERGENTES bajo reserva explicó que los maestros tienen un cuaderno de registro de notas, que luego pasa al libro del colegio, que está en la dirección de cada centro educativo. Para oficializar las notas, estas son llevadas al Mined central por el director o directora del centro educativo. Ahí los digitadores se encargan de subirlas al sistema.

“Con el nuevo sistema de evaluación, los digitadores solo ingresamos las notas al sistema y este, como se supone que no hay aplazados, por defecto nos arroja el aprobado. Pero como hubo maestros que aplazaron a estudiantes, entonces todo daba error. Nosotros tuvimos que modificarlo para que todo enganchara y saliera como lo dispone el ministerio”, explicó el digitador.

La “desobediencia” de los profesores provocó que en la reunión del segundo corte evaluativo, realizada a mediados de julio, los delegados del Mined y los técnicos les exigieran a los profesores que no reprobaran a ningún estudiante y que se tomaran en serio lo de usar únicamente lapicero azul para revisar trabajos y poner notas en el boletín.

Régime aduce daño psicológico a estudiantes que reprobaron

“En la reunión nos dijeron que si seguíamos usando el lapicero rojo íbamos a provocar un gran daño psicológico a los estudiantes. Que eso de reprobar no iba con las nuevas normativas educativas a nivel mundial. Todos nos quedamos asustados en esa aula”, afirmó Santiago, profesor de sexto grado de primaria que imparte clases en un colegio público del Distrito V de Managua.

Sin embargo, lejos de prohibir el rojo porque “afecta a los estudiantes”, la orden de usar lapicero azul, explicó la alta fuente del Mined, busca únicamente que el plan de evaluación se cumpla a cabalidad y que las estadísticas de reprobados, que es del 7% a nivel nacional, disminuya a finales del año a 1%.

“He recibido la queja de maestros que no están de acuerdo con esta política del Gobierno, pero no podemos cambiar las disposiciones que vienen desde arriba. El objetivo que tienen ellos está distante de una educación de calidad”, afirmó la fuente del Mined.

El nuevo sistema de evaluación y su cumplimiento 

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Ilustración por Divergentes

En abril de este año, DIVERGENTES publicó una investigación que reveló por primera vez el nuevo sistema de evaluación para el aprendizaje, ordenado por el régimen sandinista a través del Mined, con el objetivo de que ningún estudiante repruebe, aunque “falle la mitad del año” o entregue sistemáticos o asignaciones deficientes.

En el nuevo plan, el Mined optó por cambiar el sistema de puntuación. Ahora en lugar de que los maestros califiquen un examen y pongan una nota basada en los conocimientos del alumno, las autoridades educativas establecieron categorías evaluativas con un mínimo y máximo de puntos.

Según el manual las categorías evaluativas son Aprendizaje Avanzado (AA), que va de 90 a 100 puntos; Aprendizaje Satisfactorio (AS) que se puntúa de 76 a 89; Aprendizaje Fundamental (AF) que tiene como nota máxima 75 y como mínima 60 puntos, y Aprendizaje Inicial (AI) cuya nota mayor es 59 y la menor es de 45 puntos.

CualitativaCuantitativa
AA100 – 90
AS89 – 76
AF75 – 60
AI59 – 45

“Para obtener la nota de un corte evaluativo, el profesor tiene que desarrollar varias actividades y evaluar conforme a las categorías. Y aquí surgen otras claves y cruces que el Mined incluye en el nuevo sistema y son tomadas en cuenta según las combinaciones”, detalló otra fuente vinculada al Mined.

Si en la valoración de ese primer corte, el alumno obtiene AA, AA y AS, la nota final será la categoría evaluativa predominante; es decir, AA. “Y en números aparecerá reflejado la calificación máxima que es 100, porque la orientación es siempre poner el número mayor”, aseveró una profesora de Biología a DIVERGENTES.

Las notas ficticias para los estudiantes

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Ilustración por Divergentes

El nuevo plan señala que si no se obtiene una valoración predominante, se asignará la intermedia de la escala o la más próxima a la superior, según sea el caso. Por ejemplo, si un alumno obtiene un AI, AS y AF, la calificación será AF.

“Aquí está el truco. Si tomamos como referencia el puntaje mínimo impuesto por el Mined y en lugar de las categorías ponemos números, vamos a tener un 45, un 90 y un 76. Entonces la nota final sería de 76. Esa nota podría variar si fuera el profesor quien pone la calificación basado en el conocimiento del alumno, pero eso ya no lo deciden ellos”, manifestó la misma fuente, quien explicó que al quitarle al profesor el poder de calificar de acuerdo al conocimiento previo de cada estudiante, lo que se obtienen son notas ficticias.

La aplicación de la nueva metodología para aprobar a los estudiantes, sumado al “regaño” que los delegados del Mined le hicieron a los docentes, para que dejaran de utilizar lapiceros rojos para corregir y reprobar a estudiantes, tuvo un efecto negativo desde el punto de vista académico en el tercer corte evaluativo en 2023. 

A mediados de septiembre, durante la entrega de boletines del tercer corte evaluativo, las calificaciones de los estudiantes fueron positivas, porque los docentes aprobaron a sus alumnos, pese a que estos no cumplieran con las entregas de tareas o resultados en los sistemáticos o trabajos grupales.

“Los digitadores subieron las notas al sistema sin tanto retraso porque la mayoría de estudiantes estaban aprobados. El resultado fue óptimo de acuerdo a los objetivos que se ha trazado el Gobierno con el plan educativo”, amplió la alta fuente del Mined a DIVERGENTES.

Sin embargo, a pesar de los “buenos resultados” en su estrategia, el régimen bajó otra orientación para asegurar el cumplimiento total del nuevo plan de evaluación: registrar la matrícula continua a los estudiantes. 

La orden apuntaba a asegurar el cupo del alumno el siguiente año y garantizar la promoción de grado aunque el estudiantado no tenga méritos para aprobar. “En resumen nos están diciendo que el estudiante, aunque sea malo y no sepa leer o sumar y restar, lo promovamos al siguiente grado. En mi caso, hablé con mi director para evitar que alumnos que no saben nada pasen así de fácil, pero me dijo que era una orden y no se podía contradecir”, manifestó Sandra, docente de primaria en Tipitapa.

Burlas de estudiantes y temor a sanciones

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Ilustración por Divergentes

Graciela, la profesora de Lengua y Literatura consultada para este artículo, recuerda con añoranza aquellos años en los que los maestros generaban respeto entre sus estudiantes. “Los muchachos se ganaban la nota con mucho esfuerzo y reconocían que uno les enseñaba. Ahora eso cambió”, dijo con un tono de voz desalentador.

La maestra expresó que después de todas las transformaciones que ha sufrido el modelo educativo en Nicaragua cuya finalidad es aprobar al estudiante a como dé lugar, los mismos alumnos, además de despreocuparse por asistir a clases o cumplir con las asignaciones, también irrespetan a los docentes.

“Una vez le hice un llamado de atención a un estudiante porque no había entregado ninguna tarea. Su respuesta fue ‘me vale, de todos modos me va a pasar’. Lo que dijo me molestó, pero no le dije nada porque es una lucha que no voy a ganar. ¿Por qué? Porque al final es cierto, no lo puedo reprobar porque lo primero que van a hacer es llamarme la atención”, indicó Graciela.

Los maestros que fueron entrevistados para este reportaje coinciden con la profesora de Lengua y Literatura respecto a la orden de aprobar a todos. Incluso alguno de ellos compartieron lo que ocurre cuando un docente reprueba a un estudiante en una clase.

“Si nosotros ingresamos reprobados, nos llaman la atención de inmediato. En el primer corte, el director me preguntó por qué había dejado a un alumno en tres materias. Yo respondí que éste no cumplía con las asignaciones. De inmediato,  me pidió que en el próximo corte, si ocurría lo mismo, le hiciera un trabajo extra para pasarlo”, explicó Jorge, un profesor de sexto grado de primaria en Diriamba.

Las “ayudas” para evitar estudiantes reprobados

Según Jorge, los directores solicitan estas “ayudas” para los alumnos, porque si el reprobado llega al Mined central de inmediato los delegados realizan una visita al docente para saber por qué está fallando el plan de educación impulsado desde el ministerio.

“Ya he visto casos en los cuales llegan, sientan al profesor, le preguntan si los técnicos no les han transmitido las directrices o si los directores no cumplen con su trabajo. También les preguntan si no existe concientización política e institucional y le cuestionan qué está haciendo para seguir al pie de la letra con la estrategia”, relató Jorge, quien agregó que muchos maestros sienten en estas visitas una especie de acoso laboral.

La alta fuente del Mined manifestó que los profesores que no cumplen con las órdenes del ministerio están expuestos a sanciones o despidos. Y aunque el salario de un docente es bajo, la mayoría acata las exigencias, porque no tienen otra oportunidad laboral.
“Cuando se presenta este problema nos exigen que busquemos un método para que no reprueben los alumnos, que hay que promoverlo a como dé lugar. Yo no estoy de acuerdo. Ningún profesor está de acuerdo. Pero si no seguimos inventando nos corren. No nos queda de otra que seguirles el juego de su show”, finalizó Jorge.

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