Cristiana Chamorro, la candidata que le recuerda a Ortega su peor derrota

Era la precandidata más popular en las encuestas. Es el fantasma que le recuerda a Daniel Ortega cuando perdió el poder frente a su madre, Violeta Barrios de Chamorro, en 1990. Fue la primera en ser inhabilitada y procesada de todos los aspirantes a la presidencia en este año electoral.


2 de noviembre 2021

En los últimos meses, antes de que la Policía la mantuviera encerrada en su propia casa, Cristiana Chamorro vestía con ropas blancas. Era un color que le gustaba desde hace algunos años, pero también era el mismo tono que usó su madre, Violeta Barrios de Chamorro, durante la campaña electoral que la llevó a derrotar en las urnas a Daniel Ortega en las elecciones de 1990.

Cristiana Chamorro, de 67 años de edad, no solo se parece físicamente a su madre, quien llegó a la presidencia a los 61 años de edad. Ambas, también emergieron como candidatas a la presidencia de un día para otro durante crisis políticas en las que Daniel Ortega ha estado mandando en Nicaragua.

“Cristiana, a todos los nicaragüenses, nos recuerda a su madre”, dijo Edmundo Jarquín, cuñado de Cristiana y excandidato a la presidencia en 2011. Quizá ese recuerdo fue el que provocó que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo la encarcelara apenas unas horas después de que se inscribió como precandidata a la presidencia en el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL).

El último sondeo de la firma encuestadora Cid Gallup reveló que Cristiana Chamorro tiene el 62 por ciento de opinión favorable, que la ubica como la segunda aspirante con mejores números en la misma encuesta que el comandante Daniel Ortega apenas obtuvo el 34 por ciento de opinión favorable.

Desde el dos de junio de este año, Cristiana Chamorro se encuentra bajo el régimen de casa por cárcel después de que la dictadura Ortega-Murillo le fabricara un caso en su contra por supuesto lavado de dinero en el que involucran a su extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que apoyaba y asesoraba a medios de comunicación independientes desde hace más de 20 años. Desde entonces, Cristiana permanece dentro de su vivienda, con el perímetro resguardado por policías. Sus dos hijos Cristiana María y Antonio Ignacio la han podido visitar, así como sus hermanos Claudia, y Pedro Joaquín, antes de ser apresado. No tiene ningún tipo de aparato de comunicación ni cámaras de seguridad. Sus hijos dijeron que “de momento no están brindando declaraciones”. Días antes de que lo arrestaran, su hermano mayor, Pedro Joaquín, dijo que Cristiana “está en una condición bien tratada, dignamente en su casa”.

La periodista

Antes de que la Policía se tomara el Diario La Prensa, patrimonio de la familia de Cristiana Chamorro, las paredes de su oficina tenían decenas de fotos, caricaturas y recortes de periódicos de las últimas décadas de la historia de Nicaragua. Aunque Cristiana estudió Historia y Filosofía, con una maestría en Estudios Latinoamericanos, desde niña quiso ser periodista.

Cristiana es hija de uno de los periodistas más influyentes del siglo pasado, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, quien fue asesinado a balazos en 1978 por la dictadura somocista. Comenzó como reportera en el periódico de la familia, La Prensa, a inicios de los años 80. Luego fue nombrada editora de la sección de Opinión y más tarde fue directora del periódico, entre 1987 y 1991.

Cuando su madre, Violeta Barrios, ganó la presidencia, Cristiana fue nombrada asesora en su gobierno. La Prensa fue portavoz del nuevo gobierno de Barrios de Chamorro. Desde 1993, Cristiana también es vicepresidenta del periódico que este año cumplió 95 años de existencia y cuya sede fue asaltada por la Policía de los Ortega-Murillo en julio pasado.

Sin desvincularse del periodismo, Cristiana creó desde 1997 la Fundación Violeta Barrios de Chamorro para “apoyar al periodismo independiente y mejorar las capacidades”, según ella misma ha dicho. La fundación licitó y administró fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y otras agencias internacionales de cooperación, lo cual sirvió de “argumento” para que el régimen la acusara de supuestamente desviar los recursos para financiar a la oposición nicaragüense.

Semanas antes de que fuera prisionera en su propia casa, Cristiana Chamorro dijo que “los gobiernos que son enemigos de la prensa son dictaduras”. Para ella, la “libertad es una cuestión intrínseca del ser humano”.

Relación con Ortega y Murillo

Cristiana Chamorro, la candidata que le recuerda a Ortega su peor derrota
21.05.2021 Cristiana Chamorro es citada a entrevista en el Ministerio Público por supuesto delito de lavado de dinero. | Miguel Andrés

Cristiana no tuvo relación de amistad con Rosario Murillo cuando ésta trabajó como secretaria de su padre, Pedro Joaquín Chamorro, en el diario La Prensa. Cristiana, la mayoría del tiempo, se encontraba viajando por estudios y cuando regresó, Murillo se había marchado al exilio y a la clandestinidad en su involucramiento con el Frente Sandinista.

