El régimen de Ortega-Murillo decidió emitir unas imágenes de la lectura de la sentencia del politólogo opositor Félix Maradiaga, que permanece preso y aislado desde junio de 2021. Dichas imágenes, en las que aparece con una delgadez excesiva, se emitieron inmediatamente después de que la esposa del preso político, Berta Valle, divulgó en sus propias redes un retrato hablado en el que se observaba más delgado. El régimen reaccionó con las imágenes de su sentencia como “reacción natural”, según Berta Valle, en un intento por deslegitimar los señalamientos que han venido realizando sus familiares sobre interrogatorios continuos, tratos crueles y mala alimentación.
“A nadie le gusta sentirse confrontado, mucho menos cuando se sabe que estamos diciendo la verdad”, dijo Valle durante un Space organizado por DIVERGENTES, en el que tanto la periodista como Victoria Cárdenas, esposa del también preso político Juan Sebastián Chamorro, clamaron porque se permita a representantes de organismos internacionales de derechos humanos comprobar el estado de los presos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, mejor conocido como El Chipote.
El retrato hablado de Maradiaga fue una iniciativa de los familiares del preso político frente a la falta de información sobre su estado de salud. Para construirlo, un artista gráfico se basó en la narración de los allegados del preso. La imagen que diseñó y que mostraba la comparación con una fotografía anterior a su entrada en prisión se viralizó en las redes sociales. La denuncia tuvo tanto eco que el régimen, por primera vez, presentó ante las cámaras a un preso político ante el impacto mediático de la publicación.
“Fue una exhibición grotesca. Una acción estrictamente publicitaria con pretensiones de dejar un golpe de imagen dirigido a descalificar la denuncia fundamentada de su esposa y de todas las familias que tienen a los suyos en condiciones similares”, afirmó Gonzalo Carrión, miembro del colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más.
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Carrión señaló que a pesar del poderío absoluto que tiene el régimen en el país, su acción publicitaria dejó en evidencia “su debilidad”. Para el defensor de derechos humanos la dictadura dejó entrever su molestia ante la imagen que genera en la opinión pública tanto a nivel nacional como internacional.
“Aunque se han cerrado a la fiscalización y dicen que no reconocen a los mecanismos internacionales, frente a una denuncia abierta, bien fundamentada, salen a la defensiva y exhiben a Félix”, analizó Carrión.
Luego de la publicación de las imágenes de Maradiaga, Valle asegura que no ha tenido mayor información del politólogo y teme que la dictadura tome cualquier represalia en contra de su esposo. También expresó que el hecho de que lo hayan “presentado”, no responde a su demanda ni a la de los más de cien familiares que tienen a sus seres queridos en los distintos centros penitenciarios del país.
“Estas personas son inocentes. El régimen quiere doblegar el espíritu de ellos adentro y de nosotros fuera. Exigir condiciones de trato digno y humano no es nada especial, son reglas ‘Mandela’ que existen en todo el mundo”, dijo Victoria Cárdenas, quien hace 392 días que no puede ver a su esposo, Juan Sebastián Chamorro, también recluido en El Chipote.
Maradiaga es uno de los siete opositores aspirantes a los que se impidió presentarse a las elecciones del pasado año y que fue encarcelado, junto a casi 60 personas (activistas, empresarios y líderes opositores), en una cacería contra las voces críticas del país que el régimen perpetró para asegurar su permanencia en el país en un proceso electoral espurio y no reconocido en la mayoría de países del mundo.
La mayoría de presos políticos han cumplido más de un año de encarcelamiento bajo condiciones tachadas de “inhumanas” por sus familiares y organizaciones de derechos humanos. La negación de cobijas para el frío, las celdas de aislamiento, como en la que se encuentra la activista Tamara Dávila, además de interrogatorios constantes son algunos de los métodos con los que el régimen castiga a los presos.
El acoso e interrogatorio de la dictadura
En las imágenes emitidas por el Gobierno, se observa a Maradiaga llegando al Complejo Judicial de Managua. Allí, un juez lee con dificultad una sentencia, sin apenas levantar los ojos ni mirar al condenado. De inmediato, un enviado y una enviada del único medio de comunicación presente, el oficialista Canal 4, sin que se vieran sus rostros, acercan el micrófono a Maradiaga acusándolo de “mentir al pueblo de Nicaragua sobre su estado físico”. “¿Por qué le miente al pueblo de Nicaragua?”, le repiten una y otra vez, a lo que el preso político pide que se le explique la razón de esa pregunta. El opositor, desconcertado por el interrogatorio, denunció que todos los presos permanecen en un completo estado de aislamiento y que los procesos eran políticos. Ni la policía ni los enviados del medio oficialista permitieron a Maradiaga tener más información ni oportunidad para defenderse.
Valle cuestionó la pregunta reiterada que el enviado del medio oficialista hizo a su esposo y expresó su malestar porque el enviado argumentaba que veía a Maradiaga en perfectas condiciones. La periodista insistió en que la afirmación del empleado del Gobierno es una violación a la dignidad e integridad de Félix, y de cada una de los y las presas políticas en Nicaragua.
“Cuando decimos que sus vidas corren peligro es porque sabemos que las cosas están delicadas en relación a la salud de ellos. ¿Por qué creen ustedes que han sacado a personas presas a casa por cárcel? Porque estaban casi muriendo dentro de la celdas y no quieren un episodio trágico como en febrero con la muerte de Hugo Torres, (que) pudo haberse evitado si hubiera tenido atención médica oportuna. Pero terminó en un hospital y murió bajo custodia policial”, afirmó Valle.
