Un informe elaborado por Fundación del Río y Expediente Abierto sobre las violaciones de derechos humanos en Nicaragua y su efecto en el comercio internacional, reveló por primera vez el nombre del empresario que está a cargo de la importación de dos de las marcas de cigarros chinos más vendidas en el país, convirtiéndose en el wang (rey en chino mandarín) de este negocio en el mercado nacional.
Se trata de Anibal Vladimir Matus Buitrago, vocero de la Cámara de Industria y Comercio Nicaragua-China (CCNC), una réplica de la Cámara de Comercio Americana (AmCham), que fue anulada por la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El documento presentado en respuesta a la Investigación de la Sección 301 de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos: Derechos Laborales, Derechos Humanos y Estado de Derecho de Nicaragua, detalla que Matus Buitrago es el apoderado de las marcas de cigarrillo Modern y Silver Elephant, marcas que hasta antes de julio de 2023, ingresaban al país únicamente de contrabando, y que por ese año, estaban desplazando por su bajo costo a otras empresas que operaban legalmente en el mercado nicaragüense.
Según La Gaceta, diario oficial, publicada el 27 de abril de 2023, Matus Buitrago solicitó al Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific) el registro de las marcas Silver Elephant, y un mes antes, el 23 de marzo, bajo el nombre de su empresa Importaciones y Exportaciones Andrés Castro S.A., la del cigarrillo Modern.
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“El registro demuestra que el Gobierno siempre estuvo dispuesto a legalizar lo ilegal. Estas marcas de cigarrillos chinos se venden en el país desde hace muchos años y a pesar de que denunciamos que eran un peligro para la salud del consumidor, además del contrabando, nunca tuvimos una respuesta. Era previsible este resultado que finalizó en el desplazamiento de las marcas tradicionales por unas que son de dudosa procedencia y no cumplen con los estándares de salud”, explicó una fuente vinculada a la industria del tabaco en Nicaragua.
DIVERGENTES preguntó por Matus Buitrago a empresarios del rubro del tabaco. Estos explicaron que no habían tratado con él y que era un nombre nuevo en el negocio del cigarrillo. Uno de los consultados fue quien dijo a este medio de comunicación que el vocero de la CCNC es conocido por hacer una tesis bajo el nombre de “intervención del municipio en la aplicación del derecho ambiental nicaragüense”.
También intentamos comunicarnos con Matus Buitrago para pedir su versión para esta historia, pero el número de teléfono que se nos facilitó nunca fue atendido.
Dicha tesis fue publicada en la Universidad Centroamericana (UCA) en 2006 y analizaba la eficacia de la intervención del municipio en la aplicación del derecho ambiental nicaragüense, la determinación de las competencias municipales en dicho campo, el estudio de los instrumentos de gestión ambiental y la identificación de los controles administrativos en el cumplimiento de las normas ambientales.
La debacle de las marcas tradicionales

En el año 2020, las marcas ilegales de tabaco alcanzaron el 65% del consumo en Nicaragua, y según estudios de las empresas del sector, la tendencia estaba al alza. Los monitoreos realizados por la industria revelaron que en 2023, el consumo de los cigarrillos de contrabando superó el 80% en todo el país.
“No se ha hecho otro estudio, pero no hay necesidad. Ahora estamos inundados de cigarrillos chinos. Fácilmente puede estar en un 95%. Los únicos que ahora consumen nuestro productos son una reducida parte de la población”, afirmó la fuente vinculada a la industria.
Una investigación publicada por DIVERGENTES en 2023, expuso que los cigarrillos chinos ingresaban al país solo de contrabando. No existía una empresa a cargo de su importación. La investigación de este medio de comunicación demostró cómo funcionaba la cadena de ilegalidad en Nicaragua y cuánto representaba en ganancias, este producto no solo para un pulpero de barrio, sino para toda la red de distribución.
Contrabando de cigarros chinos al descubierto
El primer lugar que visitamos en ese entonces fue el famoso “Gancho de Caminos” en el mercado Oriental. Aquí los comerciantes ofrecían los cigarrillos sin temor a que fueran decomisados por las autoridades. Aunque la estación policial estaba ubicada frente a los tramos que ofertaban el producto, los vendedores no se mosqueaban si pasaba un oficial por esos callejones.
Una fuente vinculada a la industria del tabaco que habló con DIVERGENTES bajo condición de anonimato, explicó que Nicaragua estaba a merced del contrabando y, que aunque, habían denunciado ante las autoridades los puestos ilegales y algunos de los comerciantes que traían los cigarrillos, el régimen sandinista nunca hizo algo real por arreglar la situación. Contrario a eso, permitió que el negocio se desarrollara con fuerza en todo el país.
En 2023, un distribuidor del mercados Oriental vendía la caja de Modern en 13 500 córdobas (unos 375 dólares) y el cartón lo ofrecía a 270 córdobas. Si un comprador facturaba 40 500 córdobas (compró tres cajones) y lo vendía en 60, generaba 30 000 córdobas brutos por cada caja, es decir, 90 000 en total. El margen de ganancia neta ese año era de 49 500 córdobas (1375 dólares) por las tres cajas.
Dictadura toleró el contrabando, y luego la legalizó
Pero, el distribuidor del mercado Oriental en 2023 ganaba muchísimo más. En la investigación publicada en DIVERGENTES se recopiló información de estas transacciones, y un gran empresario confirmó lo dicho por otros de sus “colegas”.
La caja de 50 cartones que los comerciantes del mercado Oriental vendían en 13 500 córdobas, los mayoristas la compraban en 8000 córdobas. Por cada unidad vendida, tenían una ganancia de 5500 córdobas (152 dólares). Según el distribuidor que habló con este medio de comunicación, por 35 cajas generaba una ganancia de 5320 dólares.
Un año y medio después de haber publicado la investigación, este medio de comunicación se contactó con una fuente vinculada a la industria del tabaco para conocer su opinión sobre la legalidad con la que ahora operan quienes distribuyen las marcas de cigarrillos chinos en Nicaragua.
“La carga fiscal que impusieron, el silencio frente a las denuncias de contrabando y el tratado de libre comercio hecho con China, sumado a la legalidad con la que ahora cuentan estos ‘empresarios’ nos dice una cosa: el Gobierno siempre buscó implantar un negocio rentable para sus cercanos que les generara millones. Eso, y sacar del juego comercial a las grandes marcas”, explicó la fuente.
Comercios de Nicaragua engullidos por negocios chinos
Un año y medio después de haber publicado la investigación, la comercialización de cigarrillos chinos, y otros miles de productos, es “normal” en Nicaragua. En un recorrido por los principales supermercados, almacenes y negocios chinos de la capital, DIVERGENTES comprobó la vasta expansión de los establecimientos surgidos con fuerza desde 2023, gracias a la alianza política que forjó la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo con la República Popular de China.
“Lo dije antes, estamos inundados, y este impacto se verá con más fuerza en 2025. La competencia con los productos nacionales no existe porque los precios de las cosas chinas son más bajos. El que va a sufrir es el pequeño comerciante que va a cerrar su tramo o va a afiliarse a ellos para vender lo mismo, para ganar menos. Es un panorama desalentador para este tipo de comercio”, indicó la fuente vinculada al sector del tabaco.