Cien días de Rodrigo Chaves en Costa Rica: una presidencia entre apoyo popular y tensiones de poder

El gobierno del ‘outsider’ Rodrigo Chaves celebra la fecha tras un comienzo que alteró las aguas en la democracia más estable de Centroamérica. Aunque las promesas de campaña siguen pendientes, su estrategia de comunicación muestra los frutos en las encuestas. Su estilo de gobierno ha dejado de ser una incógnita: Ahora se sabe que ejerce un liderazgo de mano fuerte o centralizado con sus ministros y logra proyectar la imagen de “hombre que hace”

Rodrigo Chaves Costa Rica
Rodrigo Chaves el día de su toma de posesión en la Asamblea Legislativa de Costa Rica, en San José. Foto: Carlos Herrera | Divergentes.

La expresión ‘¿sabe qué?’ es una manera provocadora de hablar, de retar al interlocutor, de alardear o de introducir una afirmación que pretende resultar sorpresiva o emotiva. Siempre ha sido de uso coloquial en Costa Rica, hasta que aquel desconocido Rodrigo Chaves Robles la llevó a la campaña electoral que lo colocó en la Presidencia de la República en este 2022, cargo donde esta semana cumple sus primeros 100 días, habiendo convertido el “¿saben qué?” en su sello personal.

El arranque del gobierno dirigido por el outsider Rodrigo Chaves ha sido encarador, de discurso antielitista y propenso a alimentarse del conflicto con otros poderes formales o fácticos en el sistema democrático más estable de Centroamérica, acostumbrado a lo políticamente correcto. Ha llegado a remover las aguas y tensar relaciones mostrándose como un líder duro, sabiéndose respaldado hasta ahora por una mayoría popular más grande que la que le votó en la segunda ronda electoral de abril. 

Chaves Robles, el economista que se vendió electoralmente como una opción de ruptura con lo tradicional, ya ha dejado de ser una incógnita. Ahora se sabe que ejerce un liderazgo de mano fuerte o centralizado con sus ministros y logra proyectar la imagen de “hombre que hace”. La palabra “pueblo” es casi una muletilla y “grupos poderosos” también, aunque buena parte de su gabinete proviene de cámaras empresariales, desde donde ha recibido un apoyo entusiasta.

Se ha confirmado que es conservador en lo social (constantes referencias al dios católico) y liberal en lo económico, incluso neoliberal, advierte el politólogo Rotsay Rosales, coordinador del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica. ¿Antisistema? “Para nada, pero sí ‘antipolítica’”, advierte el investigador. Chaves desdeña la burocracia del Estado, empuja la inclusión de Costa Rica a nuevos formatos de libre comercio internacional (Alianza del Pacífico, Acuerdo Transpacífico) y en la última semana su gobierno propuso el recorte de 23% del presupuesto de las universidades estatales, con lo que abre un nuevo frente de disputa.

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Rodrigo Chaves el día de su toma de posesión en San José, Costa Rica. Foto: Carlos Herrera | Divergentes.

“Es una novedad dentro de la casi aburrida continuidad política de este país. Es un estilo distinto y no es comparable con los presidentes de los últimos 30 años, porque todos habían venido de partidos consolidados”, comenta Rosales en referencia a la anomalía que representó el Partido Progreso Social Democrático (PPSD), que debutó en las elecciones de 2022 y alcanzó la Presidencia con Chaves, un político que antes flirteó con otras agrupaciones. Los ministros, por tanto, no provienen de ese partido y no deben rendir cuentas más que al “jefe”, como algunos le dicen en público. Por eso no hay un ideario ni un plan de gobierno consolidado. 

La ruta la marca Rodrigo Chaves con sus desconocidos asesores de comunicación, esos que han identificado las principales preocupaciones populares y que han diseñado estrategias o tácticas para mostrar que hay acciones. Una encuesta realizada en julio por un instituto de la UCR señaló que el respaldo popular era del 70% y que una parte de la población ve como logros lo que aún son promesas, sobre todo en la reducción del costo de vida. El cumplimiento que más reconocen los encuestados fue el retiro de la mascarilla y vacunación obligatoria contra Covid-19, bajo la idea de que el país está ya en la fase post pandémica, pese al reclamo de gremios médicos.

“Es innegable que ha logrado forjarse un clima a su favor entre una población que mayoritariamente está hastiada del viejo sistema de partidos, y eso es meritorio, pero no sabemos hasta dónde le va a alcanzar. Lo novedoso hasta ahora no es percibido como amenaza sino como una oportunidad, aunque tampoco sabemos a dónde nos va a llevar”, agregó el politólogo Rosales, que por rigor académico rechaza usar el término “populista” que suelen utilizar contra Chaves algunos de sus críticos, sobre todo en las redes sociales ahora sobrecalentadas y polarizadas.

Los miércoles de conferencia de prensa

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Rodrigo Chaves ha mantenido una relación de ataque contra los medios de comunicación. Foto: EFE.

La discusión suele aumentar los miércoles, día en que Chaves hace una conferencia de prensa en la que no se admiten preguntas y a menudo toma forma de conversatorio entre amigos o de tarima política. No es inusual que encare a algún periodista de los medios tradicionales, una puesta en escena para el goce de muchos de los televidentes que siguen la transmisión por redes sociales y el canal estatal. Pueden ser simultáneamente más de 40 mil usuarios conectados en el Facebook en horario laboral, una multitud en un país pequeño donde los adultos no son más de 3,5 millones. La existencia de cuentas ficticias a favor del gobierno es una especulación recurrente, basada en numerosos episodios de mensajes idénticos entre un usuario y otro.

En uno de esos miércoles llamó señores feudales a los propietarios del periódico más tradicional del país, La Nación, un referente de lo que llama “prensa canalla”, tras la cancelación del permiso a un centro de eventos propiedad del mismo grupo empresarial. “No puede creer estos señores feudales que un gobierno del pueblo y para el pueblo tenga la osadía de querer ponerlos a operar conforme a la ley que rige para los mortales de a pie, ¿saben qué? En Costa Rica nadie tiene corona, por lo menos mientras yo, Rodrigo Chaves Robles, del barrio La Soledad (centro de San José) sea presidente de la República, sin abolengo, sin fortuna de nacimiento. Esto no se trata de libertad de prensa”, dijo con gestos de enojo. Es la línea de confrontación que mantiene con ese diario desde que en campaña electoral, en 2021, publicó las sanciones que Chaves recibió como funcionario del Banco Mundial tras denuncias de acoso sexual.

En otro miércoles Chaves dijo que su cuestionamiento no va contra todos los periodistas, porque son como una fauna en la que puede haber rinocerontes, mapaches o ratas. Su ministro de Transportes, un ingeniero que también viene del exterior, ha dicho que sería capaz de sacar “garrote” para que sus subordinados trabajen bien. La ministra de Salud, una joven médico que fue jefa de campaña, admitió que le cansa tener que dar explicación de sus decisiones. Todo el gabinete parece alineado con la “disciplina estratégica” que dictó Chaves al comenzar. 

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Rodrigo Chaves junto a su esposa, Signe Zeikate, en la Cumbre de las Américas. Foto: EFE | Archivo.

En la Asamblea Legislativa, donde el oficialismo es solo uno de seis bloques, los opositores le han dado el beneficio de la duda. No ha habido choques, aunque sí hay señalamientos esporádicos. “Se está provocando un riesgo de fricciones que afectan a la estabilidad política”, dijo en una entrevista el presidente legislativo Rodrigo Arias, hermano del expresidente Óscar Arias y diputado por el presentante del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN). Advierte que no hay, sin embargo, acciones contundentes que vayan contra la democracia. “No quisiéramos tener el Congreso en llamas, pero si él propusiera mandar una ley para que todo se haga por referendo sí habría una reacción muy fuerte”, dijo Arias citando una de las reformas que mencionó Chaves en la campaña electoral.

Arias y otros diputados critican la falta de un programa de trabajo sistemático para enfrentar el momento de la economía, para recuperar el sistema educativo o en la política exterior, más allá de los anuncios en corto. Lo exigen al comenzar en agosto el período de sesiones legislativas en que el Ejecutivo debe negociar con las mayorías opositoras para definir los proyectos que se discutan, después de tres meses en que Chaves tuvo esa potestad y la desaprovechara por falta de propuestas de fondo, según diputados de otras bancadas.

La virtud de este gobierno no fue su propuesta programática ni su ideología, por demás difusa. El músculo estuvo en lograr posicionarse como un cambio real y haber conectado con las percepciones populares diciendo a la gente lo que quiere escuchar, como dijo en una conferencia de marketing Federico Cruz, el estratega de la campaña electoral. “El voto no es racional, el voto es 100 % el motivo. Uno tiene que conectar con la gente que realmente quiere escuchar. Si me siento identificado con el candidato que está peleando por la misma lucha que tengo, ganamos esa batalla”, explicaba el publicista, consciente de que ya en el poder, Rodrigo Chaves sigue aplicando esa estrategia, porque los frutos de temporada están a la vista.


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