Para Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas, las imágenes de Félix Maradiaga fueron profundamente impactantes e indicativas de las condiciones carcelarias altamente inhumanas de las personas detenidas en Nicaragua.
El hecho de que el régimen sandinista presentara a Maradiaga, según Guevara Rosas, representa un claro intento del Gobierno de Nicaragua de evitar el escrutinio internacional sobre las condiciones carcelarias en el país, por lo que consideró importante que la comunidad internacional no se deje engañar por “este espectáculo mediático”, sino que siga actuando para exigir el respeto de los derechos de las personas presas en el país.
“Los gobiernos que violan los derechos humanos en todo el mundo suelen hacer intentos similares para desviar las críticas internacionales. Sin embargo, lo importante es que la comunidad internacional reconozca este acto como lo que es, una farsa total, y siga tomando medidas concertadas para proteger los derechos humanos en Nicaragua”, indicó la directora de Amnistía Internacional.
“La esposa de Félix sugiere que puede haber perdido más de 25 kilos durante su encarcelamiento, mientras él mismo afirma que las personas presas casi no tienen contacto con el mundo exterior. Estas condiciones -como mínimo- representan malos tratos, y ciertamente podrían constituir tortura bajo el derecho internacional”, reafirmó Guevara Rosas.
La pérdida de peso no es normal
Al ver las fotos y videos publicados por los medios del Gobierno, la esposa de Maradiaga notó que este había perdido mucho peso (60 libras según estiman sus familiares) desde la última vez que lo vio. Valle se mostró muy preocupada, a pesar de que, en las imágenes del medio oficialista, se ve a su marido caminando desde el parqueo del Complejo Judicial hasta las oficinas de dicha institución, y responder con sentido común a un interrogatorio acosador.
“Si evalúas y comparás el estado previo de salud del paciente (Maradiaga) con el actual, es obvio que se ha deteriorado, sin duda”, explicó un médico internista consultado por DIVERGENTES para este artículo.
Contra las recomendaciones nutricionales básicas, los presos políticos en Nicaragua no son alimentados debidamente por las autoridades penitenciarias, según las denuncias de sus familiares.
La comida base para los presos políticos que están en las celdas de El Chipote y los demás centros penales, es arroz y frijoles, con una variación de “gallopinto” masoso y a veces crema. Esta comida, que es percibida erróneamente por los mismos nicaragüenses como la más completa, realmente solo aporta grasas y carbohidratos y carece de macronutrientes importantes para el organismo. No tiene proteínas, tampoco oligoelementos y mucho menos vitaminas necesarias que permitan una vida saludable.
Si a esto le sumamos que la calidad del arroz y los frijoles en los sistemas penitenciarios son deficientes, entonces los aportes de nutrientes son menores a los que cualquier persona en libertad podría comer. Según ex presos políticos consultados para este artículo, la comida que recibían siempre era el gallopinto, que en ocasiones era duro y a veces hasta rancio.
“El hecho de que a vos solo te den un grupo principal de alimentos, te trastorna a nivel interno. Si vos consumís demasiada azúcar y demasiada grasa, vos lo único que vas a construir en tu cuerpo es grasa. Es un riesgo para tu salud”, explicó el médico internista, quien señaló que el requerimiento promedio de kilocalorías para un ser humano promedio es de 2,500 diarias, dependiendo de cada individuo. Si es una persona corpulenta y alta, va a requerir mayor cantidad.
Por debajo de esos requerimientos, explica el doctor, si a una persona le dan menos cantidad, o solo consume arroz y frijoles, el cuerpo pasa en un proceso de inanición, es decir, extrema debilidad física provocada por la falta de alimentos.
Lo que ocurre con el cuerpo humano es notable. El individuo comienza a perder las reservas de grasa porque es lo primero que consume su propio organismo. El depósito que generalmente mantienen los hombres en el abdomen y piernas, disminuye con el pasar de los días. Incluso el rostro se torna con un perfil afilado o demacrado. Esta es la primera etapa de una mala nutrición.
“La siguiente etapa inicia cuando tu cuerpo consume tus proteínas. ¿Y dónde están las proteínas? En tus músculos de las piernas, brazos, y ahí comienza a notarse aquella apariencia a la que popularmente llamamos ‘huesudo’. Como el individuo consumió tanto su grasa y proteínas, entonces su sistema entra en un estado de fase crítica y puede tener alteraciones a nivel renal, del hígado, padecer anemia; pierde el cabello, sus uñas se vuelven quebradizas y puede tener complicaciones severas para la salud”, describió el médico consultado por este medio de comunicación.
Si a la explicación del médico internista, se suman las condiciones de precariedad higiénicas en las celdas, las limitaciones del ambiente, como la mala ventilación, las grandes concentraciones de humedad y los interrogatorios, la situación de salud se agrava aún más. Y a ello se añade que algunos presos políticos ya padecían enfermedades crónicas antes de que fueran encarcelados.
“La situación se vuelve un cuadro vicioso, porque la mala alimentación genera infecciones en el sistema inmune y las infecciones alteran el estado general de salud y si el paciente sigue sin alimentarse bien, entonces podría llevarlo a la muerte”, advirtió el galeno.
Consultado sobre el estado físico de Maradiaga según las imágenes que mostraron los medios oficialistas, el médico señaló que muy probablemente el politólogo ya ha perdido sus depósitos de grasa y probablemente se encuentra en la segunda fase de desnutrición.