Feriados, asuetos y vacaciones extendidas. La campaña populista del régimen Ortega-Murillo con los trabajadores del Estado

Aunque los días libres anunciados por el régimen son supuestamente descontados de las vacaciones de ley de los funcionarios públicos, esto no es así, asegura una abogada que trabaja de cerca con el Estado. En la práctica, los trabajadores estatales podrían tener alrededor de 50 días libres al año


En Nicaragua se contemplan únicamente 10 días feriados nacionales en todo el año, tanto para el sector público y privado, de acuerdo con el Código del Trabajo. En la práctica, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo añaden celebraciones fuera de la ley que se traducen en días asuetos, semanas de vacaciones y jornadas enteras en las que el Estado detiene sus funciones.

Solo en este 2023 los funcionarios públicos han recibido 11 días libres con goce de salario fuera de lo contemplado en el Código del Trabajo, acorde con las publicaciones del Ministerio del Trabajo (Mitrab). Estos días libres han sido en concepto de vacaciones de la semana patria, Semana Santa y vacaciones de inicio de año. 

Esta cantidad todavía no añade el próximo 2 y 3 de noviembre que fueron declarados asuetos con goce de salario por el Mitrab el pasado 30 de octubre, pese a no estar dentro de la ley. El dato tampoco suma las próximas vacaciones navideñas, que sólo en 2022 duraron 11 días hábiles, entre finales de diciembre y principios de enero. 

Cabe destacar que el 2 y 3 de noviembre fueron declarados asuetos por motivos políticos, en los que se realizará una conmemoración a Carlos Fonseca, fundador del Frente Sandinista,  y se realizarán diferentes actividades partidarias.  

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Durante estos dos días, varias empresas del sector privado también establecieron feriado para sus colaboradores.

Si bien el Mitrab anuncia que los días asuetos y las semanas de vacaciones se descuentan de las vacaciones de ley que tienen las personas trabajadoras del Estado, que son de 15 días cada semestre, la realidad es diferente.

“Los funcionarios gozan de sus vacaciones de ley. Se dice que se cargan los días asuetos y los días libres por las vacaciones de ley, pero en realidad los funcionarios gozan sus días completos de vacaciones en el año. No se les están descontando nada y eso sale del presupuesto nacional”, indica Carmen, abogada que trabaja con el Estado que solicitó el anonimato.

“¿Cuál es la eficiencia que se pretende tener de un Estado y de unos funcionarios públicos que deberían estar cumpliendo con sus funciones, pero se las pasan de vacaciones en vacaciones?”, expresa la abogada.

De contar con el mes de vacaciones, que son 30 días; los días feriados, que son 10 días; y los días asuetos o vacaciones extendidas, que van 11 días en este 2023; alrededor de 170 mil trabajadores del Estado no trabajarían más de 50 días al año.

Días libres aumentaron considerablemente desde el 2022

Feriados, asuetos y vacaciones extendidas. La campaña populista del régimen Ortega-Murillo con los trabajadores del Estado
Los feriados y asuetos también afectan los colegios públicos | Archivo Divergentes

Si bien el régimen Ortega-Murillo siempre ha brindado días libres con goce de salario a las personas trabajadoras del Estado desde que asumieron el poder, la práctica es más recurrente desde el año pasado.

En principio, se aprobó la Ley que declara el Día de la Madre como feriado nacional el 11 de mayo de 2022, lo que sumó a 10 días de feriados nacionales en todo el año. Esta fecha ha sido el único feriado formalizado por una ley.

Pero la vicepresidenta, Rosario Murillo, a inicios del año pasado también anunció otras fechas imprevistas como “feriado nacional”, tal como el 14 de febrero. En ese mismo año también se declaró asueto el 20 de julio y a finales de año se brindó a los trabajadores del Estado casi dos semanas libres.

“Hay días feriados nacionales de ley, pero se han sumado fechas como el 14 de febrero que en mi consideración son una fiesta comercial. No habría por qué dar libre ese día”, explica Carmen.

La nueva costumbre de los fines de semana extendidos

Mientras tanto en este 2023, los funcionarios públicos entraron a trabajar hasta el lunes 9 de enero —desde el 22 de diciembre de 2022—, pese a que la ley solo contempla como feriado el 25 de diciembre y 1 de enero.

Además, no trabajaron toda la Semana Santa, aunque la ley solo da feriado el jueves y viernes santos; y sorpresivamente tampoco trabajaron toda la semana patria, aun cuando el Código de Trabajo solo reconoce el 14 y 15 de septiembre como feriado nacional.

“En septiembre también les dieron vacaciones toda la semana, cuando la ley dice que solo son dos días. La costumbre ha degenerado en que las vacaciones se extienden más de lo debido, porque los pobres funcionarios públicos vienen cansados de tanto vacacionar, y todavía se les da el lunes y trabajan hasta el martes”, cuenta Carmen.

La última práctica más recurrente es la de extender los fines de semana al declarar asueto los viernes cuando el feriado cae un día jueves, tal como ocurrirá este 2 y 3 de noviembre. En este caso, si bien el 2 de noviembre no es un feriado nacional, se acostumbra que el Día de los Muertos se concede medio día libre para las personas trabajadoras. En otras ocasiones, el régimen Ortega-Murillo declara asueto los lunes.

“Ahora la costumbre es que si tenemos un fin de semana encajonado, entonces les damos el viernes o el lunes para que los funcionarios sigan de vacaciones y de fiesta”, señala Carmen.

Un Estado ausente y deficiente

Feriados, asuetos y vacaciones extendidas. La campaña populista del régimen Ortega-Murillo con los trabajadores del Estado
En los feriados y asuetos únicamente trabajan sectores cuya interrupción puede afectar las actividades económicas, sociales y de seguridad para el país | Archivo Divergentes

Además de los feriados, asuetos y vacaciones extras se suman las actividades políticas en la que muchas personas trabajadoras del Estado son obligadas a participar, lo que también significa el cese de sus labores dentro de las instituciones.

De acuerdo con Carmen, esto vuelve a las instituciones públicas de Nicaragua altamente ineficientes y afecta a la ciudadanía que deben de realizar gestiones en los entes del Estado como las alcaldías, los juzgados o incluso los hospitales y centros de salud.

“Vas al centro de salud y no están los doctores de las especialidades, solo atienden en emergencias o solo están los médicos generales. A lo mejor hasta es el día del médico o el día de la enfermera y están de fiesta. No atienden a la población”, señala Carmen.

“Esto es terrible para el ciudadano común porque cuenta con poder hacer sus gestiones en los días corrientes que no son feriados, pero te das cuenta que no podés, porque los empleados no llegan a trabajar hasta la semana siguiente. Incluso a mí como abogada me afecta porque se atrasan las audiencias y todos los trámites correspondientes”, añade.

“Esto tiene que ver con su cantaleta de que somos un buen gobierno porque te beneficiamos, te damos más vacaciones, no tenés que trabajar. Esa ha sido su campaña electorera desde siempre y ha sido constante, pero desde el último año para acá es más”, manifiesta la abogada.


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