En 1976, Rosario Murillo cayó presa durante nueve días y Pedro Joaquín, el padre de Cristiana y jefe de Murillo, estuvo pendiente de que se le llevara comida todos los días. Antes, en 1972, cuando la actual vicepresidenta perdió un hijo durante el terremoto que destruyó Managua, doña Violeta, madre de Cristiana, la asistió y la consoló. Incluso, en 1977, la familia Chamorro le ayudó a Murillo a huir hacia Panamá, donde la recomendaron con unos amigos, meses antes de que se encontrara con su familia en Costa Rica.

“Mi madre le tenía aprecio y cariño (a Murillo) por todos los años que pasó trabajando al lado de mi padre”, dijo Cristiana antes de ser apresada a la revista Domingo, del diario La Prensa.

Una de las últimas comunicaciones entre ambas ocurrió el 17 de noviembre de 2015, cuando Rosario Murillo llamó a Cristiana para darles las condolencias por la muerte de su esposo, Antonio Lacayo, quien falleció en un accidente aéreo cuando viajaba en un helicóptero.

“La familia de Toño (Antonio Lacayo), a quien tenemos mucho respeto, mucha consideración, hemos tenido siempre una excelente comunicación”, dijo Murillo en esa ocasión y agregó: “estuvimos conversando con Cristiana, compartiendo con ella la dimensión de la tragedia… Yo sé que es una persona muy fuerte, nos conocemos bien y sabemos que hemos compartido momentos de dolor. Precisamente, como yo trabajé en La Prensa muchos años con su papá, compartimos los momentos del terremoto, y luego los momentos del dolor de su familia cuando el asesinato del doctor Pedro Joaquín Chamorro”.

Por eso, Cristiana, cada vez que era preguntada sobre un supuesto encono personal de Rosario Murillo contra ella, respondía: “no creo que tenga una raíz personal, pues, cuando (Murillo) fue secretaria de mi papá en la dirección de La Prensa, siempre se le trató con respeto, se le abrieron las puertas de nuestra casa y siempre fue tratada con cordialidad”.

“Creo que se trata de un tema político. Ella (Murillo) tiene acceso a las encuestas de opinión más respetadas y conoce los resultados, sabe que su marido y ella pierden ante mi candidatura y que la oposición ganaría abrumadoramente en unas elecciones libres y honestas”, dijo la hoy presa política.

La última encuesta de la firma CID Gallup le da la razón: el 65 por ciento de los  electores votaría por un candidato de la oposición, mientras que el 19 por ciento elegiría a uno del Frente Sandinista.

Cristiana tuvo un encontronazo con Ortega en 1987, cuando ella era subdirectora de La Prensa y él era el presidente de Nicaragua. En una entrevista con DIVERGENTES, Cristiana dijo que en esa ocasión le preguntó por qué no daba elecciones libres, y él respondió que era porque era “culpa de La Prensa”. El periódico, al día siguiente, escribió que hubo “un amplio y franco cruce de palabras” entre ambos.

Como un especie de vaticinio sobre lo que ocurrió meses después, Cristiana dijo que si Ortega este año 2021 “decide que estas fuerzas (opositoras) no pueden ir (en las elecciones), su elección no sería legítima y aquí no habría elecciones”.

Familia

En los años ochenta, Cristiana se casó con el empresario Antonio Lacayo Oyanguren quien fuera una especie de “súper ministro” durante el gobierno de su madre, Violeta Barrios. Para muchos, Lacayo fue el “poder detrás del trono” y quien manejaba los hilos en esos años durante el período presidencial.

La victoria de Chamorro Barrios fue un baño de realidad para el sandinismo y para Daniel Ortega. Todas las encuestas de la época auguraban una victoria arrasadora, pero el día de las votaciones, los ciudadanos se decantaron por la señora que siempre vestía de blanco, como símbolo de la paz que prometía después de dos guerras civiles.

Edmundo Jarquín considera que la derrota de Ortega “hace que persigan a Cristiana ahora, porque es como un fantasma para él”. Ortega, quien había llegado al poder después de siete años de cárcel, exilio y la guerra, nunca superó que lo venciera una señora que por entonces andaba en sillas de ruedas.

“Soy una mujer de convicciones propias, comprometida con Nicaragua”, dijo Cristiana, quien, al igual que todos los nicaragüenses, tiene presente el recuerdo de sus padres: “nací al lado de la historia de Nicaragua y lo principal que tengo es la fuerza de servir”.

De la serie PRESIDENCIABLES: