La Universidad Americana (UAM) suspendió la matrícula de cientos de estudiantes provenientes de la confiscada Universidad Centroamericana (UCA) —ahora Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro— argumentando que los universitarios se habían matriculado sin presentar sus certificados de notas oficiales. Sin embargo, algunos estudiantes consultados por DIVERGENTES explicaron que la institución educativa había aceptado su admisión con la condición de que firmaran una carta de compromiso en la que acordaron entregar sus notas oficiales en seis meses.
La universidad también justificó la suspensión de los estudiantes porque estos no presentaron el plan oficial de estudios de sus carreras, no obstante, los universitarios indicaron que al momento de registrarse en la UAM las autoridades académicas no solicitaron este documento.
“Inicialmente me hicieron firmar una carta de compromiso que decía que tenía seis meses para llevar los papeles oficiales e iniciar con el proceso de convalidación”, dijo Roxana, una estudiante de tercer año de la carrera de Comunicación que se matriculó en la UAM la semana pasada después de enterarse de la confiscación de la UCA.
Roxana asistió la mañana de este martes a la UAM a clases pero en el campus le informaron que los estudiantes provenientes de la UCA no podían continuar con sus estudios en esta institución. Para verificar la información, la universitaria intentó ingresar a la plataforma virtual de la UAM, pero sus accesos fueron eliminados al igual que su correo institucional.
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“Mi usuario salía como que no existía, igual (ocurrió) con el correo, pero tengo a muchos compañeros que los sacaron de las clases y a otros los citaron con los decanos”, señaló la joven.
La universidad únicamente le informó que le regresarán los 55 dólares que pagó en concepto de matrícula la semana pasada. Según Roxana la UAM estaba ofreciendo a los estudiantes recién llegados de la UCA un pago de mensualidad de 150 dólares sin importar la carrera que estudiaran. El costo de la matrícula durante este semestre iba a tener un valor de 100 dólares.
La joven estudiante manifestó que a raíz de la suspensión de matrícula en la UAM, analizará la oferta académica que le ofrecen las universidades jesuitas de El Salvador y Guatemala, y si no logra estudiar en algunas de estas, evaluará irse del país “porque no quiero quedarme sin estudiar”.
Hasta la semana pasada la UAM estaba realizando todo un proceso de acogida para los estudiantes recién llegados de la UCA. Instalaron puestos para orientar a los nuevos ingresos y ayudarlos con su admisión. Algunos nuevos alumnos habían programado exámenes de ubicación para sus materias. Sin embargo, desde el lunes, la universidad dio la orientación de detener todas esas actividades.
Estudiar en la Casimiro Sotelo o irse del país
Aura no alcanzó a sentarse en la silla de su salón de clases en la UAM porque su matrícula fue suspendida. Las razones que le dio la institución educativa fueron las mismas que le comunicaron a sus compañeros: para continuar su carrera universitaria tenía que haberse matriculado con sus notas oficiales y presentar el plan de estudio. Esto a pesar de la carta de compromiso que la misma institución le hizo firmar para entregar los documentos en un periodo de seis meses.
Sin embargo, aunque presente estos documentos, la joven universitaria no cree que la dejen estudiar en la UAM. Hasta ahora las autoridades académicas han rechazado a todos los que llegan provenientes de la UCA. Aura explicó que incluso los alumnos de primer ingreso tampoco podrán matricularse aunque quieran empezar su carrera desde cero en esa institución educativa.
“No están dejando estudiar a nadie, a fuerza tienen que estudiar en la UCA”, expresó Aura, quien apenas estaba cursando el segundo año de su carrera universitaria. Por ahora, sus planes están entre estudiar este semestre en la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro y continuar en una universidad extranjera el próximo año.
Por otro lado José, hermano de un estudiante de la UCA cuya matrícula también fue suspendida por la UAM, consideró que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo no permitirá que ningún estudiante de la institución jesuita se traslade a otra universidad.
José detalló que las autoridades de la UAM contactaron a su hermano para indicarle que le reembolsarán el dinero de la matrícula. El destino del joven estudiante será la UCA de El Salvador donde espera continuar con su carrera.
Compañía de Jesús bajo ataque
La semana pasada la Universidad Centroamericana fue confiscada y despojada de su personería jurídica, a través del acuerdo ministerial 104-2023-OSFL, aprobado por María Amelia Coronel Kinloch, Ministra de Gobernación. A cambio, el Consejo Nacional de Universidades creó la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro que reemplazaría a la universidad jesuita y anunció a las nuevas autoridades rectorales elegidas de facto.
El pasado 19 de agosto la Policía Nacional y miembros del Poder Judicial confiscaron la residencia de sacerdotes de la Compañía de Jesús, ubicada en Villa El Carmen contigua a la UCA. De acuerdo con las autoridades, la residencia pasó a ser propiedad del Estado.
Bajo ese contexto de persecución, organizaciones civiles han reportado la detención arbitraria de cuatro personas desde el pasado sábado: Adela Espinoza Tercero, egresada de la confiscada UCA; Gabriela Morales, estudiante de la confiscada Universidad Juan Pablo II; Joseling Mayela Campos, estudiante de la Universidad de Ingeniería; y Josseth Miranda, pareja de Campos.